POV de Valentina Salí del baño, escondí el test en el fondo de un cajón, bajo la pila de su ropa. Las vitaminas las dejé a la vista. Me senté en el borde de la cama, en la oscuridad. La habitación todavía olía a él. A su colonia, a su poder. Y por primera vez desde que me desterró, no sentí solo rabia. Sentí un miedo completamente nuevo, un miedo que no era por mí. Era por la pequeña vida que llevaba dentro. Y por el hombre que, al otro lado del océano, sin saberlo, se había convertido en algo más que mi carcelero. Se había convertido en el padre de mi hijo. POV: ELÍAS Encendí un cigarrillo, era el cuarto día seguido en ese infierno, el cuarto día olfateando pistas, siguiendo migajas de mierda que me llevaran hasta el último cabo suelto de los Abbandando. Don Roberto podía haberse

