Admirando en silencio el deslizamiento de la luna en el oscuro cielo, Dominic sentía como con cada minuto que transcurría sin tener noticia alguna de su compañero de vida, algo oscuro, peligroso y horriblemente enfurecido se agitaba en su interior. Su lobo dominante deambulaba inquieto en su mente, y de vez en cuando, empujaba contra él, luchando por tener el control para forzar un cambio y así salir a buscar a su pareja. El alfa dominante comprendía completamente el sentimiento de su animal, después de todo, era una idea que había considerado con el transcurrir de las horas. Lo único que le detenía, es que un lobo con un tamaño anormal caminando por la ciudad no solo alteraría a los humanos, si no que podría levantar sospechas y a la vez, estaría quebrantando leyes que él mismo había imp

