Capítulo 38 Lo bueno de tener una agencia bien constituida es que el trabajo se hace solo. El resto del día me la pasé firmando algunos papeles y leyendo aburridos documentos de los que no entiendo ni la mitad. Suena mi intercomunicador. – ¿si? – respondo – Señor Rench, la señorita Delani está aquí y quiere hablar con usted de inmediato – Déjala pasar Rosi – le pido, dos minutos después entra Miranda con una expresión que conozco bien, está verdaderamente molesta, no puedo evitar sonreír – ¿usted está jugando conmigo? – me pregunta – No sé dé lo que hablas – le respondo y me acomodo para mirarla – Esta mañana en esta misma oficina me dijo que no había tenido nada que ver con que me enviaran aquí, ahora acabo de llegar con todos los demás pasantes, porque según el decano, si había si

