Cassie
12 años antes...
Solo una cosa podía hacer que pasara treinta minutos más en el baño cada mañana, agonizando sobre qué ponerme, cómo peinarme (Dios santo, ¡el maldito frizz era una pesadilla!).
Y esa cosa era él.
Kian Sutherland.
Oh, Dios mío.
Cabello rubio arenoso, alto y fornido. Pensar en él me hacía querer abanicarme. Era increíblemente atractivo. Como si lo miraras demasiado tiempo, en serio te prenderías fuego. ¿Dramático? Sí. Pero, oh, tan cierto. De manera metafórica, claro.
Él era el chico que todas las chicas del colegio querían.
El sueño de todas las chicas...
Yo, desafortunadamente, era prácticamente invisible para él. Al menos en todas las formas que para mí importaban.
Claro, era algo agradable saber que él cuidaba de mí. Era como una hermanita para él. Mejor
