Un Umbral Incierto
El camino iluminado que habían elegido parecía extenderse hacia el infinito, pero la luz que lo definía se volvía más tenue con cada paso. Selene lideraba al grupo, con la determinación pintada en su rostro, mientras Asterion y Kael mantenían sus armas preparadas.
—¿Estás segura de esto? —preguntó Alina, con la voz apenas un susurro—. Ese ser no nos dio garantías de que este fuera el camino correcto.
—Ningún camino lo hará —respondió Selene, sin voltear la vista.
A medida que avanzaban, los muros del camino comenzaron a cambiar, como si algo se moviera detrás de ellos. Las formas eran apenas perceptibles, pero parecían observarlos, estudiando cada uno de sus movimientos.
De pronto, un sonido rompió el silencio. Era un grito distante, pero cargado de desesperación.
