El aire que soplaba desde las montañas llevaba consigo un murmullo extraño, como si las tierras mismas estuvieran susurrando advertencias. Aunque la destrucción del fragmento oscuro había traído un respiro temporal, una sensación de inminente peligro persistía en el corazón de Isolde. El equilibrio había sido restaurado, pero el precio que todos habían pagado dejaba heridas profundas y preguntas sin respuesta.
Las Sombras Persistentes
Vlad y Isolde, tras regresar al campamento principal, comenzaron a reorganizar los grupos de búsqueda y vigilancia. Sin embargo, las sombras del pasado aún perseguían a la guardiana del Corazón del Mundo.
Una noche, mientras revisaba antiguos mapas con Vlad, un fuerte viento sopló en la tienda, apagando las velas. En la oscuridad, una voz tenue pero escalo
