2-Carisma

1287 Words
Isi… -Marisa, ¿a qué hora es la reunión con el señor Domeniche? -A las tres en punto. En un restaurante ubicado en la mismísima avenida del mural de los famosos. -Sí, conozco el lugar, buena comida, buena bebida y…- me interrumpe -Excelente compañía, tu cliente es todo un caballero. -Esa frase también la conozco, te vuelven loca todos mis clientes. -Ya sé que digo lo mismo de todos, pero este es la máxima expresión del carisma. - Suspiro antes de responder. -También está acusado de lavado de dinero- me mira decepcionada- que no te engañe ese carisma. - baja los hombros y cambia el tema. -Cuídate del tráfico, hoy develan una estrella para un famoso, el encargado de construir el muro va a estar también, suele atraer a las damas. - me da una mirada extraña. Algo se trae. -No me digas que Miguel Ángel ha vuelto a la vida y vino a entregar ese reconocimiento- me burlo. -No es alguien local que no tiene nada que ver con el cincel- se ríe- usa martillo y pala para hacer sus obras. Creo que Miguel Ángel lo esculpió a él- vuelve con su misterio. -Déjame ya que no estoy para acertijos- No voy a caer en sus provocaciones para que le pregunte de quien se trata- Todavía faltan varias horas para la reunión, invertiré mi tiempo en algo productivo. …. Es un problema encontrar parqueo en esta zona cuando hay estos eventos. Tuve que dejar el vehículo a tres cuadras. Cerca del restaurante alcanzo a ver una multitud. -Supongo es por la celebridad que hoy recibe su estrella. – Pienso en Marisa voy a ver de quien se trata sin tener que preguntarle. – Punto para mí - Me acerco a ver y choco la mirada con la arrogancia en persona, hicimos contacto visual, mi desagrado debe haberlo sacado de contexto. Me alzo de hombros y sigo hacia mi destino – Está bien moldeado el condenado, pudo haberlo hecho un caricaturista, los que hizo Miguel Ángel no son tan presumidos. La reunión fue exitosa. Voy a cobrar el triple de honorarios. Probar la inocencia de Domeniche, va a ser un reto. Le advertí que si descubro que miente abandono el caso o negocia la condena. Me disculpo para ir al baño, el exceso de carisma por parte del hombre adormece mis neuronas. Debo espabilarme. Estoy en uno de los cubículos del baño cuando inicia una conversación. Dos mujeres se disputan algo. Mis neuronas se activan. Observo por un pequeño espacio entre la puerta, una viste muy elegante, la otra es una empleada, lleva uniforme de limpieza. No puedo ver sus caras. -Haré que te odie, eso te lo prometo. - dice la mejor vestida. -No te metas conmigo, él no me interesa. Puedes quedarte con él. Hagan lo que quieran. - suena fastidiada. -Eso dices de la boca para fuera. - se interpone para que la otra no salga. -Sabes que, piensa lo que quieras. Ya que no te importa arrastrarte detrás de un hombre frio y calculador que no quiere a nadie más que así mismo hazlo, yo paso porque me valoro, merezco algo más que él. - Tiene mi apoyo. -Eso le diré, que lo consideras poca cosa- Gran cosa, que se lo diga. Saco mi celular y enciendo la cámara para ver quiénes son el par de fulanas que en esta época se ponen a perder el tiempo discutiendo por un hombre, no hay muchos que valgan la pena y la ficha por la que se pelean parece que no es uno de ellos. Pongo el aparato en el suelo mientras termino de hacer mis necesidades, lo que se puede hacer en un baño público. - ¿Qué haces? - escucho que una de ellas grita, enseguida un golpe cae sobre algo o alguien -Me golpeo, no lo ves- auto golpearse, que ridículo. - ¡Estás loca, quítate del medio y déjame salir que estoy trabajando! -Es lo único que puede hacer alguien como tú, ser una simple camarera. -Que me sueltes, me haces daño Se escucha otro golpe. Estas sangrando, deja de hacer eso- la camarera suena nerviosa, preocupada. - ¡Jajajajaja, ahora diré que me atacaste! Estoy embarazada y por tu culpa lo voy a perder- suena como una demente. - Crees que te voy a creer ese cuento, ¿embarazada tú? sabrá de que bestia. -De Christ, de quien más podría ser, es una bestia millonaria que da lo que sea por un hijo. -Pues le diré todo lo que has hecho. - ¿Quién te lo va a creer? No tienes pruebas, ¡jajaja! He bloqueado las cámaras de seguridad, nadie te creerá- Miro mi celular que grabando el episodio “no hay crimen perfecto” - ¿Te has lastimado para inculparme aun sabiendo que esperas el anhelado hijo de Cris? tu tampoco tienes pruebas de que yo te hice eso -Las pruebas se crean querida y tienes mi sangre en tus manos. -Es tu palabra contra la mía. -Mi palabra y la de Christ, !asesina! Vas a ir presa, no tienes ni para pagar un abogado. Imagínate, iré a verte a prisión. Jajajaja – Esa mujer personifica el mal. -Eres una estúpida- se le fue encima y ahora sí que la golpeó con ganas. -Auxilio, esta mujer me quiere matar- empezó a gritar enloquecida y enfurecida Esto es lo que se llama un show de barriales. ¿Sera posible que mate a una criatura en su vientre para ganar el favor de un hombre? Vergonzoso, deprimente. -Gracias por darme las pruebas para acusarte- se va tocándose la cara con uno que otro moretón dejados por sus propios golpes y solo un arañazo dado por su víctima. Si, la camarera es su víctima, aunque se comporta como si ella lo fuera. Subo los ojos al cielo. ¿A qué sitio vine a parar? Salgo encontrando a la chica llorosa tratando de ordenar su ropa. Se asusta al verme salir del cubículo. Observo su expresión. Se ve afectada, actúa nerviosa. - ¿Qué le hiciste para que te haga eso? -A usted que le importa- conmigo si es brava, de la otra se dejó hacer lo que quiso y lo que falta. -No me importa ni mierda, pero me entretuvieron lo suficiente como para mantenerme en la poceta más tiempo del deseado y me gustaría darle seguimiento al chisme porque está muy bueno- lo digo de verdad, sin ningún remordimiento. - ¿Es periodista? - ¿Por qué lo preguntas? - no responde- ¡Ah! Por lo del chisme. - Se da la espalda, luego voltea con otra actitud. -Esa mujer me odia. - habla con altives. No parece una mujer común- Lamento lo ocurrido, por favor no se queje con la administración. Soy nueva y necesito el trabajo. -Sobre todo ahora que te van a demandar ¿Por qué dijo? – se derrama en llanto -Si le cuenta a Christ le creerá a ella, yo estaré hundida. -No le creas, seguro no hace nada. -Ella no se tomaría la molestia de armar este drama si no fuera para utilizarlo a su favor. Yo de tonta caí en su juego, la golpeé. -Yo creo que ella solo quiere tenerte en sus manos para alejarte de ese tal Christ -Para lo que me importa ese hombre déspota y mujeriego- algo común en los Christ. -Este lio apesta, pelear por un hombre, eso es de otra época. Trata de salir de su radar y si cumple con su promesa búscame. Necesitaras al mejor abogado- le di mi tarjeta antes de salir. No sé por qué lo hice, pero me entretendría un caso doméstico, para variar de los casos penales o de mafiosos.
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