Capítulo 28. Regañarte por actuar sin permiso... ¿se podrá? Mientras conducía a la mansión Sol recordó el enfrentamiento en el interior, aunque Julio la estaba protegiendo esos hombres hubieran podido acabar con ellos, encontrar a Dante los debilito emocionalmente, además, las personas que llegaron dispararon a los atacantes, pero no fueron del equipo Delta ella estaba segura de eso. El despacho de Alexander Valetta estaba a media luz. Como si la penumbra se hubiera instalado desde antes, desde mucho antes de que Sol llegara. La puerta estaba entreabierta, y cuando ella entró, no hubo palabras de bienvenida. Solo el leve sonido de un vaso apoyado contra la madera. Sol ingresó y encontró a su padre de pie, junto al ventanal, con la mirada fija en los jardines oscuros. Vestía su traje n**

