Por Benicio Ella se quedó quieta en un primer momento, creo que la tomé por sorpresa, luego me devolvió el beso y yo me perdí en un universo paralelo. No puedo ni comenzar a explicar todo lo que estaba sintiendo. Bajé mis manos, necesitaba sentir su piel. Ella alzó sus manos y rodeó mi cuello, no sabía si estaba despierto en ese momento, su boca era... miel, amapolas, un licor que me emborrachaba. -Es tremendo lo que me hacés sentir. Le digo entre gemidos. Ella estaba temblando en mis brazos. -No está bien lo que estamos haciendo. No habíamos hecho nada, sólo unos besos, lo mismo que Omar hizo con Jazmín y delante de ella, ya sé que no pasaba por el beso, sino por lo que ambos estábamos sintiendo. -Estoy loco por vos. -Tengo novio y es tu primo, esto está muy mal. Hace el amago

