Capítulo 23 La sensación de la boca de Jesang sobre la mía es más que desagradable, tengo que reprimirme las ganas de golpear su rostro y salir corriendo sé inmediato de allí, más las lágrimas que se agolpan en mis ojos son algo más caprichosas, por eso tengo que salir de la sala del trono casi corriendo, no quiero que nadie se dé cuenta, me encierro en mi habitación, a solas. No es que Jesang sea un hombre desagradable, él es apuesto, si este fuera otro momento me alegraría de tener que casarme con él y no con alguien más; sin embargo, no es el caso. No puedo sentirme cómoda besándolo, menos cuando sé que Yonas estaba allí mirándolo que sucedía, también sé que vio mis lágrimas, le prometí que sería fuerte, que haría lo necesario para ayudarlo y me estoy comportando como una total idiota,

