Capítulo 32 No soy nadie especial, ni siquiera tiene lógica que la princesa, futura monarca del país; al menos en teoría. Haya venido hasta aquí y yo me haya comportado de esa forma tan infantil, pensé en seguirla justo cuando salió, sin embargo esa sería mala idea. Me quede sosteniendo la puerta durante mucho tiempo como un imbécil hasta que uno de los soldados se me quedo viendo e interrumpió mis pensamientos – ¿Se encuentra bien capitán? – salgo de mi ensimismamiento, me separo de la puerta y niego, el sigue de largo y entro en la habitación, me pongo mi uniforme por completo, tomo la espada y me dirijo a los aposentos de Miranda, Larnit está de pie fuera de la habitación y eso me intriga, normalmente se encuentra en el área de descanso o en la cocina preparando los platillos, y como

