Capítulo 1- “Si Acepto”

1780 Words
[KEIRA] 2 semanas Después: 10 de noviembre Paris, Francia Tal vez durante toda mi adolescencia jamás cometí una locura que pudiera avergonzar a mis padres. Ellos siempre decían que era la hija perfecta, que estudiaba, me portaba bien, que era una joven de sociedad y que seria la sucesora ideal para todos los negocios de la familia, en pocas palabras, siempre hice lo que esperaban de mí. Hoy, por primera vez estoy por cometer una locura, y una que es consecuencia única y exclusivamente del amor que siento por un hombre que golpeo a mi puerta e hizo que toda mi vida cambiara completamente cuando menos creía en el amor. En otro momento de mi vida, mi lógica me hubiera dicho a gritos que todo esto estaba mal, que si nuestras familias no apoyaban esta boda debía de ser por algo y que lo mejor sería esperar, pero la lógica desapareció el día que conocí a Dane, él se llevó todo dejándome solamente un mundo donde las emociones gobiernan y los besos que nos damos son ley. La Keira Olavarría que todos conocían ha quedado atrás a partir de su llegada, él me transformo en una versión de mi misma que me gusta más, que me hace sentir libre tal y como dice él, y que le a vez sigue siendo aquella mujer responsable a la hora de los negocios. Me miro al espejo y sonrió como una tonta al verme vestida de esta manera… imagine mil veces como sería mi boda, es más, planifique una de principio a fin para que después otra mujer disfrutara de todo lo que me costo meses planificar, per esta noche todo es diferente. Mi vestido es tal cual como lo soñé alguna vez, la parte superior está prácticamente dibujada a mi cuerpo en un corsé con trasparencias y flores incrustadas a mano en los lugares precios, los cuales también incluyen unos breteles transparentes. La falda del vestido es más amplia con tules y flores que me hacen parecer salida de un cuento. Amo cada mínimo detalle del vestido que mi amigo Pierre diseño para mi en un tiempo récord cuando le dije que vendría a casarme a Paris. Dane y yo hemos escrito muchas paginas de nuestra historia en este corto tiempo que llevamos juntos, pero dicen por ahí que el amor no entiende de tiempos ni de reglas, y hoy doy fe de que eso es cierto. Él y yo sabemos muy bien que lo importante no es cuantas paginas hayamos escrito hasta ahora, sino las que vamos a escribir a partir de este momento, y es exactamente eso lo que me lleva a cometer esta hermosa locura. [DANE] Me miro al espejo mientras termino de acomodar el moño del esmoquin color n***o que llevo puesto, y sonrió ante todos los pensamientos que se cruzan por mi mente. Solo con darme cuenta de la gran locura de amor que estamos a punto de cometer, mi corazón se acelera de una manera sin precedentes. Honestamente, después de lo de Salma creí que jamás me volvería a enamorar, mucho menos imagine qué pensaría en casarme con alguien. Sin embargo, aquella noche que ella abrió la puerta de la suite de aquel hotel donde se estaba quedando, todo cambio en mi vida. No me imagino sin ella, sin sus besos, sin su mirada, sin sus palabras llenas de sensualidad, y sin sus manos acariciándome como lo hacen cada noche. Definitivamente la quiero en mi vida para siempre, y no me importa lo que diga la gente. —Estoy lista mi amor— escucho que me dice mientras que la puerta que divide el salón de la habitación de esta suite se abre y al levantar mi mirada me quedo idiotizado ante su belleza, la cual se refleja en este espejo frente a mis ojos. Lentamente me giro y me quedo mirándola detenidamente. Su largo cabello castaño cae en ondas por encima de sus hombros y ese maquillaje en colores neutrales que lleva en sus ojos hacen que la luz de su mirada me enceguezca como lo hizo la primera vez que la vi, aunque en aquel momento no lo quise aceptar «¿Qué puedo decir de la manera tan perfecta en la que le queda ese vestido?» Es mi mística sirena hecha una realidad, camina hacia mí, me sonríe y lleva sus dedos sobre los míos para ayudarme a acomodar el moño —Te ves increíblemente hermosa— le halago y al ver cada detalle suyo y vuelvo a sentir que ella es mi lugar en el mundo. Nunca imagine que llegaría a encontrarlo todo en una sola mujer, ella se ha convertido en mi amiga, mi compañera, mi asesora para abrir mi propia empresa, mi amante, la madre que quiero para mis hijos, y la que me sostiene de la mano durante las tormentas al igual que yo lo hago con ella. —Tú también te ves muy guapo, tengo mucha suerte de que te hayas fijado en mi— me dice divertida y no puedo más que sonreírle. —Suerte la mía que una mujer como tú me haya hecho ir a su puerta y que me hayas prestado atención, pero creo que esto lo podemos conversar luego, ¿no? Creo que nos esperan— propongo mientras llevo mis dedos a su cabello y la acaricio con delicadeza. —Si, ahora es mejor que nos vayamos, la limusina ya nos debe estar esperando afuera— me dice y respira profundo —Estoy nerviosa— admite haciéndome reír. —Y yo, no creí que este día se convirtiera en una realidad— admito divertido. —Pero ha llegado y aquí estamos siendo valientes para unir nuestras vidas a pesar de todo y cuando todo esto salga a la luz, atenernos a las consecuencias— comenta y sé que esto es una de las cosas que más nos preocupa a los dos, pero también estamos dispuestos a seguir adelante. —Eso no nos tiene que importarte ahora sirena— le digo y besos sus labios suavemente haciéndola sonreír. —Amor, vamos... — insiste y la tomo de la mano. —Vamos— rebato y bajo el manto de esta emoción que nos envuelve a ambos, salimos de nuestra suite. Se podría decir que somos el centro de atención de todas las miradas mientras que caminamos por los pasillos de este hotel, el cual cabe destacar que no es de su familia, "toutes nos félicitations" (felicidades) nos dicen los huéspedes del hotel mientras que nos ven pasar y les sonreímos y agradecemos mientras que seguimos caminando. Como estaba planificado, la limusina blanca nos espera en el área de valet y una vez dentro, una botella de champagne se hace compañera nuestra de camino a la capilla donde en tan solo algunos minutos uniremos nuestras vidas para siempre. —Estoy pensando que no se si es tan buena idea que bebas champagne— bromeo al verla disfrutando del final de la bebida en su copa y su cara es un poema. —¿Por qué? Sabes que me encanta— me pregunta sonriente. No puedo más que sonreírle y acercarme a su oído con toda la intención de ponerla nerviosa —No quiero que te embriagues antes de nuestra noche de boda— le susurro al oído y su risa me contagia. —Eso jamás…— sentencia y me mira de manera sensual. —Me alegra saber que también esperas ese momento con ansias— rebato entre risas cómplices que terminan en un beso que de seguro tendría intensiones de convertirse en algo más si no fuera porque estamos de camino a nuestra boda. —Detengámonos aquí, que la noche de bodas aun no llega—  me pide de manera juguetona. —Lo sé, primero nos convertiremos en marido y mujer para luego celebrar a nuestra menara— acepto y no hay detalle de ella que no me fascine, su sonrisa, su picardía, esa manera tan sensual que tiene de ser y la manera que me mira… El chofer de la limusina se detiene frente a la entrada de esta hermosa capilla parisina, y una vez que baja, viene a abrirnos la puerta para que bajemos nosotros también. —Te ayudo sirena— le digo con caballerosidad mientras le ofrezco mi mano y la toma para bajarse ella también y acomodar su vestido una vez que está a mi lado. La adrenalina que siento en estos momentos no se compara con nada, la emoción es tan grande que no me cabe en el pecho y mucho menos cuando después de entrar juntos de la mano a la capilla, allí esta el cura esperándonos. Quizás nada sea ni muy romántico ni muy tradicional en nuestra unión, tampoco estamos rodeados de amigos y familiares, pero si hay algo que tengo por seguro, es que este es el día más importante y feliz de mi vida. Frente a mi tengo a la mujer que me ha sorprendido con un amor que no esperaba, que de repente se ha convertido en el motor de mi vida, y que a pesar del dolor que hemos sufrido por nuestras anteriores relaciones, hizo que transitáramos un camino nuevo en todo esto llamado “amor.” El día que la conocí creí que se convertiría en una pesadilla para mi vida, pero no pude estar más equivocado… ella se salió de mis sueños para hacerlos realidad y dejarme saber que en la vida las cosas no siempre llegando cuando las esperas; mucho menos el amor. No tengo la certeza de que todo esto será perfecto o no, pero si sé que será real como cada uno de los momentos vividos. Cada beso entre los dos, cada palabra dicha, cada caricia, cada noche juntos, cada promesa, todo ha sido legítimo, a pesar de cualquier contrato que existió. Tengo el corazón lleno de intensiones por cumplir la promesa que nos estamos haciendo en estos momentos, una donde solo seremos nosotros dos para amarnos, respetarnos, sernos fiel y estar en las buenas y en las malas. Es este "los declaro marido y mujer" que dice el cura, lo que hace que sonriamos como dos locos enamorados que han cumplido un sueño, es el momento donde mis labios se acercan a los suyos los que sellan este instante donde todo se convierte en un nuevo inicio entre los dos; un amor sin contrato y lleno de libertad para ser feliz. —Te amo— decimos al unísono y volvemos a besarnos como si en este sitio hubiera muchísimas personas aplaudiendo nuestra unión, pero solo hacemos falta ella y yo para sentir que es así.
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