Jackson Todo en Gabby era embriagador. Cuando me besó, sentí como si hubiera estado ahogándome toda mi vida y finalmente hubiera roto la superficie, y pudiera respirar de nuevo. Cuando me tocaba, mi piel ardía de una manera que me hacía sentir animado, como si hubiera vuelto a la vida. Cuando estaba desnuda, tocarla era como un sueño. Su piel era suave, sus labios perfectos, y la forma en que gemía y jadeaba cuando tenía mis manos en sus pechos y mi boca en su cuello hacía que mi polla, ya dura, se endureciera aún más. La deseaba tanto. Quería estar dentro de ella, sentir cada centímetro de su cuerpo, por dentro y por fuera, mientras me deslizaba hacia adentro con cada embestida. Pero no quería apresurar las cosas. En mi oficina ese día, no habíamos tenido mucho tiempo, pero esa noche

