Jackson Me tomó más de cinco años sacarla de mi cabeza. Cinco años en los que aparecía en mis sueños sin avisar y me arruinaba el día. Cinco años en los que trabajaba duro, seguía adelante, y de repente su rostro se me venía a la mente y me dejaba en el suelo. Después de tanto tiempo, pensé que ya había superado mi extraña adicción por Gabriella. Hasta el momento en que la vi de nuevo. Fue como si todo volviera a enfocarse. Como si hubiera caminado por la vida con todo a mi alrededor borroso, y de repente, con ella ahí, la imagen fuera nítida. Y ahora, estaba justo aquí, bajo mi nariz, donde podía vigilarla. —Estaba jodidamente alterada, hermano —dijo Austin cuando se sentó en mi escritorio, balanceando las piernas como un niño—. Pensó que no le estaba prestando atención. Primero, tu

