Mercedes después que Jairo se marchó lloro amargamente en su habitación. Solo tuvo un beso de despedida. Ella anhelaba tanto sus brazos y sus caricias. Era joven e inexperta, pero si lo que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos. Ella lo amaba y tenía claro que cuando Jairo supiera lo que ella tenía planeado hacer la odiaría mucho. Unos toques se dejaron escuchar en la habitación. La mujer mayor ingreso y al verla en la cama llorando sintió que como si su dolor fuera de ella. — ¿Qué pasa?— pregunto Madeleine con tristeza— ¿Por qué estás tan triste? Al no obtener respuesta ella prosiguió. —Mechita, él va a volver y cuando pase eso tú serás más hermosa, más instruida… —Cuando él vuelva me va a echar de la casa— la miro y siguió llorando. Madeleine la miro con extrañeza por aquella