En el despacho que poseía en su casa, Dominic se encontraba sentado detrás de su escritorio, bebiendo tranquilamente una taza de café, en lo que revisaba en su tablet las diferentes opciones de bicicleta que tenían los humanos para regalarle a su dulce chico. Después de una corta, pero efectiva noche de sueños, el alfa Dominic se levantó mucho más animado de lo que había estado en años, completamente decidido a comenzar su cortejo hacia su pareja. Por lo que había investigado anoche tras llegar a su casa, aunque parecía imposible, la diosa Selene sí había unido a más de un hombre lobo junto a un humano, completando todo el proceso de apareamiento con éxito, como si no hubiera diferencia alguna entre una unión común de su mundo. Y aunque no pudo encontrar más información al respecto por o

