Lucy W. De verdad que era una tonta, se supone que ya no debería interesarme por nada de lo que suceda con él, aun así, aquí estaba yo a mitad de camino con la sola idea de saber de su paradero, definitivamente este escape me saldría caro si no llegaba a casa antes de que mis padres lo hagan. Piso a fondo el acelerador para llegar lo más pronto posible, al fin tenía la bendita licencia en mis manos y a juzgar por mi forma de conducir de seguro esta me seria removida pronto si es que llegase a detenerme alguna patrulla. No sé porque se me ocurrió que tal vez pueda estar por aquí, pero la intriga ya me carcomía desde aquella vez cuando estuvo en mi habitación, algo buscaba y eso algo guardaba profunda relación con la pertenencia de mi abuela, ¿acaso será robado?, ¡ay no Lucille, como cree

