Capítulo 2: Primer día

1658 Words
-Iremos separados. -anunció Wes- -¿Por qué? -pregunté con la boca llena- -Porque quiero que las chicas me vean llegar en Susy -explicó mientras tomaba su café- -¿Susy? -lo miré incrédula- ¿Le pusiste Susy a tu auto? -él asintió y trató de meterse un waffle en la boca pero se le cayó al piso, lo levantó y se lo comió de todos modos- -Tú le pusiste Marty a tu primer teléfono. -se excusó- -Sí , cuando tenía trece años. -me reí- ¿Y papá? -Sigue durmiendo... -levantó su plato y lo dejó en el fregadero- -Bien -miré la hora- Mierda, ya debemos irnos. -levanté y llevé mi plato al fregadero- ¿Dijo papá cuándo vendría la empleada? -No, pero dijo que sería pronto. No creo que esta casa dure sin alguien que la limpie teniendo en cuenta que somos unos sucios los tres. -Aprendimos del Rey Walker. -dije y agarré mis llaves- -Tu trasero se ve bien con esos pantalones. -comentó mientras caminábamos en dirección a la cochera- -Y a ti se te marcan los bíceps con esa camiseta. Buena elección, mi Sexy Wes. -Cualquiera diría que somos incestuosos. -dijo abriendo la puerta- -Eso por que no nos conocen. Nuestra relación es genial, Wes. -me subí a la motocicleta y él me pasó el casco para después subirse a su auto- Nos vemos allá, niño tonto. -él sonrió y arrancamos los vehículos al mismo tiempo- Salimos disparados en dirección a la escuela, que estaba cerca del centro. Siempre hacemos carreras y el ganador es diferente todos los días. A veces gano yo o aveces gana él. Hoy me puse mi chaqueta favorita, ya que fue un regalo de un ex campeón de la época de mi padre, además me queda bien, una camiseta rosada abajo y un jean ajustado. Todo esto acompañado por mis preciosas botas militares, cortesía de Anthony Walker, el Rey de los reyes, mi papi. Llegué a la prisión en donde tratarán de educarme al mismo tiempo que mi hermano. Todos nos veían como si fuésemos alienígenas enviados a destruir el mundo. No se equivocan.  Anoche mi padre me hizo prometer que no buscaría problemas en esta escuela y me comportaría bien. No debo meterme en peleas o amenazar gente. Me reí como desquiciada ante sus peticiones pero dije que haría lo posible. Él se conformó con eso. Encendí un cigarrillo y me puse a fumarlo. Esta vez no me quité los anteojos. A lo lejos vi el auto de mi hermano rodeado de zorras, y él con cara de Happy Birthday. Me concentré en mi teléfono mientras le daba caladas al cigarrillo hasta que mi mirada se desvió a un chico SUMAMENTE ARDIENTE, moreno, con un cuerpo digno de un Adonis, un caminar excelente de modelo, y una ropa digna de un famoso. Mis expectativas cayeron en picada cuando vi con quién se encontró. Si, era el mismo idiota de ayer, el rubio cara de estúpido y el chico de cabello verde. Terminé mi cigarro y lo tiré al suelo para apagarlo. Volteé y una chica me veía con desprecio. NO ENTIENDO QUE MIERDA TIENEN ESTAS ZORRAS PARA MIRARME ASÍ, NO LES HAGO NADA. La chica era morena, muy morena. Por no ser racista y decir que era negra. (no taaanto, ésta era de las negras claras). Tenía un buen cuerpo, linda ropa y lindo cabello. Sus facciones también eran bonitas. Es por eso que no entiendo por qué tienen la necesidad de mirar a las demás con superioridad, tratando de bajar autoestimas.  A mi no me bajaran nada porque mi ego no me lo permite. Tengo el pensamiento de que hay distintos tipos de belleza y que no hay que juzgar a los demas basándose en los estereotipos. Por no decir que en verdad soy bonita. No sólo porque me lo han dicho MUCHAS personas, sino porque me veo al espejo. Aunque no me interesa mucho tampoco. El timbre sonó y yo me acerqué a mi hermano. -Oye galán, ahuyenta a las perras. -las chicas con las que estaba me miraron mal y se fueron rodando los ojos- -Eres increíble -dijo riéndose- ¿Qué sucede? -empezamos a caminar- -¿Tienes mi horario? -puse mi teléfono en vibrador- -Sí, aquí están. -sacó dos papeles de adentro de su chaqueta y me entregó uno- Luego pediré la lista de libros y materiales. -¿A quién? ¿A esas perritas? -señalé con la cabeza a algún lado- -No, tarada. Al director. -miró su horario- Tengo Matemática. MATEMÁTICA, A PRIMERA HORA -dramatizó- Dios me odia. -Yo tengo Historia, no te quejes. Al menos tú no te dormirás. -llegué al salón 17 donde daban historia- Adiós, sexy descerebrado. -me sonrió y besó mi frente, haciéndome ganar varias venenosas miradas, y se fue- -Hola -dije fingiendo amabilidad, el profesor con cara de frustrado s****l me miró mal- -¿Qué quiere? -contuve mis ganas de hacerle señas obscenas y le sonreí amablemente- -Soy nueva, y no se si entré bien a clase. ¿Estoy en la clase de historia? -miré inocentemente al señor que observaba mi cabello- Sí, es rosado. -traté de decir con la más discreta ironía para que no se diera cuenta de que quería insultarlo hasta verlo llorar- -Siéntese, alumna. -me miró- Ésta es la clase de historia. Usted es... -me miró expectante- -Walker -sonreí y me senté- -Bien. -se acomodó los anteojos y nos miró a todos. Pude notar que en la clase estaba el chico ardiente y el chico de pelo verde, al parecer el rubio no estaba- Como no tienes los libros aún, te sentaras cerca de la niña Turner -señaló a una pelirroja con un leve estilo hippie, muy bonita y con  ojos verdes muy hermosos. Su cara estaba llena de pecas y con una sonrisa muy linda. Acerqué mi banco al suyo y se ensanchó aún mas- -Hola -saludó- -Hola -tenía un aire que inspiraba confianza y calidez- Me llamo Gala. -Sophie. -sacó su libro- Un placer conocerte, Gala. Me gusta tu nombre. -me miró el pelo- Y tu cabello me encanta. -No tienes nada que envidiar. Tu cabello es precioso. Me recuerdas a Mérida de la película de Disney. -ella rió bajito para no ser escuchada- -Me lo han dicho antes. No dijimos más porque el señor cara de perro nos dedicó una fea mirada y nos pusimos a atender a la clase. La hora pasó rápida y cuando menos me di cuenta sonó el timbre de cambio de hora. -No entendí una absoluta mierda -le dije a Sophie- -Es normal, estamos a mitad del primer semestre. -Tendrás que ponerme al dia. -salimos afuera- ¿Sabes dónde está el casillero numero 170? -Sí, el de mi amigo es unos casilleros más adelante. Te acompaño. -caminamos riendo hasta llegar al casillero, ahí estaba mi hermano, quien tiene el casillero a mi lado. Al parecer eran los últimos libres que quedaban- -Hola, perra. -dijo él, Sophie lo miró mal y yo me reí- -Tranquila, Mérida. Es mi hermano -ella relajó sus facciones y sonrió- -Oh, entonces está bien. Hola -le sonrió- Mi nombre es Sophie, no Mérida. -me miró divertida- Debo ir a mi casillero, nos vemos, Gala. -miró a mi hermano- Un placer, Emmm... -Wes -mi hermano la miró coquetamente y le besó la mano, ella puso cara rara- Wes Walker. -Oh, bien.. -sacó su mano lejos de mi hermano y sonrió educadamente- Adiós.. -se fue caminando y yo empecé a reír- -Eres idiota -abrí mi casillero con la combinación que había detrás del horario- -¿Yo soy el idiota y tú abres el casillero sin tener nada para guardar? -dijo irónico mientras apoyaba su espalda en los casilleros- Qué mal concepto tienes. -saqué mis cigarrillos y los dejé solitarios en el casillero- -Debo marcar territorio ¿No te parece? -me giré tenía al rubio de ayer a mi lado- -Hola, fresita. -dijo, yo arqueé una ceja y me crucé de brazos- -¿Puedes dejar de llamarme fresita? -mi hermano no intervenía, yo le dije de antemano que no interfiera en mis problemas- -Pero si tu cabello es adorable, linda. -trató de tocar mi pelo pero me aparté mirándolo mal- -Acercas tu mano y te la corto -amenacé- -Oh, eres ruda. -dijo sonriendo- Asi me gustan... -me guiñó el ojo. Yo estaba a punto de golpearlo pero mi hermano carraspeó- ¿Y tu eres...? -Su hermano mayor -dijo serio, yo lo miré mal por que no quería que intervenga- -Oh, qué bien.. -en ese momento, un par de tacos resonaron cerca nuestro, y ahí estaba la chica de la entrada- -Troy, cariño, ¿Qué haces hablando con esta chica extraña? -dijo mirándome con asco- ¿Eres la nueva, cierto? ¿Es de la que todos hablan? Al parecer creen que eres un fenómeno. -yo sonreí con malicia ante mi nuevo plan- -Estaba coqueteándome -la cara de los dos fue muy graciosa, la de él era de miedo y la de ella de enojo- Yo que tú lo controlo. -el chico de cabello verde se acercó- -OH, TU ERES LA CHICA DE AYER -dijo alegre, desprendía hiperactividad y entusiasmo por todos los poros- La que rechazó a Troy. -el rubio lo veía con la peor cara que vi- Heriste su orgullo en lo más profundo -dijo riéndose, yo tambien reí y vi que mi hermano se despedía. Asentí con la cabeza y me centré en el amigable chico pelo verde- Me llamo Marcus -se presentó- -Gala -dije yo- -Lindo nombre. -comentó- Me gusta tu cabello- -A mí el tuyo -sonreí, ya me caía bien. Hacía parecer fácil el sociabilizar con la gente, aunque no me sorprendía que hablen de mi cabello, siempre y cuando no sea malo, no me molesta- -Él es Ethan -señaló con la cabeza al chico ardiente- -Hola, Ethan -dije yo- -Hola -contestó y se centró en su teléfono. Vaya, qué comunicativo, chico sexy- -Bueno, espero verte luego. Me caíste bien desde ayer -dijo señalando a Troy que estaba en una acalorada discusión con la morena- Oh, ella es Dakota, su "novia". -hizo comillas- Lo digo así porque  los dos son los infieles más grandes que conocí, pero aún asi están juntos. -Mucha información -dije yo. Él se golpeó la cabeza y rió- -Lo siento, hablo mucho. -miró el reloj y luego a mí- Debo entrar a clases. Adiós -saludó efusivamente con la mano y yo sonreí en modo de despedida- El chico pelo verde, Marcus, sí que era amigable. Hasta ahora la mayoría me trataba bien.
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