Por Benicio Estaba trabajando, cerrando el balance de mitad de año para un cliente, tenía problemas con su ex esposa, mi padre o mi tío, no sé cual de los dos, le llevaron el divorcio y la división de bienes, y yo estoy siendo muy meticuloso, para que a esa mujer le corresponda menos dinero, él tipo la encontró con otro y él es millonario, no habían hecho división de bienes, pero la empresa no se la puede dar, sí un porcentaje bastante alto de ganancias. Estaba tan metido en los cálculos, que no sentí entrar a Omar. Me revoleó algo sobre mi escritorio para que lo mirara. Cuando lo hice, le vi una sonrisa que no se le borraba de la cara. No le pregunté nada, él habla solo, pareciera que soy su confesor, o al menos su oreja. Siempre me cuenta todo lo que hace, a veces con más detalles

