El viaje hacia las tierras del este, donde se decía que Kael y el culto de la Llama Eterna habían comenzado a reagruparse, se convirtió en una prueba para Vlad e Isolde. Aunque su vínculo seguía fortalecido por los sacrificios y las promesas hechas en las horas más oscuras, la incertidumbre del futuro pesaba sobre ambos. La búsqueda de respuestas y aliados se transformó en su única prioridad. Pero el mundo estaba lleno de lugares oscuros, y no todos los que encontraban en su camino tenían buenas intenciones. El Legado De Oren Días después de partir, Vlad e Isolde encontraron una pequeña aldea en ruinas. Las casas estaban quemadas, y los pocos sobrevivientes miraban con desconfianza a los viajeros. Era evidente que la sombra del culto había pasado por allí. Un anciano, al escuchar el no

