GABRIEL —¿Estás embarazada? —pregunté. Negué con la cabeza. Ya lo había dicho… ¿verdad? —Sí —Tessa me miró con los ojos muy abiertos. Lo siguiente que supe fue que yo era el que paseaba de un lado a otro por la habitación de invitados. Estaba embarazada. De un bebé. Maldita sea. Pero antes de hoy, solo habíamos tenido sexo una vez. Y usamos condón. —¿Cómo pasó esto? —agité la mano—. Es una pregunta estúpida. Sé cómo pasó. Supongo que los condones fallan a veces. Mi mirada descendió a su vientre. Había un bebé creciendo ahí dentro. Y no cualquier bebé. Nuestro bebé. El bebé de Tessa y mío. Una emoción me recorrió. Lo cual era una locura. No quería hijos. ¿O sí? En realidad, no lo sabía. Nunca lo había considerado, no en serio. Tessa se mordió el labio. —Yo tampoco esperaba es

