—Tranquila, sea lo que haya pasado, lo importante es que estas bien, aunque tu vecina, me comento que se te metieron unos tipos, y escucho disparos, me preocupe cuando me dijo eso —responde Eduardo Peldaños, acercando su mano, acariciando mi rostro, con tanto amor, ningún hombre me ha provocado esas ganas de nunca soltar su mano, de querer mas carisias, es algo nuevo para mi pero se siente bien, quizá conocí el amor, pero nunca me he enamorado, por allí bese otras bocas pero nunca me han llenado, y eso que no he probado sus labios, no sé si será prohibido, pero es mundo extraño, ¿Por qué no vino antes?, ¿Por qué no lo conocí antes?.
Eduardo Peldaños me saca de mis pensamientos, cuando me lleva entre sus brazos a la sala, donde están los policías, lo que menos quiero es hablar con ellos
