Capítulo 1: Herencia con una pizca de demencia

2280 Words
Roma Y una vez mas aquí estoy, encontrándome en la nada, en el mismo punto en donde inicie. Voy por la carretera conduciendo a toda velocidad y de repente aquellas luces ciegan mi visión frente al volante, son como dos temibles ojos de la mas fiera bestia que haya existido en la tierra, mi vida pasa fugazmente haciendo que me replantee toda mi miserable existencia, quizá se pregunten de que demonios estoy hablando, bien, pues la historia empieza aquí… Una mañana de un frio invierno mi persona favorita se unió a la eternidad, tenía apenas poco más de 15 años cuando sucedió, este hecho produjo en mí una sensación de tristeza y soledad a la vez, él fue el único en quien podía confiar y a pesar de todas las adversidades creyó en mí, aun en sus delirios jamás olvidare la frase que siempre recitaba, “Tino, no dejes de escuchar a tu corazón más que a tu razón”, apenas era un adolescente, así que no entendía nada de ello, claro hasta que llega el momento en que a todos se nos mueve el piso, lamentablemente mi razón se impuso y con ello todos los caminos que me llevaban a ella se me cerraron y las razones… ni hablar, un caso como este sería el acabose en la familia, así que muy a mi pesar tuve que aprender a soltar, aunque con ello mi corazón se sumiera de nuevo en la soledad cada vez más… Camino por los pasillos de nuestra residencia en Roma, hoy un mes después de su muerte conoceríamos el contenido de su testamento y a juzgar por cómo era mi abuelo este suceso no me lo podría perder por ningun motivo, aun desde el más allá estaba seguro de que a más de uno le tenía preparado una sorpresa. En el salón se encuentra ya toda mi familia y algunas de las personas que sirvieron a mi abuelo en vida, el notario dispone que todos tomemos asiento para observar un video que había dejado grabado antes de su ya presentido final. - Esto será interesante - digo entre mi así que cruzo los brazos para ver la función. “Nos encontramos todos reunidos para dar lectura al testamento del señor Luca Dalmazzi, ante la presencia de sus hijos Massimo y Alonzo, sus nietos, Claudio Breiner, Valentino y Grazia Dalmazzi” (Ruido de fondo del reproductor) ¿ya está?, maldita cosa no funciona……, Señor Dalmazzi está listo puede comenzar (aclaran la garganta) Buenos días querida familia, es un placer tenerlos reunidos a todos para escuchar mi última voluntad, quizá sea de su agrado o no lo que voy a decirles, pero eso ya no importa porque estoy muerto (risas) bueno, sin más preámbulos aquí voy. Yo, Luca Dalmazzi en pleno uso de mis facultades mentales según aquí presente mi médico de cabecera – sonríe ante la cámara - otorgo plena disposición de todos mis bienes y empresas a mi hijo Massimo – pausa - Alonzo, a pesar de haber renunciado a la herencia sé que este último en su condición de servidor del señor no podrá hacerse cargo de la parte ejecutiva ni administrativa por lo cual dispongo para él se le brinde una pensión considerable a su porcentaje de activos y acciones, el cual no tengo la menor duda que lo destinará en lo que mejor considere. En cuanto a mi fallecida hija Nicolleta tuve la desdicha de perderla muy pronto, los padres nunca estaremos preparados para esto, siempre pensamos que nosotros seremos los primeros en partir, pero, así son los designios de la vida, por ello otorgo a mi nieto Claudio Breiner la potestad se asumir su parte en los negocios familiares los cuales serán administrados por su tío Massimo hasta que el considere que deba estar absolutamente preparado para ello, además de lo estipulado recibirá la transferencia de algunas propiedades que se detallan en el escrito. A mi nieta, Grazia, mi hermosa princesa, le dejo toda la colección de libros de mi biblioteca a ver si algún día se anima por explorar alguno de ellos (risa sarcástica), perdón por el exabrupto princesa mía, sabes que no quise molestarte conozco tus capacidades y tu talento es increíble, ella tendrá una pensión para cubrir sus gastos y necesidades, aclarando que estos serán administrados por su padre señorita, igualmente heredara también parte de las acciones administradas por su progenitor y otras posesiones que incorporo en ello. Para mi amiga y fiel compañera Agustina le otorgo una cantidad considerable como compensación por sus servicios durante todos estos años de trabajo, dejaste casi una vida en este lugar y te lo mereces, gracias por soportarnos a todos y a este viejo loco como me decías cuando me insinuaba frente a ti estos últimos años, perdón por eso, no debí hacerlo, aunque sabes perfectamente que todo era un juego entre los dos, gracias por mantener a salvo todos nuestros sucios secretos familiares (guiño) por cierto, no sé cómo no saliste corriendo cuando te enteraste. Para Pietro, considerando que siempre se la pasaba durmiendo en uno de los sillones y nunca lo encontrábamos cuando se lo necesitaba, ¡no voy a dejarle nada! – su cara de absoluta congoja se hace presente - ¡oye, no te alarmes!, no te dejare nada que puedas despreciar, por ello le otorgo al igual que a Agustina una cantidad de dinero y uno de los autos de mi colección se cuál te gusta así que después de esta aburrida reunión puedes llevártelo. Minerva, mi nuera favorita o bueno mi única nuera en realidad, al menos que Alonzo nos de sorpresas (risas), a ella le dejo toda mi colección de arte sé que esto la hará feliz y al menos tendrá un escape del mal geniudo de mi hijo (baja la voz) no sé cómo lo soportas (se aclara la garganta) en fin supongo que así es el amor. Querido Max, te espera mucho por hacer, sé que estarás feliz ya que siempre te ha gustado vivir miserablemente en el trabajo, ¿aún seguirás incursionando en la política?, yo pienso que sí, pero lamento informarte que todo lo antes señalado se cumplirá con una cláusula en común, absolutamente toda la familia deberá trasladarse a Boston – (protestas) (ordena silencio) – después de la muerte de Maurizio que espero descanse en paz y la posterior de Santino fui yo quien tuvo la responsabilidad de manejar ambas sedes, actualmente recibí la noticia de que uno de los socios encargados anunciara su retiro en unos años, esta necesita ser administrada por algún familiar directo y el único que queda eres tú debido a que ya conocen lo que sucedio con los hijos de Santino, así que establezco un plazo en el cual deberán trasladarse a Boston y dejar todo en orden, esta es mi única cláusula para que se cumpla todo lo antes descrito. Se preguntarán ¿por qué?, sencillo, se me dio la gana (risa), perdón ya saben cómo soy, ahora si poniéndonos serios, es necesario debido a que la sede ha estado sin la dirección de la familia por mucho tiempo, por ello recurro a ti Max, sé que siempre te has regido por lo correcto y cuidaras de nuestro legado y patrimonio. Antes de irme y por fin descansar en paz si es que puedo, les deseo a todos la mayor dicha y felicidad, Max deja de ser tan inflexivo, deja que cada uno tome sus decisiones, Minerva eres una mujer encantadora, pero algo cucufata, lo siento, ¿alguien puede borrar esa parte? Alonzo siempre tan bondadoso y buen ser humano sé que estarás bien y recomiéndame allá arriba por favor, lo necesito. Por último y no menos importante le dejo toda mi fortuna personal a mi nieto Valentino Dalmazzi, sé que en tu cabeza loca vendrán muchos pensamientos, por ello se te traspasara todo al cumplir los 18 años, edad suficiente en la cual espero ya habrás madurado un poco, y si no la misma vida se encargara de hacerlo, siempre tuve esperanza en ti y sé qué harás lo mejor que puedas. Me voy consiente de que cumplirán mis decretos, me despido de ustedes augurándoles mis más buenos deseos, hasta siempre Luca. (silencio incomodo) Todos voltean a verme como si hubiese cometido un delito, no podían ser más obvios, doy un último sorbo a mi lata de soda para desviar su atención, mi mayor satisfacción fue ver como la cara de Claudio se contrajo al escuchar la última parte, cuando lo mencionaron en el testamento se mostró orgulloso al saber que tomaría posesión de la mayor parte de los negocios de la familia, sé que lo esperaba con ansias, siempre fue un ambicioso. Mientras mi padre y el notario toman nota de las cláusulas del testamento, me dirijo hacia la terraza para asimilar todo lo anterior, me siento en una silla reclinable y comienzo a buscar el porqué de aquella clausula, sé que no daría puntada sin dedal así que me doy cuenta de que necesitaba algo de ese lugar algo que había dejado sin resolver, ¿pero qué?, aun lado del arco de entrada me encuentro con Marco mi mejor amigo, es 10 años mayor que yo, aun así, aquello no impedía que congeniáramos al máximo, él trabaja con mi padre desde hace varios años es prácticamente su mano derecha en diversas negociaciones. - Felicidades Tino - comenta posando su mano en mi espalda - ¿Cómo te sientes? - pregunta al ver que ni yo mismo salía aun del trance por lo que había escuchado. No tengo respuesta para expresar lo que siento, la verdad aun no comprendía porque el abuelo pondría una cláusula así, el odiaba Norteamérica es mas todo el tiempo que lo conocí nunca vi que fuera para allá, según mi padre ni siquiera fue a ver a su hermano cuando este falleció creo que tenían una disputa de hace muchos años atras y casi ni se hablaban o mejor dicho no se hablaban nunca, cada quien había hecho su vida en lugares distintos. Lo único que sabía respecto al asunto es que tenía un hijo y este también había fallecido cuando yo aún andaba en pañales, al no encontrase herederos lo más lógico es que todo pasara a un familiar, lo cual señalaba a mi abuelo como propietario de aquellos bienes y ahora eso también al parecer iba a parar a manos de mi padre, no sé cómo le haría para hacerse cargo de todo a la vez. - No me emociona la idea de ir a vivir para allá en lo absoluto, pero si no hay otra forma – encojo los hombros – tal vez le dé una sorpresa a Max antes de partir – comento en tono suspicaz. - ¿No estarás pensando en hacer nada extraño? – rio de forma sinvergüenza ante su interrogante sabía que había algo ahí que estaba tejiéndose en mi mente – Tino por favor, Max necesita de todos ahora más que nunca no es momento para hacer locuras, además solo será por un tiempo definido no vas a quedarte allá para siempre, súmale a ello que aún faltan poco más de 2 años para que tu padre deje el cargo en el parlamento. En algo tenía razón no había de que preocuparse, me estaba ahogando en un vaso de agua por las puras. Varios minutos transcurren observando lo que acontecía en el piso de abajo, un grupo de gente entra y sale del lugar, entre ellos algunos periodistas y personas que trabajan para mi padre, al parecer estaban aquí para realizarle una entrevista y para terminar de colocarle la cereza al pastel había generado una especie de tendencia al conocerse que ahora era acreedor absoluto de todos los patrimonios de la familia. - Senador Dalmazzi, ¿piensa renunciar al cargo para radicar en Estados Unidos? - ¿Nombrara un sucesor para su representación en sus empresas? ¿apoyara la ley de la reforma constitucional? Y es así como un sinfín de preguntas empiezan a circular alrededor de un grupo de personas que no tiene nada más interesante que hacer ni respeto por el dolor ajeno. La sala enmudece cuando de pronto una pregunta estúpida estremece a la muchedumbre. - ¿Qué hay del caso en el que su hijo se vio involucrado? ¿es cierto que posee un poder místico que le permite cambiar a una forma animal? Veo a mi padre despedazar con la mirada al estúpido reportero, me tomo esto muy personal y procedo a tomar la palabra. - Señor Domenici, ¿su madre alguna vez en su escaza infancia le narro algún cuento o relato de creencia popular?, lo digo porque veo su poca racionalidad respecto al tema. Escucho las risas en la sala ante mi manera muy peculiar de decirle que es un completo imbécil. Mi padre ordena que me vaya de ahí inmediatamente, aun así me resisto. - ¡No te atrevas a decir o hacer otra cosa más!, yo me encargo – reproduce a través de nuestra conexión mental. - Aún falta la mejor parte – respondo acomodándome en una de las butacas destinadas para el público. Marco me saca de ahí con discreción mientras escucho a mi padre esclarecer ese asunto el cual queda en un simple y estúpido rumor ante la falta de pruebas y vacíos que dejo aquel hecho. Salgo de ahí con la sangre a punto de ebullición, al recordar nuevamente ese suceso. - ¿Supiste algo de… ya sabes quién? – pregunto buscando información en Marco después de mi intenso ataque de rabia. - Sigue en aquel centro de rehabilitación, no ha mostrado mejorías.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD