Patricia —Tengo una propuesta para ti —dijo Wesley. Estaba en el umbral de la casa de huéspedes, con un bañador azul coral y una camiseta verde con el logo de los Oakland A’s en el centro, y tan guapo como siempre. —¿Ah, sí? —pregunté. Era el día después de mis pruebas positivas. —Hoy Dylana está en casa de una amiga para jugar. No quiero suponer que ya tienes planes, pero si no los tienes, me encantaría llevarte a algún lugar divertido. —¿Algún lugar divertido? —levanté una ceja y apoyé un hombro en el marco de la puerta—. Te escucho. —¿Eso significa que no tienes planes? —El tono esperanzado de su voz lo hacía irresistiblemente adorable. Reí. —Quizá decida eso cuando me digas a dónde quieres llevarme. Negó con la cabeza. —No, no podemos hacerlo así. Eso le quitaría la diversión.

