- ¿Un almuerzo en casa de mis padrinos? .- Pam se congeló. - Si, pasaremos el día en casa de tus padrinos, tal y como solíamos hacer en el pasado.- La señora Spencer sonrió con emoción. - No creo que pueda ir.- Aclaró su garganta. - Dijiste que aceptarías ir a casa de tus padrinos, ellos han estado esperando por tu visita. - Sí pero no dije nada sobre quedarme allí todo el día y mucho menos sobre una reunión familiar. - Pues ya está decidido. Tus padrinos están preparando todo para recibirnos. ¿Piensas fallarles? - Mamá.- Resopló. - Hija.- El señor Spencer se acercó y sostuvo los hombros de su hija con suavidad.- Se que no tenemos derecho de obligarte a hacer nada que no quieras, nunca lo hemos hecho. Es solo que con tu regreso quisimos recordar el tiempo pasado cuando toda la famil

