Unión de mates.

Capítulo 2

CAPITULO DOS

Diana cuidaba del claro y sus riquezas como la diosa se lo había encomendado pasaron los años y ella siempre estaba en el mismo lugar comenzaba a aburrirse nadie más se acercaba y estaba muy escondido así que decidió salir a explorar y ayudar a varias omegas que sufrieran como ella.

Entrenaba hasta el cansancio para volverse más fuerte y siempre llevaba algo de agua por si la necesitaba comenzó a ayudar a varias lobeznas que eran secuestradas o vendidas quería evitar que sufrieran su suerte

un día encontró a un joven omega como ella, se hicieron buenos amigos y se sentía bien, a su lado sentía que él podría entenderla y ayudarla a olvidar tanto dolor

Juan: –Me siento bien a tu lado sabes es bueno conocer a personas como tu eres grandiosa

Diana: –jaja lo se soy genial

Juan:– jaja cuanta humildad tienes Ambos ayudaban a más omegas y a personas dañadas, querían hacer la diferencia pasaron dos años en los cuales fueron inseparables y se volvieron más unidos Diana pensó que tal vez él sería la persona indicada para hacer un hogar y Juan pensaba lo mismo

Una noche Diana decidió contarle a Juan sobre el claro y sobre su secreto, sentía que no debía haber secretos si estarían juntos

pero se equivocó.

Juan: –¿Sabes lo que haríamos con esto? ¡es oro puro! podríamos hacernos millonarios, vivir como reyes estoy harto de mendigar

Diana: –No eso no, la diosa me encomendó cuidar este lugar si alguien más lo sabe podría estar en peligro Juan:– De acuerdo

ella pensó que él decía la verdad, pero no era así cada día sin que ella lo supiera tomaba agua y la llevaba a vender, así pasó un tiempo Diana notaba que Juan estaba cada vez más sumido en su habitación contando sueños de grandeza

Poco a poco se sentía más desilusionada de él, al paso de los meses decidió dejarlo y seguir custodiando el claro como siempre lo había hecho Diana: –Lo siento Juan, esto no está bien yo no me siento bien a tu lado, esto no es lo que yo esperaba será mejor que sigas tu camino vete y no vuelvas

Juan:–¿Estas loca? nunca ¿Por que lo haría? aquí tengo todo además, este claro me dará la vida que tanto deseo Diana: –Vete no tocarás nada de este lugar, vete de aquí

Juan se fue sonriendo pensando en cómo hacerse rico fue tras el alpha que más fortuna y poder tenía pensaba en vender ese secreto.

mientras tanto Diana estaba cuidando como siempre el claro, al paso de los días pensó que Juan no volvería que había aceptado su decisión pero no fue así el llegó, a él lugar con varios lobos incluido el alpha, no pudo hacer nada, eran demasiados maldijo a Juan por su traición Carlos: –Valla era verdad después de todo, por poco y te quedas sin cabeza Diana: –¡No! ¡largo de aquí! no son dignos de estar en este lugar todos se burlaron de ella y uno de ellos la abofeteó Carlos : –¡Basta no la toques! no somos unos insensibles. ahora todos largo, déjenme a solas con ella unos momentos–los demás se retiraron pensando en que su alpha quería divertirse con ella pero era todo lo contrario.

el se sentía extraño, asfixiado por su aroma quería saber ¿por qué? ¿que pasaba?

Carlos: –Hay algo en ti, algo que me llama. Dime ¿acaso pusiste un hechizo en mi? Diana: –¿De qué habla? Yo no soy una bruja ni conozco a alguna yo siempre he permanecido aquí, soy la guardiana de este lugar, la diosa lo dejo a mi cuidado Por favor, váyase...

Carlos :– Jaja pequeña este lugar ahora es mío ¿Sabes cuantas monedas de oro pagué por él?

Diana: –Eso no me interesa, no son bienvenidos por favor váyanse, no quiero que la diosa se moleste.

Carlos :– ¿ Y si no que?

Diana:– Por favor, este lugar es sagrado no pueden ultrajarlo así.

Carlos vio desesperación y angustia en ella se sintió un poco culpable Carlos: –Esta bien me iré y no tocaré nada de este lugar pero a cambio quiero algo Diana:–¿ qué cosa? Carlos: –A ti debes saber que he pagado mucho oro por este lugar, si tu deseas conservarlo, entonces vendré a verte cada día al atardecer y tú me complacerás no se que es lo que tienes pero algo

de ti me llama y deseo tenerte hacerte solo mía, es algo confuso dime ¿acaso a ti no te pasa lo mismo? toco sus manos y la miró a los ojos esperando su respuesta ella tenía miedo a contestar temía a decir que era exactamente lo mismo que ella sentía por él

Sintió como su piel se erizo al sentir su tacto y deseo besarlo amarlo en ese lugar

Diana: –No contestaré a su pregunta y respecto a lo demás, estoy de acuerdo sólo espero que cumpla su palabra y no deje merodear a sus lobos en este lugar

Carlos sintió una gran felicidad casi la carga en brazos de la emoción pero debía contenerse y ser discreto, no le demostraría a una omega que su presencia lo cautivaba, después de todo él era un alpha no duraría en caer en sus encantos pensó.

La miró detalladamente era hermosa tenía una piel blanca y unos ojos azules hermosos esos labios,diosa esos labios eran tan dulces se le hacía agua la boca por probarlos y qué decir de sus curvas unos grandes pechos ya se imaginaba poniendo sus manos en ellos una cintura pequeña y un trasero increíble, dejó de fantasear cuando ella carraspeo un poco él solo le sonrió al notar la incomodidad de ella hacia él

Diana solo negó pensando que era un lobo más sin corazón, que sólo buscaba un beneficio aunque viéndolo bien era demasiado atractivo era tan varonil y sexy que al mirarlo bien las piernas le temblaban Carlos: –Miren ahora quien es la pervertida deja de comerme con la mirada o te haré mía ahora Diana:– Lo siento, no pasara otra vez

Carlos: –Que lastima, yo desearía que si ( sonriendo) Me voy por ahora pero mañana volveré espero estés lista para mi y no intentes escapar te encontraría de inmediato además... Mmm... tu olor es tan exquisito que sé te encontraría en el fin del mundo. Tu eres mía de ahora en adelante, ¿me escuchas? ¡¡solo mía!!. Nadie más podrá tocarte o besarte más que yo, espero que lo entiendas por tu bien no querrás conocerme molesto.

se acercó a ella y olfateo su cuello se deleitó con su aroma y no pudo contenerse al dejar un beso suave en sus labios Diana se exaltó un poco al sentirlo en su cuello pero no se movió el se separó de ella lentamente y sin más se alejó junto con sus lobos del lugar prometiendo volver al día siguiente..