A veces pienso que lo más tétrico de la vida , es ella en si misma.
Bueno al menos para mí, ya en mi interno debate , me confundo y no sé hasta ahora si estoy viviendo o simplemente sobreviviendo.
Cada que mis párpados se dignan a abrirse, contemplo con parsimonia, las tétricas líneas uniformes e insípidas del cielo raso sobre mi cama.
El ambiente en mi entorno se siente pesado y gris , a pesar de que por el ventanal la luz juguetea sin cesar.
Creo que para mí , hoy todo luce tétrico.
Mis ojos vuelven a cerrarse , no es por cansancio, ni tristeza, es solo que encuentro una agradable sensación al dejarme arrastrar lejos de la realidad y lejos de la obligación. ¿Acaso tengo de esas? Ya tampoco recuerdo.
Lo último que mis oídos captan es la voz de Adirael, tarareando algo pero no dura mucho , el sonido lentamente se ahoga por otro que hace eco en mi cabeza.
Son como gotas que caen al suelo húmedo, pero no suena como agua , es un sonido viscoso, espeso, lento pero constante. El sonido viene acompañado por la imagen de un corredor largo, sin fin aparente y como una estúpida ensoñación, la iluminación decadente no podía faltar.
¿Cómo sé que es un sueño? ¿Cómo es que se le conoce a estas cosas?
¿Sueños lucidos? O tal vez solo morí en mi cama y este pasillo, me lleva a un lindo más allá.
¡Ja! Patrañas, “un lindo más allá” , no es algo que me espere a mi.
Mi pies se mueven por inercia, casi arrastrando consigo el líquido a cada paso que doy.
Luego de tanto caminar, las paredes empiezan a parecerme claustrofóbicas y estresantes. Pude deslumbrar una luz opaca al final de la tortura.
En un punto quebrado de mi orientación, ya no tengo idea sí yo me acerco a la luz o ella parece venir hacia mí.
Pero algo es seguro, en cada metro reducido, mi pecho palpita ferozmente, amenazando con exiliar mi corazón de la cavidad torácica.
Un sentimiento asqueroso se pega a mi piel cada vez más, ¿tal vez culpa? ¿Remordimiento? ¿Dolor? ¿Pero por qué?
Me detengo en seco, no aguanto más la sensación sobre mi piel, pero no cesa , la luz acertadamente se aproxima a mi.
En pocos minutos los metros se volvieron milímetros, la luz me atravesó o yo a ella, no estoy segura. Lo único que sé es que se sintió como cruzar finas telas de alta costura.
Me tocó un segundo acostumbrarme a la nueva iluminación, el sonido de goteo se esfumó en algún momento de la caminata sin darme cuenta.
Cuando mi visión se aclara , se presenta ante mi , una escena que parte mi corazón en miles de trozos.
Era mamá en una cama de hospital, con varios cables conectados a su cuerpo y papá a su lado , acariciando con parsimonia los mechones de cabello rebeldes sobre su frente.
Creo que es primera vez que me refiero a ellos como papá y mamá. ¿Será culpa de esta estúpida ilusión?
El rostro de la mujer que me crio , estaba demacrado, denotando agotamiento y tal vez , solo tal vez, una tristeza que ni yo puedo descifrar.
A pesar de sus párpados cerrados parecía triste.
La escena frente a mí, aunque me conmueve , no se me hace familiar.
No tengo recuerdos de esta parte de la historia, ¿tal vez fueron arrancados de mi memoria por él?
Si así lo hizo ¡juro que lo mato!
No es hasta que un doctor llega con noticias a papá, que algo hace chispa en mi cabeza y puedo entender lo que sucede.
El doctor habla sobre un bebé en estado de gravedad y entiendo que no recuerdo esto, es porque sucedió antes de que me adoptaran.
Cuando ellos aún intentaban procrear.
Las lágrimas no se hicieron esperar sobre las mejillas de papá. El doctor se retiró si mas nada que aportar a la situación dolorosa.
Yo en pasos autómatas , abandono también el cuarto dejando a mis padres atrás, al cruzar la puerta del cuarto aparezco en otra habitación mucho mas amplia y con diferentes aparatos médicos.
Luego puedo observar varias incubadoras ordenadas y comprendo que estoy en el retén de niños.
Una de las máquinas hornea bebés, llamó mi atención mucho más que las otras, esta tenía un respirador artificial, una de esas cosas que te marcan el pulso y muchos cables a su alrededor.
Camino hasta ver en su interior y ver a la pequeña criatura desnuda y moviéndose incómodo con los electros pegados a su pequeño cuerpecito.
Un sentimiento de remordimiento se clava en mi pecho como una aguja sin punta y oxidada.
Este era el verdadero hijo de mis padres, su heredero legítimo.
Es mi hermano… Esta indefensa vida, pudo haber sido mi hermano.
O posiblemente no.
El bebé empieza a toser delicadamente, pero al parecer le cuesta y le duele.
Puedo oír su débil palpitar es como un pequeño toqueteo ahogado en el pitido de los demás aparatos.
El toser se vuelve cada vez más intenso y veo al niño llorar, está sufriendo.
Mi primer instinto fue intentar abrir la incubadora para intentar calmarlo pero al tocar la máquina, mis manos la atraviesan como si fuera humo y recuerdo que esto ya pasó, no puedo cambiar lo que pasará aunque lo intente.
Mi deber aquí es ser una cruel espectadora nada más , sin poder mover un dedo.
Quiero salir corriendo de aquí, no puedo verlo sufrir pero mis pies se congelan al suelo, nadie viene en su ayuda, nadie escucha los inaudibles lamentos de Peter.
Ahora recuerdo que ese fue su nombre , lo sé porque mamá conservaba en un cajón un calcetín con ese nombre bordado.
¡Doctoooor!
El grito se quedó solo en mi mente, sin poder formularse del todo.
El niño se retorcía de agonía , por falta de aire, no puedo evitar llorar , algo que muy poco hago.
Pero él era la luz de sus vidas y la vida misma se los está arrebatando.
¡Maldición! ¿Dónde mierda están los médicos de esta puta clínica?
¡No ven que Peter sufre! La mujer en esa habitación se le romperá el alma, si no vienen ahora.
El niño grita tanto, que su pequeña garganta debe doler.
Entre el dolor del niño puedo percibir otra presencia y mi corazón se parte al saber de quién se trata.
Los llantos del bebé cesan cuando el chico del tatuaje en la mejilla aparece , camina lentamente hasta la incubadora.
Aita está sin emociones como siempre, frío y sombrío.
Toma al bebé en brazos o al menos a su alma , pues Peter aún está enchufado pero ahora sin moverse.
Aita me dirige una mirada congelada pero con una leve condolencia. No sé si en verdad se percató de mi presencia o solo miró a la pared vacía.
Se supone que nadie puede verme en este momento, esto es un sueño ¿o no lo es?
Aita desaparece y deja la habitación en silencio y siento un vacío con su partida, algo casi igual al perderlos a ellos.
Poco a poco todo se fue nublando a mi alrededor, hasta quedar en perpetua oscuridad, mi cuerpo se deja caer en un vacío infinito, arrastrando consigo todo a su paso , en un punto de la caída terminé de rodillas , sobre algo suave con los ojos cerrados y las mejillas húmedas.
No pasan muchos segundos para darme cuenta que estoy en mi cama , obligándome a no abrir los ojos.
Una parte de mi piensa en volver a ese lugar y asesinar a todo el mundo por su negligencia.
Mis párpados se separan lentamente , es como si estuvieran unidos por cadenas de hierro.
Al abrirlos completamente me doy cuenta de mi estúpida posición, vulnerable y humillante.
¡De rodillas y llorando! Que nefasta me veo.
— ¿Cómo hiciste eso?— al escuchar la voz suave , me incorporo rápidamente y me siento correctamente.
Aita está sentado a la orilla de la cama , viéndome intrigado, detrás de el niño, un Adirael desconcertado reluce impecable.
— ¿Cómo hice que? — le pregunto tratando de sonar calmada y serena, pero fue un intento patético , mi voz se quebró a medias.
— ¡No te hagas la estúpida! Sabes de lo que estoy hablando ¿cómo llegaste hasta allá?
— ¿Eres enfermo o qué? Ella no ha ido a ningún sitio, la he estado vigilando mientras dormía — replica Adirael.
— ¡Responde niña! — Aita ignora totalmente a Adirael , sus preguntas son neutrales pero certeras.
— No lo sé ¿ok? Solo me dormí y terminé allá y como mierda tu lo sabes ¿pudiste verme entonces?
— ¿A dónde fuiste? ¡Que mierda está pasando aquí! — Adirael se levanta alterado.
— Resulta que tú “princesa” aquí presente, hizo algo que ni los demonios ni los ángeles pueden hacer, algo que está prohibido.
— ¿Qué hiciste Boule? — pregunta Adirael, viéndome con su mejor mirada juzgante.
— Yo no hice nada, para que crees que quisiera viajar al pasado y no poder cambiar nada , es una mierda ilógica.
— ¿Cómo que viajaste al pasado?— Adirael abre la boca sorprendido.
— Bueno , viajar ,viajar no — habla Aita — porque viajar implicaría que su cuerpo físico estuvo en esa época y solo fue su espíritu quien logró cruzar los límites de una manera muy carente pero igual, muy inusual para un mortal. Tu no deberías poder hacer eso , ni la basura esta puede hacerlo — se refiere despectivamente a Adirael.
— Mierda Boule ¿cómo se te ocurre hacer eso?— el regaño de Adirael me hace entender que es malo lo que pasó, pues ignoró totalmente el insulto de Aita.
— Que yo no lo hice , al menos no intencionalmente y además como sabes tu eso, si se supone que me viste hace 20 años atrás , en ese recuerdo— mis palabras van dirigidas al niño del tatuaje.
— Soy la muerte para mí no existen límites en el tiempo ni en el espacio, por eso puedo estar enterado de quien murió y quién morirá, además de poder estar en cualquier lugar sin limitaciones. Digamos que vivo en diferentes épocas sin la necesidad de viajar en el tiempo, es como si existieran miles de mi , en diferentes años pero todos soy solo yo, es difícil de explicar a un mortal — Aita cierra la conversación después de eso.
— Esto traerá trabas a tus planes , estás consciente de eso , es mejor que paremos de una vez princesa, podrías tener la vida que quieras, no es necesario seguir jugando a los matones — Adirael intenta como siempre convencerme de abandonar mi misión.
— No, esta vez no te traerá problemas , solo por esta vez y eso que corriste con la suerte de que yo estaba presente, en ese momento del tiempo y pude ocultar tu presencia en ese tramo de la historia pero si vuelve a pasar y yo no estoy presente, no correrás con la misma suerte , así que controla tus estupideces — Aita es uno solo con la seriedad en este mismo instante.
Adirael le dirige una mirada asesina por llevarle la contraria y Aita solo lo ignora.
— Enano , estás seguro de que “Él” no se dio cuenta — Adirael le pregunta al otro chico.
— Peores cosas han pasado frente a sus narices y no ha movido ni un dedo — le responde Aita pero sin mirarlo — me debo ir pero no sé te ocurra volver hacer eso.
Aita se desvanece en un parpadear de ojos.
Me anticipo a lo que viene ahora y decido hablar.
— No vallas a empezar con tus sermones, que igual sabes cuál es mi postura ante todos ellos y no, no sé cómo mierda hice eso, pero ten seguro que no volverá y ni quiero que se repita — me levanto de la cama y tomo mi bolso — así que muévete, tenemos trabajo.
Empiezo a caminar hasta la puerta, no quiero hablar más sobre el tema y siento una impotencia que debo desahogarlas con alguien o en algo.
Adirael se resigna y se pega a mi espalda — podrías siquiera decirme que viste allá , estabas llorando y eso es inusual en ti — pregunta el demonio mientras salimos a la calle.
— Eso no te incumbe — le digo cortante pero la realidad es que yo también quiero cortar ese recuerdo de mi mente.
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La tarde llegó sin avisar, en lo que para mí parecieron pocas horas desde que salí del hotel esta mañana, pero Adirael me ha estado dando vueltas en círculos por todas las avenidas de Berlín, con la excusa de que no averiguó bien la dirección del sitio a donde vamos.
El viento mueve estrepitosamente mi cabello suelto, a pesar de que a la velocidad en que vamos en la moto es muy lenta para mí gusto.
Adirael siempre quiere ser cuidadoso, para evitar accidentes dice él.
No sabrá cuántas miles de personas mueren en una motocicleta, así que si nos pasa seremos solos un número más en las estadísticas e igual, tampoco es como si fuéramos a morir.
Dos llantas en el asfalto han sido la perdición de muchos pero la mía no será.
— Puedes hacerme el favor de llegar de una vez al sitio — le doy un golpe al costado al conductor frente de mi.
— No me golpees , podemos estrellarnos — me dice Adirael a través del casco, que tapa todo su rostro.
— Ojalá — refunfuño entre dientes.
La moto desacelera poco a poco y frena frente de un edificio no tan grande, debe ser una sucursal de las agencias de loterías.
Bajo de un salto de la moto y en menos de cuatro pasos agigantados, me abro paso a través de las puertas de cristal.
Y para mí sorpresa no veo nada de lo que esperaba encontrarme , lo que veo son libros por doquier, mi confusión inmediata supongo se plasma en mi cara.
Volteo para ver al demonio pero este nunca se bajó de la moto , solo se quedó allí viendo su celular.
Avanzo unos cuantos pasos más para descubrir si los libros tan solo son la fachada de algo perverso, pero todo tiene un aura común, hasta a incienso de coco huele el ambiente.
De la nada aparece un chico a mi lado, pronunciando unas cosas indescifrables para mí.
Volteo a verlo y sus ojos estúpidamente azules, como raptados del propio cielo, me ven con delicadeza.
¿Por qué no entiendo lo que dice?
— Hallo, guten Tag, wie kann ich Ihnen helfen?
¡Mierda! Soy tan estúpida que no me acordaba que estoy en otro país y ni me esmeré en aprender el idioma y así pretendía secuestrar a alguien.
Camino velozmente a los estantes con libros, dejando al chico detrás, no volteo a ver su mirada , solo busco un libro que enseñe el idioma, un diccionario o algo que pueda tocar y entender el palabrerío que suelta el muchacho tras de mí.
—Fräulein, sagen Sie mir, wonach Sie suchen, und ich kann Ihnen helfen — habla el sujeto y aún no entiendo nada.
Tres pasillos y no veo nada que se le parezca a lo que busco y no entender los letreros tampoco ayuda mucho.
Veo un libro que dice dictionary y Wörterbuch , supongo que ese es un diccionario, lo tomo en mis manos y como si fuesen balas , las palabras se clavan en mi cerebro, una a una, tan rápido que duele y en menos de 30 segundos entendía las palabras pero aún me faltaba la gramática, fonética, sintaxis y demás, así que giro sobre mis pies , el estúpido del chico me seguía.
Veo cada estante en busca de algo que me sirva y un libro gordo y grueso, fue el indicado para la tarea, camino tomándolo sobre mis palmas y sin siquiera abrir la tapa, el dolor, en la sien comenzó.
— Ese libro es de aprendizaje señorita, ¿viene por uno de esos? Tenemos una promoción de cuatro libros por el precio de tres— las palabras del muchacho fueron totalmente entendibles esta vez para mí.
Lo veo de arriba abajo, analizándolo y aunque mi mirada se detuvo magistralmente, en el bulto muy notorio en su entrepierna, él no es lo que busco justo ahora.
Ignoro su presencia y salgo del lugar, sin dirigirle palabra ni otra mirada.
Adirael me espera afuera , con una estúpida sonrisa, como si supiera lo que pasaría.
— Scheisse! , Adirael eres un imbécil, eso es una librería , no la puta agencia de lotería que buscamos, estás jugando conmigo ¿cierto? — escupo mis palabras al salir.
— Boule , yo no tengo la culpa que seas tan impaciente e inmadura, no te detuviste a preguntarme nada , ni mucho menos te apegaste al plan que pasé toda la noche recitándote, crees que esto será tan fácil como asesinar aquella mujer en España, no te has puesto a pensar un mínimo de tiempo las consecuencias de tus actos y no, no hablo sobre tu padre — el demonio camina hasta mi , se coloca a mi lado viendo la moto estacionada — hablo sobre consecuencias mundanas, acuérdate que aun eres humana , dejas rastros como un asesino asqueroso de este mundo, te has detenido a ver las noticias sobre el homicidio de Germai, la policía te está buscando y además a quien quieres secuestrar no es una diseñadora de moda , es un puto pez gordo, aparte de policías quieres que la mafia también te busque.
— ¿Y eso que interesa?
— ¿Eres tan idiota? No eres inmortal Boule, una puta bala entre tus ojos y todo se acaba.
— Sé las consecuencias y estoy dispuesta a enfrentarlas, mi venganza no se parará por miedo y mucho menos por cosas como la “cárcel “ sabes que unas rejas, no me detendrán ni una noche .
— No ves que busco protegerte — el demonio se gira a verme, justo ahora sus iris son rojas, no están camufladas.
— No quiero tu protección, no soy una niña — mis palabras fueron secas y certeras.
Él pareció entender el mensaje, solo dejó escapar un suspiro, no sé muy bien de que.
— Ok , allá al frente está lo que buscas , solo recuerda después de cruzar su frontera, estás en su territorio y las balas no temerán en tocarte.
Sigo su mirada y del otro lado de la calle, está un edificio enorme, justo lo que buscaba.
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