Capítulo 3

3009 Words
Finn 11:00am — A algunos del internado le caes un poco mal. — me expresa Manu sonriendo, él se parece mucho a alguien que me atraía anteriormente pero nunca supe cómo se llamaba y buscar en google "chico de las flores" no era de ayuda y estúpidamente lo hice. — Admitiré que a mí me caías mal hasta que te conocí. — interrumpe Simon. — Es bueno ser honesto. — son las únicas palabras que me llegan a la mente, y el ambiente es un poco pesado. — ¿Ya sabes con quien te quedaras? —pregunta Froy algo intrigado y Cody le da un empujón. — No, la verdad aún no tengo ni la más mínima idea si quiera que es lo que quiero. —contesto con toda sinceridad. — Es que eres demasiado joven. — expresa Ivan — Yo a tu edad estaba deseando todo pero jamás me había pasado por la mente algo así, es…es una locura sinceramente. — menciona riendo. — Pero sabes que habrías venido si hubieras sabido de este internado antes. — digo y antes que conteste lo interrumpo. — Y sé que es así porque justo ahora lo tienes en mente. — Al terminar todos se echan a reír y sé que todos lo están pensando ahora. — Yo puedo arreglar tu problema con tu virginidad. — dice Simon algo divertido. — Para mí no es ningún problema. — Gracias por la oferta, eres atractivo pero creo que esperaré que alguien decente lo haga. —explico mirando por la ventana y al ver a mi lado llega Manu con una taza de chocolate caliente. — Gracias… pensé que a ustedes los entrenan como pasivos y sumisos, no como activos. — Ellos nos entrenan pero a nosotros también nos gusta dar a los demás. — explica Cody — Es tonto limitarse a los placeres de la vida. — Hmm, bueno y quisiera saber es… ¿Cómo es todo eso? Me refiero es a ¿Cuándo se tiene sexo con los profesores? —pregunto de manera curiosa mientras bebo la bebida caliente y acurruco la taza en mis manos. — Bueno a veces a mitad de una clase nos llaman, mientras el profesor tenga la hora libre, también si lo desean nos pueden llamar por las noches, y puedes pasar todo el fin de semana con él, escuché que si el profesor le encantas demasiado tendrás la oportunidad de quedarte durmiendo con él siempre en su propia habitación. — explica Ivan como si fuera vendedor de algo o promocionando un producto lo cual causa una pequeña risa entre todo el grupo. — Y ¿Eso es como si fueran novios o algo? — pregunto intrigado. — Sí, pero no me creas, nosotros no lo hemos visto, solamente son rumores de algunos chicos de la sección D, o sea que me refiero al norte de la mansión. —continua explicando Ivan. — ¿Estos profesores no son los únicos que están? —pregunto algo extrañado. — No, hay varios pero pertenecen a otras secciones así como la mayoría de los otros estudiantes que le caes absolutamente mal, los profesores que vistes hoy, son de nuestra sección. — explica Cody. — Bien, bueno me gustaría conocer en un futuro a esos profesores. —digo de una manera carnal y todos se echan a reír a excepción de Manu. — ¡Joder! Que sexi eres. — expresa quedándose sin aliento y luego siento mis majillas y oídos arder ¿Qué está pasando? — Bueno eso es nuevo, me gustaría ir a mi habitación ahora. —digo para intentar cambiar de tema. — Está bien. — contesta Simon rápidamente. — Nos veremos un rato en el almuerzo. — De acuerdo. —contesto y me levanto del sillón para proceder a irme y me retiro de la sala. Camino hacia mi habitación y veo cada pequeño detalle de la misma la cual no me había percatado anteriormente, poco a poco avanzo dentro de mi habitación y le hecho el pestillo a la puerta, luego procedo a cerrar los grandes ventanales y les coloco las cortinas, me acuesto sobre la cama y dislumbro la estructura artística sobre el techo, dónde pequeños ángeles se encuentran posando y llevando flores en sus manos, aparto mi cabello de mis ojos y pienso darme una ducha antes del almuerzo, así que solo me desnudo y entro a la ducha. Al salir de mi baño me coloco solamente el bóxer y luego me meto a la cama, agradezco por un segundo no tener que compartir baño con nadie hasta que siento un pedido cansancio acaparando mi cuerpo y al segundo me quedo dormido. 12:00pm Es el sonido de la puerta que logra despertarme y me levanto deprisa, miro algo extrañado la puerta y luego veo la hora en mí celular ¡Mierda! Me levanto rápidamente pero aún no he desempacado mi ropa, así que no logro ponerme ropa más allá de una simple ropa interior hasta que escucho pasar una llave por la cerradura de la puerta y logran abrirla, al observar en dirección a la entrada es Sean, me mira un rato con expectación, luego rápidamente cierra la puerta detrás de él. — ¿Por qué entraste? —pregunto algo confuso y nervioso, aún sigo en ropa interior así que todo se me vuelve un poco incómodo ya que no soy el tipo de persona de estar exhibiendo mi cuerpo y tampoco estoy cómodo al estarlo haciendo ahora. — No contestabas y pensé que te había pasado algo grave. —contesta mirando mi cuerpo de arriba abajo. — Te pido por favor que dejes de verme así. — digo mientras tomo una toalla grande y me cubro el cuerpo. — Lo haría pero es imposible hacerlo. —contesta de una manera seductora el cual tiene poder en mi cuerpo y quiere ceder al deseo. — Solamente sal de la habitación, saldré en un momento con ropa. — explico tratando de controlarme. Camina lentamente hacia mí y me muestra en sus manos mi libro, debí dejarlo en la sala con los chicos pero no entiendo ¿Por qué no me lo entrego uno de ellos? Se coloca detrás de mí y se extiende hasta la mesa para dejar el libro en ella, siento todo su cuerpo sobre mí y huelo todo su aroma cargado de perfume lo cual es embriagador y excitante, fija sus ojos azules en los míos, lo observo mientras que la adrenalina ligada con excitación y deseo chocan en mi estómago. — Sé que me deseas, y estamos muy claros que yo te deseo también. — dice él mientras tira de la toalla y esta cae al suelo dejando todo mi cuerpo al descubierto, pasa sus manos por toda mi espalda, y su tacto tiene poder sobre mí. — Aun no estoy listo. — digo rápidamente antes que suba más de calor y excitación la habitación. — Aun no estoy listo. — digo por segunda vez y él me mira con ternura y me besa en los labios suavemente. — Entonces te esperaré, no hay problema. —contesta tiernamente y me besa otra vez en los labios. — Te esperaré afuera, vístete rápido que ya todos nos están esperando en la gran mesa para almorzar. — Está bien, solamente me llevará un momento. — esas son las únicas palabras que logro articular mientras continuo sintiendo un cosquilleo en los labios. El sale de la habitación y un segundo después saco todo el aire de mi cuerpo dejando que todo mi ser se relaje por lo ocurrido, golpeo un poco mis mejillas para traerme nuevamente a la tierra y me encamino a sacar de la maleta una camiseta blanca y un overol de jean n***o, me lo coloco rápidamente y luego saco una camisa de vestir de cuadros rojos con n***o, me coloco los zapatos rápidamente, camino hacia la puerta y antes de abrir me regreso y tomo mi celular. —¿Listo? — pregunta Sean y yo solamente asiento con la cabeza. — Andando entonces. Caminamos lentamente pasillo tras pasillo, no había estado en esta parte de la mansión y observo todo el lugar detalladamente, pero me encuentro incómodo con Sean que rodea mi cintura con su brazo. — Estoy notando tu cuerpo un poco tenso ¿estas nervioso? — pregunta él mirándome fijamente a los ojos mientras caminamos lentamente ahora. — Me encuentro algo incómodo y nervioso...contigo. —contesto y luego dirijo la mirada al suelo, tengo mucha vergüenza justo ahora y no deseo que vea mi reacción. — Me gusta saber entonces que tengo poder sobre ti, como tú lo tienes sobre mí. —contesta poniéndole gracia al asunto y pienso que sea mejor así, de igual forma me es imposible no perderme en sus tonalidades azules de sus ojos. — Me gustaría pedirte algo. — Sí claro. — contesto rápidamente maldita sea debo controlarme. — Si no me elijes a mí, por favor no vayas a elegir a Pietro. — dice mirándome preocupado. — ¿Por qué lo mencionas? —pregunto algo confuso hacia el asunto ¿Tendrán alguna rivalidad? — No me gustaría verte con él, es todo. — dice y sé que hay algo más en ese tema pero prefiero no pensar en eso ahora. — No te prometo nada, solamente te diré que lo pensaré. — contesto mirando hacia otro lugar. — De verdad me gustaría que estuviéramos juntos tu y yo. — explica mirándome a los ojos. — Para solo sexo, no es por hacerte sentir mal, pero sé que esta escuela solo se trata de sexo y ya, pero sigo siendo romántico y todo eso y...pienso que si quieres sexo de mi, lo puedes buscar con los otros estudiantes sin que me arruines mi primera vez Sean. —Finn pero yo no.... — Llegaremos tarde, andando. Llegamos al gran salón, salvado por un segundo, no sabría cómo contestar a sus siguientes palabras, en la entrada nos espera un señor adulto de mediana edad y nos abre una gran puerta de madera, agradezco gentilmente y el señor baja la cabeza hacia mí, al mirar el lugar noto una gran mesa de mármol en la parte céntrica de la gran sala, donde se encuentran al menos unas doscientas personas, todos visten elegantemente y eso crea que me ponga un poco o demasiado incómodo, agarro a Sean de la mano y le hablo a susurros. — ¿Por qué no me dijiste que tenía que vestirme formal para el almuerzo? — le pregunto algo incomodo. — Porque te ves muy bien como estas, te ves más deseable a mis ojos. — contesta él mientras da una sonrisa. Me coloco al frente de todos en la mesa y Sean me ve con el ceño fruncido pero lo ignoro y comienzo hablar ante todos. — Antes que nada me gustaría disculparme por mi vestimenta, no había sido informado que debía vestir formal para la ocasión, mis más sinceras disculpas. — expreso y todos comienzan a susurrar entre sí, luego comienzo a caminar hasta mi asiento asignado. Todos se me quedan mirando algo atónitos por lo que sucedió hace un momento, aunque no entiendo el porque, ya es algo normal que cualquier persona se disculpe por cualquier cosa, me acomodo en el asiento y se encuentra en mi fila todos los de mi grupo y al frente de mí se sienta Sean como sPietro pero a su lado se encuentra el profesor Pietro. — Bienvenido otra vez. —me dice Pietro con una sonrisa maliciosa y yo sonrió amistosamente. — Gracias. —contesto bajando un poco la cabeza y luego me doy cuenta que Sean me mira con mirada fulminante. Antes de que pueda hablar con él aparecen hombres de mediana edad con los platos de comida y la sirven sobre la mesa junto con las bebidas, pensé que todo esto sería una pesadilla pero es mejor de lo que pensé, terminamos todos de comer y luego empezamos a hablar entre todos dejando un bullicio en expansión sobre toda la gran sala hasta que Simon interrumpe. — ¿Cuándo comeremos el postre? — pregunta en voz alta y unos chicos se alteran un poco. — ¿Qué sucede? — le pregunto a Manu en voz baja para lograr comprender lo que sucede. — Ya lo verás. —expresa él rápidamente y se queda en silencio. El profesor Ben se levanta de su asiento y no lo deja de mirar fijamente. — Sabes lo que significa ¿Cierto Simon? — pregunta Ben y él asiente. —Arriba de la mesa, ahora — dice y por un segundo me observa pero luego fija su mirada nuevamente en Simon. — Finn puedes salir cuando quieras, ya que eres nuevo en esto, pero los demás deben mirar, deben aprender modales. Sean me da una mirada preguntándome si quiero salir pero niego con la cabeza, el profesor Ben tira todo lo que se encuentra en la mesa y Simon se acuesta sobre ella y de seguido el profesor rompe los botones de la camisa de Simon y luego se la quita pero le deja la corbata blanca puesta, hábilmente Simon se quita los zapatos, y Ben continua quitándole los pantalones y bóxer pero no le quita los calcetines largos que le llegan mucho más allá de la rodilla dejando así que se vea todo su cuerpo. Ben lo besa deseándolo y continua sus besos hasta llegar a su abdomen y procede a tomar su m*****o en mano y empieza a masajearlo de arriba abajo lentamente, Simon le desabotona la camisa a Ben rápidamente, dejando a la vista su exquisito cuerpo. — Abre las piernas. —gruñe Ben y Simon obedece. El profesor desabotona sus pantalones y deja salir su gran erección, lo toma de las caderas e impacta directamente contra él ocasionando un gran grito en Simon y Ben solo lo abofetea y cubre su boca, sale de su interior y vuelve a entrar con ímpetu sobre él, luego impacta contra él una y otra vez, deja que toda la sala se deslumbre del orgasmo sanador que sigue y sigue, haciéndome que me retuerza sobre mi silla, gemidos ahogados se pueden escuchar en toda la sala, hasta que Ben se viene dentro él y grita de placer junto con Simon. — Colócate sobre la mesa ahora. — le ordena Ben y él obedece rápidamente, pensé que estaría cansado después de todo eso, su deseo hacia el sexo hace que me excite. — Buen chico. Contesta él mientras se quita sus pantalones Simon coloca sus manos en la mesa y se inclina para poder mantener el equilibrio y abre sus piernas, Ben se coloca detrás de él, y le da unos pequeños azotes con la mano en su culo, luego juega con su polla sobre la entrada de este, lo toma de las caderas y deposita en su espalda suaves besos y lo penetra nuevamente pero esta vez lentamente una y otra vez y Simon le ruega más rápido y el profesor le concede el deseo y lo penetra más rápido, mientras lo masturba y le da azotes a su culo, este lo disfruta, luego Simon se viene y cada gota cae sobre la mesa hasta caer al piso, Ben lo sigue penetrando y luego rápidamente saca su polla y se viene en la espalda de este. — Vamos a ducharnos. — le ordena Ben a Simon y le da una palmada sobre el culo y salen del gran salón. Al no verlos a la vista fijo mi mirada sobre Sean que tiene una mirada carnal hacia mí, ni loco podré hacer eso yo, que ni lo sueñe. Me hace un ceño con sus dedos hacia sus pantalones y comprendo muy bien a lo que se refiere porque también estoy así ahora mismo, coloco una sonrisa divertida y le coloco los ojos en blanco, se levanta de su asiento y luego se dirige a mi y eso solo significa una cosa y eso es llevarme hacia la salida. — Chicos me lo robaré un rato si me lo permiten. — menciona Sean mirando a los chicos que se encuentran a un lado de mí y ellos asienten. Me levanto de la silla y camino lentamente hacia la salida junto con Sean, que como costumbre rodea su brazo sobre mi cintura, pero ahora ya no me encuentro tan incómodo como me encontraba anteriormente, no después de ver el gran espectáculo en el gran salón. Mis ojos instintivamente se fijan en unas rosas blancas en un jarrón, me desprendo de Sean y me da mala cara, tomo una rosa rápidamente y luego yo mismo coloco su brazo sobre mi cintura y su mirada cambia con una risa pequeña, él la toma y yo protesto pero rápidamente él la coloca sobre mi oído. — Eso fue nuevo para mí. —digo mirándolo a los ojos. — ¿Qué te colocara la rosa en la oreja o el gran espectáculo? — pregunta él divertido. — Ambas. — contesto con sinceridad. — Sabía como era el sexo, pero nunca había visto pornografía o algo parecido. —¿Nunca has visto? — pregunta sorprendido y yo niego con la cabeza. — ¿Por qué? — Porque le quiero dar todo mi placer a la persona con la cual tenga por primera vez sexo. —explico y él sonríe. — Me parece de maravilla que me guardaras tanto placer. — dice y yo me rio por dicho comentario. — Y ¿Qué te pareció todo lo que vistes? — Excitante y...placentero. —contesto jadeante. — ¿No te gustaría hacerlo alguna vez? —pregunta con una sonrisa sensual y unos ojos penetrantes. —Sí— contesto y él sonríe de una manera carnal, noto que estamos cerca de mi habitación y luego lo beso apasionadamente y luego me aparto haciendo que deseé más. — ¿Eso por qué fue? pregunta excitado y confundido. — Porque quise. — contesto y luego entro a la habitación y me despido con un adiós en el aire.
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