Sus ojos me observan atentamente atormentado. A los segundos dirige su mirada a cualquier parte menos a mí. El miedo de ser rechazada otra vez, me invade. — ¿No me deseas? — pregunto en un hilo de voz mientras coloco mi mano en su mentón para que me observe. — Eres lo que más he deseado en mi vida. — Entonces ¿Por qué dudas? — He imaginado miles de escenarios en los que te entregas a mí. Pero jamás pensé que sería así. El que quieras estar conmigo para lograr tener más tiempo de vida me hace sentir mal. Me hace sentir una basura de hombre que está aprovechándose de ti — responde en un hilo de voz mientras me observa con dolor. Demonios, está mal. Quizás más de lo que yo lo estoy. Durante muchos años he escuchado que el dolor más fuerte es ver sufrir a alguien importante para ti. En

