Capítulo 9
No sé cómo fui capaz de comportarme de esa forma, es como si mi cuerpo hubiera tomado el control de mi mente y hubiera nublado mi juicio sin remedio, de eso han pasado un par de días y el aun está resentido, no se acerca a mí ni me dirige la palabra más de lo necesario.
_ ¿Cuántas veces necesita que me disculpe para que no esté más molesto? – le pregunto, estamos en una posada a las afueras del último pueblo que pasamos, hace días que no veo a Benji así que supongo que debe estar cumpliendo algún pedido especial
_ no estoy molesto, así que no es necesario que vuelva a disculparse – una respuesta opuesta a su actitud hostil, la habitación es pequeña, aun así él está en el extremo opuesto
_ es usted muy mezquino – casi le grito
_ ya basta de eso princesa – regreso a llamarme de esa forma – solo concéntrese en descansar, mañana nos espera un día bastante agotador
_ no quiero descansar, quiero que me diga que hacer para que deje de comportarse como un idiota – ahora si le grito
_ en primer lugar deje de gritar, ¿o es que quiere que todos sepan que está aquí? – Logre molestarlo aún más – y ya le dije que no estoy molesto, estoy frustrado y eso no es algo que pueda resolver con solo disculparse, si le mostrara lo que se siente dejaría de repetirme a cada instante que deje de comportarme así
_ entonces muéstrame – no sé lo que estoy pidiendo, él solo sonríe exasperado
_ voy a dormir fuera de la habitación, puedes estar tranquila me voy a asegurar de que nadie venga aquí
_ no te vayas Yonas – nunca en mi vida había hablado de manera informal con nadie, es la primera vez en la que lo hago
Él me mira fijo, no puedo saber lo que dice por qué es interrumpido por un estruendo ensordecedor, la puerta de la habitación cae, la espada que sostenía Yonas en su mano pierde su vaina y es empuñada, se posiciona frente a mí
_ si promete que se va a quedar tras de mí, le prometo que nadie va a hacerle daño – me está mirando, asiento para que sepa que comprendí, entran tres hombres usando sus espadas directamente contra nosotros, luego dos más y atacan como si su vida dependiera de ello, creo que van a ser demasiados para él, es buen guerrero, pero nos ganan en número, pero para mi asombro se comienza a deshacer de uno tras otro, es como si su espada tuviera vida propia y supiera la dirección exacta en la que tiene que ir para mantenernos a salvo, Yonas hace un corte a uno de los atacantes que se acerca a mí y mi cara se llena de sangre, cierro la boca de forma inconsciente para que el líquido viscoso no entre y luego paso la manga de mi vestido, cuando vuelvo a abrir los ojos solo está el de pie, cada uno de los hombres que entraron en este lugar con la intención de hacernos daño está en el suelo, y no creo que alguno puede levantarse de allí de nuevo. _ Princesa – me grita – necesito que se concentre en mi voz – no me percate, pero mi mente se quedó en blanco – por favor sé que esto es impactante, pero necesito que se centre en mi voz, tenemos que salir de aquí lo antes posible, no sé quiénes son estas personas ni si vienen más por nosotros – comprendo por completo, al mirarlo me percaté de que tiene una herida sobre su hombreo derecho
_ Estás herido – digo como una tonta, claro que él tiene que saberlo, me toma de la mano, en la otra tiene su espada desenvainada, se ve tan genial que siento envidia de su esposa, a pesar de estar muerta tuvo el placer de ser de un hombre como él, soy arrastrada por las escaleras, fuera de la posada y hasta los establos donde dejamos nuestro caballo, llegamos hasta él y está muerto, al parecer esos hombres se deshicieron de el antes de ir por nosotros
_ si hicieron esto quiere decir que no están solos, debemos movernos rápido – Yonas toma un caballo, me ayuda a subir y se sube tras de mí, golpea los laterales del animal con sus botas y este sale disparado, tomamos la dirección que nos lleva hasta el bosque, no aminora la velocidad hasta una hora después, deja que el animal galope lento por un rato y luego lo detiene por completo, desciende y me ayuda a hacer lo mismo, una vez estamos los dos abajo lo golpea y el caballo sale corriendo en línea recta
_ ¿Por qué hiciste eso? – le pregunto por qué no comprendo el motivo por el cual nos deja sin transporte
_ Si hay alguien siguiéndonos va a buscar las huellas del animal, ahora es momento de despistar – tiene lógica, se agacha frente a mí – sube a mi espalda
_ no es necesario – le respondo. No veo motivo para que me cargue – puedo caminar perfectamente y además, estás herido
_ ya sé que puedes caminar, y sé que estoy herido, pero la herida no es grave, y necesito que te subas a mi espalda por el mismo motivo por el cual me deshice del caballo, técnicas de despiste, así que no discutas y solo has lo que te pedí – no discuto, tal como me pidió y me subo a su espalda teniendo cuidado de no lastimar su herida, dice que no es grave, pero sigue soltando sangre, está caminando conmigo sobre la espalda por un par de kilómetros y luego me baja – estamos cerca de un arroyo, si llegamos hasta allí no podrán rastrearnos ni siquiera con sus perros, el agua haría que perdieran nuestro aroma – lo sigo en silencio, un rato después llegamos al arroyo del que hablaba, un sitio tan hermoso como todos los que me ha mostrado antes, él entra en el agua y comienza a caminar a través de ella – puedes entrar, el agua en esta parte es baja y nos dejara pasar sin problema – de nuevo lo sigo hasta el extremo opuesto del arroyo, sale del agua y va hacia unos arbustos, se sienta y se deja caer contra un árbol. Yo me detengo en la orilla y lavo mi rostro de la sangre que me salpico antes, me acerco a él, me agacho a su lado-
_ déjame revisar su herida – niega
_ no te preocupes por mí, pronto será solo otra cicatriz más adornando mi cuerpo – se niega
_ solo déjame verla – le pido – no seas testarudo – hace una seña para que la vea
_ has lo que te plazca, yo voy a descansar que mañana me espera un día difícil – cierra los ojos y me ignora, su reparación siempre es tranquila así que no tengo idea de si está despierto o dormido. Abro su camisa, está toda llena de sangre, de él y de los hombres que nos atacaron antes, no me detengo a admirar su cuerpo, no es el momento por más que me guste hacerlo, la saco por sus hombros, sé que está despierto porque me ayuda a hacerlo, la herida no es tan grande, como él decía no creo que sea grave, levanto mi vestido, le arranco una parte al forro interior y la mojo en la orilla del río, regreso y limpio su herida
_ necesitas que te suturen esa herida – niega
_ no necesito una sutura – resoplo con impaciencia
_ sé que no compromete tu vida; sin embargo, podría infestarse y estarías en problemas – explico
_ no sabes nada de mí, pero te puedo asegurar que eso no va a suceder, hay cosas de mí que no sabes – no entiendo para nada de lo que hablas
_ puedes ser más claro – le pido
_ ya déjame descansar – no está dispuesto a hablar – no sé por qué te comportas de esa manera conmigo, me raptas de mi casa, me arrastras por medio reino y no eres capaz siquiera de responder una pregunta – todo el estrés acumulado sale a flote, comienzo a llorar mientras camino de un lugar a otro
_ Ya cálmese. Miranda Estarbrook, compórtate como una princesa por una vez, deja de hacer escenas. No va con tu posición social
_ deja de mirar mi posición social, deja de decir todas esas coas sin sentido y di cosas que me interesen saber. Ni siquiera sé de qué se supone que salve a tu hija, te estoy siguiendo a ciegas y no me retribuyes la confianza, eso no es justo de tu parte Yonas Rench, no es justo que me trate como a una tonta, cuando sabe que no lo soy, que cada una de mis preguntas merecen ser contestadas – se me queda viendo pensativo, se pone en pie y camina hacia mí, se detiene a unos pocos metros
_ Ya deje de gritar – dice en tono muy bajo, yo creí que diría algo diferente – va a hacer que nos encuentren
_ entonces comienza a tratarme más como a una persona y menos como a un objeto, quiero que me trate como a una mujer – volví a gritar, su cara cambia drásticamente y no comprendo el motivo
_ ¡así que lo que quiere es que la trate como a una mujer! – expresa, yo asiento para reafirmarlo, sin esperarlo se pega por completo a mí, me toma de la cintura para fijar mi cuerpo al suyo y me besa, jamás había sentido los labios de un hombre sobre los míos, su calor tan cerca de mi cuerpo, su saliva siendo compartida con la mía y mi cuerpo respondiendo de esta manera, tal parece que se va a quemar, m sangre va a una velocidad sobrenatural provocando que mi corazón se acelere.