—Está bien— exhalé, dejando que mis nervios que se estaban acumulando al pensar en esta noche desaparecieran con la exhalación de mi aliento. —¿Vienen los otros?— —Mhmm—murmuró contra mi piel, su nariz recorría la línea de mi hombro hasta llegar a mi cuello. —Entonces deberíamos levantarnos—pensé en voz alta. Un estruendo vibró a través de mí, haciéndome temblar un poco. —Ethan...— —Bien, hazlo a tu manera,— se quejó Ethan. Puse los ojos en blanco y me moví para salir de la cama cuando un brazo fuerte me jaló hacia atrás y me inmovilizó contra el suave colchón. —Es broma— susurró contra mi cuello antes de besarlo. —¿Pensé que dijiste que podía hacerlo a mi manera?— Bromeé mientras él mordisqueaba mi lóbulo de la oreja, sus manos se extendían debajo de mí para apretar juguetonamente mi

