CAPITULO 14
Luchar contra los deseos propios es inútil, por más que lo intente caí rendido ante ella, no porque ella lo quiera; sino porque yo lo quiero tanto que no puedo negarlo. Por eso cuando se acerca tanto que hace que nuestros cuerpos se toquen sé que no hay vuelta atrás, para mi ella ya no es la hija de un monarca retrograda e insensible, es solo Miranda, una mujer, mi mujer.
_ ¿las mujeres podemos sentir placer? – sé de donde viene esa pregunta, la mentalidad arraigada de que las mujeres solo tienen sexo para darle descendencia a sus esposos
_ espera un rato y tu sola sabrás la respuesta a esa pregunta
Beso su cuello, su mejilla y me aseguro de que mi pecho roce sus senos para que comience a sentir los resquicios del placer que vendrá, la tomo e brazos y la deposito sobre la c
