— No estás sola , estoy yo — esa voz infantil me hace voltear en busca de su emisora , pero no hay nadie a mi espalda ni a mis lados — estoy justo aquí.
Siento que me jalan el cabello desde arriba y es cuando percató que la niña está montada sobre mí, con sus pequeños pies sobre mi cabeza y erguida en un perfecto equilibrio.
Su peso es inexistente para mí.
— ¿Quién eres? Y que haces encima de mí, ¡bájate! — me muevo para que pierda el equilibrio pero es inútil.
— Tú no deberías estar aquí, no eres como los demás — dice la pequeña dando un brinco y dejándose caer suavemente frente a mi, su vestido lila cae como sincronizado con el apestoso aire.
— Que parte del infierno es esta y tú ¿quién eres? Más te vale decirme la verdad o puedo asesinarte niña — busco mi daga y es cuando noto que no está — no tendré contemplación conti…
— ¡No puedo creerlo! — la niña no me deja terminar mi amenaza cuando deja a su lado la gran vara en forma de antorcha que llevaba y se acerca a mi rápidamente para simplemente tocarme con las yemas de sus dedos — ¡estás viva! ¡Wow! — exclama la pequeña con un entusiasmo pero yo solo puedo ver como su vara se quedó estática y derecha sin soporte de nada ni nadie.
— Desgraciadamente sí ¿y eso que tiene de emoción mocosa? — la niña aún no quita su cara de asombro y empieza a dar vueltas a mi alrededor cual hoja que lleva el viento, como si la gravedad no se atreviera a tocarla.
— ¡Muchoooooo! Tenía años sin ver alguien vivo tan de cerca , bueno… La señorita Lucebeb a veces trae algunos amigos vivos pero siempre me dice que son chicos malos y los trajo para que paguen sus deudas y nunca me deja acercarme cuando ella trabaja ¡Es tan estresante! Siempre debo ir a otro sitio a buscar algo de diversión.
Su voz infantil hace dúo con su cabello lacio y brilloso.
— Tu no eres un demonio pero tampoco estás viva — la niña me toma de la mano para jalarme, pero su tacto es inexistente y por obvias razones no me logra mover .
— ¡aaash! Que asco de existencia , siempre es lo mismo— la niña se lleva las manos a la boca rápidamente como si se arrepiente de lo dicho — ¡Jana cuida tu vocabulario!
Se reprende a ella misma.
— ¿Te llamas Jana? — le pregunto aún un poco a la defensiva.
— Si pero no — dice la niña volviendo a tomar su báculo o como se llame — bueno ahora me llamo Jana , es el nombre que la señorita Lucebeb fue tan gentil de otorgarme pero antes no me llamaba así, aunque tampoco recuerdo cómo me llamaba, no recuerdo muchas cosas de mi pasado, solo cosas importantes, ¡debe ser genial! Tu mente debe estar intacta , no debes sufrir lagunas mentales como yo — la niña habla cuál loro.
— ¿Eres un alma en pena, cierto? — le digo caminado detrás de ella ya que la niña empezó a caminar.
— Si , tienes razón — dice la niña saltando sobre una costillas secas tiradas en el piso.
— ¿Dónde estamos? ¿Y qué haces tu aquí? Se supone que las almas en pena están en el mundo terrenal pues divagando por ahí — le digo cautelosa, no me da muy buena espina está niña.
— Primero estamos en los yacimientos de dolor de la señorita Lucebeb, aquí trae a las almas que necesitan ser castigadas hasta quemarse en el infierno y segundo no soy un alma en pena común — dice la niña apuntando la punta circular de su vara hacia mi cara.
— ¿No estamos en el infierno? — que alivio — ¿y que eres entonces?
— Noooo, para estar viva eres un poco lenta — dice pateando los restos humanos — Estamos en el calabozo de la señorita Lucebeb, es como un infierno pero creado por ella y acá solo entran almas que ella trae.
— ¿Belcebú tiene tanto poder como para crearse su propio infierno? — fue una pregunta más para mí misma que para la chica — pero esos restos debajo de ti no son de un alma, las almas no dejan restos.
— Digamos que no solo los muertos necesitan castigo — una pequeña mosca se acerca a la pequeña y esta extiende su palma para que el insecto se pose.
Parece que el insecto le comunica algo a la chica. Pero obviamente no entiendo.
— Diles que el abismo de tortura perpetua está cerrado, usen otro método — la chica sopla la mosca para que se valla — luego abriré las puertas.
— ¿Puedes hablar con las moscas? ¿Eres hija de Lucebeb? — le pregunto atando cabos en mi cabeza.
— No bobita, ya quisiera yo ser la hija de un pecado capital — dice la niña jugando con el dobles de su vestido — yo soy…. Bueno fui humana alguna vez , hace años pero digamos que mi vida no fue lo mejor del mundo, mi padre era o es aún un alcohólico que maltrataba a mamá y a mí. Mamá vivía siempre con el rostro maquillado para ocultar los moretones que papá dejaba en su piel y yo siempre me cubría con ropa larga para que no se vieran las marcas de mi tortura.
Mamá nunca hizo nada porque si decía algo, papá la golpeaba a punta de dejarla inconsciente pero un día yo intenté detener los golpes que le daba a mamá pero solo empeore todo y mi padre nublado por el alcohol abuso de mí y no fue una vez, tuve que lidiar con eso por meses , mientras mamá solo callaba y obedecía.
No soy el tipo de persona que siente mucha compasión pero al escuchar a esta niña , es como si sus palabras hicieran hervir cada gota de mi sangre.
— Un día todo fue peor , mientras mamá cocinaba la cena , papá se propuso a hacer lo que ya él había tomado como pasatiempo y me ato de manos a la cama con las piernas extendidas, mientras con la colilla encendida de su tabaco iba quemando mis muslos para su morbo y mis gritos siempre quedaban ahogados en la misma camisa sucia que cubría mi boca, pero esa vez fue diferente, en un momento el dolor fue demasiado y todo fue oscuridad y luego camine en oscuridad por mucho tiempo, no sé cuanto para ser honesta hasta que se me presentó una polilla herida de un lado de la penumbra y del otro lado una luz hermosa de donde venían olores magníficos pero la polilla necesitaba ayuda y corrí a ayudarla y justo en ese momento conocí a la señorita Lucebeb y fue tan amable conmigo, nunca nadie lo había sido, ella es magnífica — a la pequeña se le ilumina el semblante al hablar sobre el demonio.
— ¿y crees que esto es mejor que la luz que despreciaste?— le pregunto dudosa.
— Sé que es lo que me esperaba de ese lado, los hijos de pecadores somos pecadores también ¿no? ¿Esas no son las reglas escritas?— dice la niña avanzando — no creo que tuviese un buen trato allá y además aquí estoy de lo mejor.
—¿ Siendo un alma en pena bajo la custodia de Lucebeb?
— No, soy la cerrajera de aquí , soy la encargada de abrir las puertas de este lugar a las almas malas y puedo salir cuando quiera — la niña sonríe apuntándome con su vara — después de la señorita Lucebeb, soy la más poderosa aquí, al menos dentro de estas paredes tengo valor…
Las palabras de Jana se quedaron colgadas en el aire por un segundo.
— ¿Puedes sacarme de aquí entonces? — le pregunto.
— Primero ¿qué haces tu aquí? Y segundo ¿por qué lo haría?— la niña cuestiona juguetona.
— Tu ama Lucebeb me debe algunas respuestas y pensé que aquí podría encontrarlas y bueno ganarías que no te degolle la yugular— le digo calmada pero certera.
— ¿Tu degollarme a mí? ¿Pero como podrías degollar a quien no tiene cuerpo físico? Además recuerda donde estas y aquí mando yo … — la niña me ve incrédula un segundo — no me has dicho ¿quién eres? ¿Cómo te llamas?
— Soy Boule y soy… — pienso lo que voy a decir , primera vez que alguien del infierno no sabe quién soy — soy un demonio.
— ¡Ja! Mentirosita , sabes que es lo mejor de ser cerrajera puedo abrir las puertas de la verdad y la mentira, y del alma , y los calabozos y de muchas cosas , es un trabajo complicado — se ríe la niña — pero en fin , no necesito mi poder para saber que no eres un demonio, hueles a humana por montones. Aunque espera no solo es eso ¿verdad? Me encantan los acertijos.
— Eres muy infantil para tu cargo ¿sabías?
— ¿Eres una bruja? No espera, ¿una vampiro? Si, creo que si ¿pero? ¿Y tus colmillos? Entonces no eres vampiro…
Jana habla rápido y sin parar.
— No te lo diré ¿ok?
— No necesito que lo hagas — la niña rápidamente saca del bolsillo de su vestido un manojo con muchas llaves y toma una, en un parpadear está a mi lado y clava la llave en mi mano, pero no siento dolor — puedo abrir tu verdad si quiero — gira la llave y veo como sonríe.
Una luz blanca aparece en el sitio donde clavo su llave y la niña parece leer esa luz, aunque solo es luz para mí.
— Podrías decirme ¿Qué haces? — apartó mi mano cuando siento que ya es incómoda su actitud.
— Así que eres la princesa de quién tanto habla la señorita Lucebeb, eres más linda en persona.
Dice la niña sonriendo.
— Eres hija del Lucero de la mañana, el ángel caído que se reveló contra él y de…— la niña me ve incrédula, como si algo no encajará para ella— ¿quién se supone que es tu madre?
— ¿No lo sabes tú? La que acaba de decir que puede saber todo.
— Si puedo saber muchas cosas , pero en tu verdad, esa parte está borrada como si a propósito quieran borrar a tu madre de la existencia o de tu vida.
— Bueno si la borraron de mi vida y muy bien — al decir ese supuesto chiste me di cuenta que me termino doliendo o disgustando a mi.
— Nunca había visto eso , nunca , nunca , nunca — a pesar de que dice ser alguien importante, suena infantil aún.
— Si tienes el poder de saber todo, ¿por qué no recuerdas tu nombre?
— Las llaves de mis verdades las resguarda la señorita Lucebeb, pero ella no es mala , no me quito todos mis recuerdos, dejo lo importante para que nunca olvidé porque estoy aquí y que soy una chica buena, solo borro mi nombre , los nombres de mis padres o hace cuánto morí— la niña juega con sus uñas mientras hablas — ella dice que es para que no tenga que angustiarme por ellos y tampoco tenga que buscarlos.
— ¿Y tu no quieres saber de ellos? ¿Vengarte tal vez? ¿Atormentar su existencia?
— No, ¿por qué haría eso? Estoy perfectamente aquí — se aleja de mi, inclina la vara la cual queda suspendida en el aire y ella con sus pies sobre esta, flotando como la escoba de una bruja— pero me llena de intriga, el no saber nada sobre tu madre ¿quién era?
— No creo que sea necesario que lo sepas.
—Claro que si, necesito saber todo, no hay misterio que Jana no pueda descifrar — la niña dice revelando frustración en sus facciones.
— Pero que irónico que quieras saber sobre otros misterios pero el tuyo prefieres omitirlo — camino hasta la niña— no será que tú misma, evitas descubrirlo y así no tener que sentir la decepción de que esos bastardos siguen con vida allá afuera mientras tú estás muerta.
— No es cierto, yo estoy bien , el rencor interfiere con mi labor.
— ¡Mentira! No eres la única con dones mocosa, tus ojos sin vida muestran otra realidad — intento acercarme más pero ella de aleja flotando — estar enfadada, no tiene nada de malo, ¡estás en tu derecho!
Si yo fuera tú los asesinaría con mis propias manos.
— No estoy molesta señorita.
— ¡Claro que sí! — le insisto.
— ¡CÁLLATE! — la niña grita mientras que su báculo revela una superficie afilada, que en tan solo milésimas termina tentado mi cuello , su acción me tomo demasiado por sorpresa y ahora estoy inmovilizada.
— Sabes que tengo la razón — intento usar un tono más pasivo justo ahora o la que terminará con la yugular en trozos seré yo.
— ¡No! ¡No la tienes! — la niña chasquea sus dedos y dos demonios con armadura aparecen de las paredes cavernosas y se posan frente a mi en posición defensiva y ella se aleja, quitando el filo de mi garganta— ¡tú no sabes nada sobre mi! No tienes ni la mínima idea de lo que quiero o necesito.
— Sé que quieres saber la verdad, te gusta y necesitas la verdad para poder existir con tranquilidad — le digo con la intención de dar un paso pero los demonios al frente de interponen.
— Tengo acceso a todas las verdades , obviamente me encanta saberlas.
— No , no todas , no sabes ni tú verdad y mucho menos la mía ¿cierto?
— Ciertamente señorita Boule, cosa que me causa intriga , no puedo negarlo.
— Eres un niña , no uses esas palabras conmigo, suenas igual a Adirael — le digo un poco harta de su formalismo repentino.
— Ya no soy una niña ¿lo olvidas?¡Soy Jana , la cerrajera de este infierno!
— ¿Y no quisieras ser más? ¿O saber quién fuiste quizás? ¿Prefieres durar la eternidad bajo el mismo seudónimo que te otorgaron? Me han dicho que la verdad, es más dulce que el néctar de la gula.
— No tengo inconveniente en seguir siendo Jana, me gusta ser Jana y seguiré siendo Jana pero tú verdad si sofoca los hilos de mi existencia.
— ¿Por qué? ¿Tanto te interesa saber?
— ¿De quién es la hija de lucifer? Obviamente quiero saber pero no sirve de nada si tú pasado está borrado totalmente.
— Entonces te quedarás con la duda , por la eternidad Jana.
— Tal vez no del todo princesa, tal vez tu pasado este marchito pero tú futuro aún no, puedo leer tu futuro y saber quien eres y quien serás y así deduciré quien fuiste— la chica se entusiasma agitando el llavero — fácil ¿no?
— ¿Cómo leerías mi futuro mocosa , no eres oráculo?
— La verdad es una línea a temporal que ya ha sido predeterminada, es casi imposible que escapes de ella, solo entidades con el suficiente poder pueden moldear su destino a su antojo y con ello la verdad de los hechos, la mentira de hoy puede ser tu convicción de mañana si ellos mueven los hilos.
— ¿Y eso ha pasado alguna vez?
— ¿qué cosa? — pregunta desentendida la mocosa , parece estúpida.
— Lo que estás diciendo, que ellos alteren la realidad de los hechos.
— No, nunca, todo ha sido relativamente verdad durante los últimos milenios, hasta que llegas tú, con tu hermosa cara y tu pasado borrado ¿No creo que se tomarán la osadía de ocultar esa parte de tu historia si tan solo fueras la bebé de Lucifer? Así que dime Boule , hija del Lucero de la mañana ¿me permites ver tu futuro?
—Ahora si me pides permiso, cuando hace rato lo hiciste sin mi consentimiento.
— Para ver lo ya sucedido, no necesito permiso porque lo hecho, hecho está, pero para ver el futuro el conducto debe estar de acuerdo con abrir el camino.
— Ahórrate tu magia barata nena , la verdad de mi pasado es simple , mi madre era una humana cualquiera que fue violada por tu Lucerito y mi futuro es cagarme en la putas tumbas de los enfermos que me hicieron nacer— le doy una mirada de cansancio pero severa — solo quiero que me saques de esta mierda Jana.
— Mentira, no sé en cuál de las dos mientas pero mi báculo dice que es mentira, yo en lo personal pienso que es lo de tu madre, no me creo el cuento de que simplemente eres hija de una humana.
— Es la verdad mocosa , no puedes ni descifrar tu mentira y quieres juzgar la verdad de alguien más.
— No te estoy juzgando, simplemente es mentira y la mentira es mentira. Igualmente necesitas salir de aquí y sin mi ayuda nunca lo harás y yo sin saber no te dejare ir tampoco… Así que tú puedes escoger.
— ¿Me estás chantajeando mocosa?
— Estoy dándote una solución rápida , es diferente.
Odio tener que poner en manos de un alma mis decisiones, mis ojos viajan nuevamente alrededor pero claramente sé cuando pierdo y ciertamente ella es la única que puede sacarme de aquí.
Pelear no parece opción, no porque no pueda ganar a estos demonios pero ella tiene poder aquí y yo solo fuerza física, no seria muy coherente de mi parte luchar.
Vuelvo mi mirada a sus iris color plata y su sonrisa ladina me frustra.
— Tu ganas mocosa, yo te daré acceso a la información que quieres pero si intentas algo, no te lo perdonaré.
— ¡SIIIIIIIIIIIII! — la niña pega un grito tan infantil que aturde mis oídos.
Le extiendo mi mano para que haga lo suyo pero la niña se ríe.
— ¿Boule, hija de Lucifer, me permites leer tu futuro? — su pregunta la lanzo mirando fijamente mis ojos.
— Si , te lo permito.
La niña sonríe y guarda sus llaves para rápidamente tomar su báculo, moviéndolo de forma circular y revelando el feroz hierro, pero ahora el filo si atravesó mi cuerpo, trayendo oscuridad y dolor a la vez.