Patricia
—Carne y puré de papas. —Sonreí al mirar el plato—. Jamás lo habría adivinado.
Wesley se rió.
—¿Soy tan predecible?
Llevé mi copa de merlot a los labios y le dediqué a Wesley una sonrisa privada por encima del borde.
—Aún no estoy segura. Solo recuerdo que me dijiste que era tu comida favorita.
—Ah, cierto. —Los ojos azules de Wesley brillaron—. Se me había olvidado lo de los espaguetis. Tienes buena memoria.
Dylan levantó la cabeza de su plato. Hasta ese momento, había estado empujando el puré de papas con el tenedor. Su carne estaba cortada en trocitos para que pudiera masticarla mejor, una consideración cuidadosa de su padre.
—¿Qué cosa de los espaguetis? —preguntó.
—Comimos espaguetis el otro día —respondió Wesley, extendiendo la mano para revolverle el cabello a Dyla
