Capítulo 58. Una herida, una perdida y el silencio. Luka no desvío la mirada, seguía firme casi desafiándolo. -- La policía llegó al lugar. Dijeron que tú le disparaste a ese hombre – le dijo Alexander luego de un momento. -- No tuve otra opción. Arnaldo quería matarla. ¡Dijo que lo hizo todo para que yo heredara el poder! – Luka alzó la voz. No iba a descubrirse ante él, no todavía. Le había prometido a Sol que juntos acabarían con los Valetta y descubrirse ahora solo conseguiría que Giancarlo, el principal asesino se alejara de allí. Alexander lo miró por un segundo, y por primera vez en años, Luka creyó ver culpa en sus ojos. -- Ese hombre Armando Parodi fue quien le disparó a Sol, ¿Por qué lo llamas Arnaldo? – Luka frunció el ceño, no le gustaba oír el nombre de quien fue su padre

