Tino D. Sé que a simple vista los últimos acontecimientos apuntan a que un plan maquiavélico y ruin se hilaba en mi mente, cualquiera pensaría eso, sin embargo no lo era, Lucille en verdad terminó por robarme el corazón y la voluntad durante este corto periodo de tiempo en el cual nos habíamos conocido mejor, no pude evitar enamorarme de ella cada día más. Al principio se me hizo una chiquilla odiosa y amargada, pero para mí fortuna las cosas cambiaron desde aquella noche que la tuve conmigo en mis brazos afligida por lo que había sufrido, no pude decirle que yo era la causa de ese sufrimiento de seguro me odiaría, tal vez esto sea contraproducente debido a que por un lado mi sentido común exigía que le dijera la verdad, pero por otro temía perderla para siempre. - ¡Ya basta! – digo deja

