La Caída Interminable El aire era espeso, y todo parecía suceder a cámara lenta mientras Selene y sus compañeros caían al abismo. La oscuridad los envolvía por completo, y las voces de sus amigos parecían ecos distantes. Intentaba aferrarse a algo, pero el vacío no ofrecía resistencia alguna. “¿Esto es el fin?”, pensó, sintiendo una presión en el pecho que no era física, sino emocional. En medio de la caída, un destello de luz azul apareció frente a ella. Su medallón roto brillaba tenuemente, reaccionando de una forma que no comprendía. —¡Selene! —la voz de Kael sonó cercana de repente, como si la conexión entre ellos se fortaleciera por un instante—. ¡Sujétate! Antes de que pudiera responder, algo invisible la jaló hacia un lado. Su cuerpo dejó de caer, y se encontró flotando en una e

