02|Los Reyes Del Campus

4775 Words
15 minutos es todo lo que me toma revisar cada una de la maletas, y cada minuto tuve más ganas de arrojar todo por una ventana. No se que demonios pensó la persona encargada de mi guardarropa nuevo, porque todo en esas maletas es sinónimo de mostrar mucho cuerpo, y poco conservador. Minifaldas, tops minúsculos, pantalones entallados, vestidos con los que se te ve hasta el alma, pequeñas camisetas muy cortas, shorts de rameras, y todo lo que se te ciñe a la perfección al cuerpo, en eso se basa mi nuevo guardarropa. Tres maletas con compartimientos secretos donde están mis armas, y todo el equipo necesario para poder rastrear, jaquear, y vigilar cada movimiento en esta casa. Cojo algunos muñecos de delfines y unicornios, y los coloco estratégicamente en toda la casa, como si fueran parte de la decoración del lugar, pero son cámaras minúsculas de vigilancia para poder monitoriar todo el que entra y sale de la casa. Jaqueo en segundos el sistema de seguridad de la casa, y lo conecto a mi lacto, dándome acceso a todo el lugar, también jaqueo el del campus, después de tener el control absoluto de la universidad, y haber acomodado mis nuevas pertenecías, me ducho rápidamente, ya que todas las chicas en su totalidad fueron a el campus. Me coloco un brasier de encaje n***o, junto con pantis negras, un jean entallado azul marino de corte alto, con zonas rasgadas y con huecos en ambas piernas, un cinturón n***o Chanel y un suéter n***o corto entrecruzado dando un buen escote en la zona delantera, por ultimo cojo mis tenis Nike blancos. Ya después dejo mi cabello suelto sin ondas caer hasta mi cintura libremente, y paso a hacerme un maquillaje muy ligero, y fresco, nada muy cargado. Me doy una mirada al espejo de cuerpo completo en mi habitación y me coloco un poco de brillo labial de cereza en mis labios, cojo mi teléfono, llaves, y el brillo los cuales guardo estratégicamente en mis bolsillos. Salgo de mi habitación buscando a Emma, ya que de todas las chicas aquí ella no me parece tan superficial, hueca, y estirada. Sonrío ampliamente cuando la encuentro justo saliendo de su habitación. — Creí que ya te habías ido— le sonrío. — Para nada, esto aun no comienza, usualmente llego para la hora de las bebidas y después de que Los Gamma hacen su gran entrada y dan el discurso de bienvenida para los novatos. Frunzo el ceño. — ¿Quienes son los Los Gamma? — Los más idiotas del campus, eso son— rueda los ojos Emma. — Parece que no te simpatizan— sonrío divertida. — Ni un poco, usualmente las Kappa no pueden dejar de babear cuando están con ellos, pero son unos idiotas, ya sabes lo típico en una universidad como esta, así como esta la hermandad de chicas huecas, esta la fraternidad de playboys. — ¿No te gustas Kappa Zeta?— pregunto curiosa mientras bajamos a la siguiente planta. Esta rueda los ojos como si acabaras de decirle algo exasperante. — Se nota tanto— bufa. — ¿Entonces qué haces aquí? se nota a leguas que no eres una presumida hueca. — Mi abuela vino a Stanford y fue una Kappa, mis tías y madre igual, por lo tanto... — Comprendo. — Lo mismo digo de ti, no usas exceso de maquillaje, tu voz no es como la de una ardilla, y no pareces este tipo de chicas, cuando te vi la primera vez pensé vaya otra Gabrielle, pero resultas ser más antirosa que yo, ¿Que te trajo a ser una hermana Kappa? — El FBI lo arregló— bufo. Esta ríe como si acabara de decirle el chiste más grande del mundo. — Nos vamos a llevar muy bien Stella. — A mi también ver tanto rosa me produce nauseas— sonrío divertida. — Que bueno que no soy la única— se burla esta. Ambas terminamos de llegar a la planta inferior riendo. — Creí que ya todas se habían ido— sonríe Lucy saliendo de una sala. — Ya nos vamos Lucy— rueda los ojos Emma. — Tu debes ser nuestra nueva hermana ¿no?, ¿Stella?— sigue hablando la afrodisíaca. Asiento. — Esa soy yo— sonrío. — Soy Lucy vicepresidenta de KKZ. — Un placer. — Recuerden que después de la fiesta comienza el ritual de iniciación de las nuevas— sonríe esta, para luego dejarnos a solas. — En serio no tolero a esa chica, un consejo, si quieres sobrevivir un año entero conviviendo con presumidas, mente cortas, que se pasean de cama en cama con Los Gamma, y cagan rosa, no escuches a Lucy ni Gabrielle, sobre todo a Gabrielle, es conocida por ser la zorra más Zorra de las Zorras del zorrismo en el campus, y eso da mucho que decir. — Entendido— sonrío divertida reprimiendo una carcajada. (...) Paso las distintas carpas, con mesas y estudiantes de las fraternidades y hermandades del campus, y muchas personas agrupadas de cada lado junto a Emma, según entendí, cada carpa ofrece folletos, y ayudan a los que quieren unirse a las hermandades, o fraternidades, ambas nos acercamos a una mesa y cogemos un vaso lleno de cerveza, esta me arrastra hasta la multitud donde están reunidos todas los estudiantes de la universidad, residencias, fraternidades, y hermandades, los estudiantes aprovechan dicha oportunidad para beber, ligar, y disfrutar sus ultimas horas sin maestros, exámenes, o informes que hacer. Emma me guía a donde esta nuestra mesa, y como no, la carpa y mantel de la mesa es rosa, ruedo los ojos, porque si antes detestaba el color ahora lo odio mucho más. Tras la mesa están las gemelas, y mi conejillo de india. — Hola perdedoras— sonríe Emma. — Como no, ya sabia yo que al ver ese inconfundible rojo solo significaba que el tormento Kappa había regresado también este año— sonríe Dian. Emma rueda los ojos, y da un trago a su cerveza. — ¿Tormento Kappa?— alzo una ceja interrogante. — Así le llama Gabrielle, ya que es una Kappa descarriada— me responde Diana— Soy Diana, y ella mi hermana Dian, un placer. — Soy Stella, y el placer es todo mío— le regreso la sonrisa a la chica. — ¿Eres nuestra nueva hermana?— pregunta Courtny, asiento en respuesta— He escuchado de ti, eres inglesa ¿no es así? — Es más complicado que eso, mi madre es francesa, mi padre Austriaco, y yo soy la mezcla de las tres, vivi 11 años de mi vida en Inglaterra, pero nací en Austria, y pase muchas temporadas en Francia, pero soy una neoyorquina de corazón. — Genial— sonríe Courtny. — La fiesta esta a punto de iniciar, inscribiremos a algunas más, y cerraremos el puesto, nos les uniremos en un rato— sonríe Diana. — Bien, por allí nos vemos, seguiré poniendo al corriente a nuestra nueva "hermana"— hace comillas con sus dedos Emma. — Qué Gabrielle no te vea haciendo eso, anda de mala leche— sonríe Dian. — ¿Qué? ¿Acaso se le olvido la escoba?— se burla Emma, Dian niega reprimiendo su risa. — Escuche que Stephen la dejo, y anda cabreada por ello.— se ríe Diana — Bendito sean todos los santos que tuvieron misericordia del pobre Stephen y lo alejaron de esa loca— se ríe abiertamente Emma. — Si claro, Stephen Komarov es todo menos un pobre desgraciado— rueda los ojos Dian. — ¿Quien es Stephen? — Ya lo conocerás mi rubia hermana, pero créeme no te aseguro que te caiga muy bien— sonríe Dian. — Claro, es que el hijo de perra es todo un encanto— masculla amargamente Emma rodando sus ojos. — Encantador— se rie Diana. — Claro— alargo la O. — Bien, ya nos veremos, ahora nos vamos— Emma me arrastra lejos del puesto Emma me guía entre más puestos, y me hace reír un montón sobre hablar de Gabrielle siendo una bruja. Decido que la pelirroja despampanante es agradable y entra a mi lista de personas gratas, y pretendo conservarla. Cuando el cielo se comienza a teñir de un azul más profundo, dandole paso a la noche iluminada por estrellas, la pelirroja me arrastra cerca de la tarima, y en mi sistema hay al menos ya dos vasos de cerveza, pero se que ese mínimo alcohol no me produce ni cosquillas, pero creo estar alucinando cuando un puto ángel sale detrás de la tarima, deteniéndose en medio con un micrófono en manos, y sonríe de forma relajada, pero es la puta sonrisa más seductora y sexy que mis ojos podrán ver. Creo que me deslumbro tanto que mi mandíbula ha caído al suelo, y me vuelvo un pozo de agua. Escucho a mi lado una leve risita divertida, me giro y Emma esta riéndose. — Veo que has quedados deslumbrada por el espécimen delante, y yo que creo que te volverías junto a mi una defensora creyente de Stephen Komarov no es tan sexy y caliente como todos creen. — ¿Ese es el tal Stephen Komarov?— mascullo sintiéndome indignada— Comienzo a comprender la mala leche de Gabrielle entonces. — Si, no se niega, es un papucho, parece tallado por los mismos ángeles. — ¿Acabas de citar a la hermanastra más fea de Shrek? — Parece que si— hace un mohín de lado Emma— pero mejores palabras no le quedan, créeme hermana el envoltorio es todo espectacular y despampanante, pero su contenido es tan vacío que apesta. — Una lastima. — Y que lo digas— sonríe esta dandole un trago a su cuarta cerveza tal vez. Vuelvo mi mirada a ese dios nórdico, que bien podría ser hijo de Odin y hermano de Thor, pero logra parecerme una exquisitez a mi parecer, y creo que a toda la población femenina agrupada en este evento, ya que creo que a pocos pasos de nosotras podría ver charcos de chicas, y mucha baba caer al suelo. Este sonríe de forma ladeada, y... ¡Oh mierda creo que me derrito! pero su sonrisa es tan sexy y cargada de sensualidad, ese hombre desborda sensualidad por todos los poros, y pasa una de sus grandes manos por su lacia cabellera oscura, tan oscura como mis pensamientos ahora mismo. Su cuerpo luce bastante fornido y musculoso, pero nada tan exagerado, se nota a leguas que lo justo para su contextura maciza, y altura, la cual cabe resaltar es bastante, sus brazos son musculosos y con la playera negra simple que lleva ajustada a ese delicioso cuerpo noto tatuajes, su brazo izquierdo tatuado en su máximo, y el derecho con solo un par de ellos, también sus muñecas muestran un par de pulseras de cuero, sus manos son grandes, y sus venas marcadas, sus dedos se notan largos, y están llenos algunos de ellos de distintos anillos, que solo dan un toque que te hace alucinar, es tan varonil y alucinante para la vista, que debería ser un crimen ser tan jodidamente espectacular. Un jean rasgado que se le ajusta a esas piernas y culo tonificado como un guante, y tenis Nike negros simples, su espalda es muy ancha, y sus hombros bastante fornidos, y completando ese paquete que deslumbra, esta su rostro. Un jodido rostro marcado, tan varonil que derrite bragas- así es las derrite- su piel luce tan liza, y sin marcas, totalmente impecable, labios finos y muy rojos que forman un maldito corazón perfecto, y oculto bajo esos labios tan deseables una dentadura que solo le faltaría darle ese toque de película cuando el diente brilla al sonreír, sus dientes son tan blancos y perfectos que da mucha envidia, una nariz recta y perfilada pequeña que solo remarca mas que este chico debe ser un dios o algo así. Es imposible tanta perfección en una sola persona, sus pómulos son un tanto llenos, y sus espectaculares orbes azules, tan azules como el cielo, o el océano, unos ojazos azules que brillan, un azul tan fuera de lo común, y que sin duda alguna hipnotiza, para cerrar con broche de oro están rodeados de una largas y envidiables pestañas oscuras, y unas cejas gruesas pobladas, sin mencionar que luce un sexy pirceng en su ceja izquierda, su cabello oscuro cae en pequeños mechones sobre su frente, y todo su rostro es marcado por una barbilla firme, y cuadrada, además de que sus orejas se encuentran perforadas por túneles negros no tan grandes. El simplemente puede causar un orgasmo con tan solo verlo una vez. Y su sonrisa, ese aire de seguridad que desprende solo demuestra que el sabe muy bien que esta bueno, que es algo simplemente único y que enloquece a la vista femenina- y algunas masculinas- todo su expresión corporal grita saber que él es un dios y nosotros sus fieles mortales que están aquí para alabarlo. — ¿Listos para darle un gran comienzo a este año?— habla este a través del micrófono, y claro no podía en serio tener algo mal, porque si todo él- y su cuerpo- no te causaron un infarto, entonces esa voz marcada, gruesa y ronca tan varonil lo harán. Se escuchan muchos awww, de parte de chicas y chicos, y bastantes chillidos eufóricos, pero comienzos creer que la euforia es ocasionada por él, y no por felicidad a darle comienzo a un año cargado de tareas, proyectos, exámenes, y profesores imbéciles. Eso no le causaría felicidad a nadie. — Claros que están listos Stephen— canturree un chico subiendo las pequeñas escaleras a un lado de la tarima divertido, al aparecer este se escucha un coro de gritos, y muchas frases que no pienso repetir. — Ese de allí es Mason Scott— susurra a mi lado Emma, y de comerme a el dios hijo de Odin con la mirada casi olvido que seguía a mi lado— Otro idiopido, y mejor amigo de Stephen. — Captado el mensaje— sonrío divertida bebiendo de mi cerveza. Mason también es algo impresionare para ver, que deleita muy bien a mis ojos con su belleza, solo piensen en un castaño, ojos verdes esmeraldas con motitas grisáceos, tez pálida, bastante alto y tonificado, sus brazos largos y manos grandes libres de tinta, con venas marcadas, su cabello de un castaño oscuro que luce bastante desordenado y apunta en muchas direcciones, mandíbula cuadrada, rostro perfilado muy varonil, largas pestañas, cejas gruesas, labios finos que forman un muy bien y besable corazón, y muy rojos, su espalda ancha, y que trae puesta una camiseta blanca que le sienta como un guante entallandose a esos músculos que pueden lucir muy apetitosos, y sus anchos hombros, además de un jean n***o también entallado perfectamente a sus tonificas piernas y culo, y trae tenis blancos Supras para ser más precisa. Acompaña a ese espécimen con una voz ronca, y varonil, otro orgasmo visual para mi, y mis ovarios, y deteniéndose al lado del otro sexy dios, yo podría simplemente morir justo ahora feliz. Este ensancha una sonrisa bien marcada en ese rostro y el camino de chicas desmayandose es largo. — Bueno yo solo espero que estén todos preparados para darlo todo esta noche, en una buena fiesta al estilo Stanford— sonríe de forma sensual Stephen. — ¿Al estilo Stanford?— medita Mason— Eso suena jodidamente bien. — ¡Y jodidamente bien nos la pasaremos todo esta noche!— grita una tercera voz varonil, gruesa y profunda, que sale detrás de ellos. Mis ojos ahora si pueden simplemente morir en paz, y mis bragas podrían dejar de hacerme sentir tan incomoda. Porque un tercer hombre/dios, hace acto de presencia en la tarima, y este es un rubiazo de ojos despampanantes azules, que brillan como dos esferas, mandíbula marcada, pestañas largas, cejas gruesas, cuerpo tonificado, alto, porque si, ninguno es bajo, labios finos y muy rosas que juntos parecen formar un corazón que quisiera justo ahora poder pasar mi lengua por ellos, su espalda es muy ancha, y sus músculos marcados, pero nada tan exagerado, estos chicos están todos en su punto exacto sin rozar a la exageración, apuesto que su torso bajo esa sudadero que trae morada el chico debe tener una tableta de seis cuadritos muy bien marcados y una V al final de sus caderas, sus piernas y culo están ocultas bajo ese pantalón blanco entallado, que se le ajusta como un guante a esas piernas tan marcadas. Sus brazos están cubiertos, pero deben mostrar a unos músculos perfectos, como lo de sus amigos, y el rubio ceniza de su cabellera es simplemente algo muy bueno para ver, por donde quisiera pasar mis manos, y hacerlas perderse, los mechones rubios caen libres por su frente, y esas perlas brillan con tanta diversión y malicia que solo puede ser un demonio tentando a morder la manzana prohibida. — Aarón Jones, ese hombre simplemente podría hacer explotar tus ovarios, todo un jugador, mejor amigo de esos dos— da su resumen muy bien definido Emma. — Ellos tres podrían simplemente saltarse la universidad y dedicares a la actuación, modelaje, o música, sin duda alguna sus rostros no los dejarían pasar hambre— mascullo. — Pensé lo mismo al verlos la primera vez— se ríe Emma. Ellos tres se sonríen y creo ahora si ver a más de una chica desmayarse. — Esto es Stanford, y aquí se vive a lo grande, esperamos que estén todos ansioso por darle inicio a su experiencia universitaria, que se unan a alguna fraternidad del campus— habla Aarón, aleas rubio con sonrisa de pecado. — Y que todas las fraternidades y Hermandades estén listos para darle comienzo a sus iniciaciones, y luego darle paso a los juegos que se llevan a cavo todos los años como una legendaria tradición— Ese ahora es Mason. — Y no se olviden lo más importante— aparece en escena un chico nuevo, otro castaño despampanare que podría causar muchos orgasmos con esa voz marcada, y profunda. Sus ojos son de un claro marrón, rodeados por amplias y largas pestañas, y cejas gruesas, rostro muy masculino y mandíbula marcada, labios ideales, siendo el inferior mas grueso que el superior, y bastantes llenos, su nariz es pequeña y respingona, y en su barbilla cuadrada, va marcada en medio con un pequeño hoyo que la divide en dos, y eso es tan jodidamente sexy. Su cabellera castaña y muy abundante cae en pequeños mechones sobre su frente, alto, de contextura muy musculosa, y espalda ancha, brazos gruesos, y hombros amplios, podría apostar todo porque bajo su camiseta blanca con detalles negros se oculta una muy buena tableta de chocolates y una V muy marcada al inicio de sus caderas. Sus piernas largas tonificadas y culo entallado están cubiertas por un jean simple prelavado que le sienta como un guante, y tenis grises que completan su look, también trae pequeños aretes en sus orejas. El es muy sexy. — Que los Gamma siempre estarán aquí para hacer de sus vidas universitarias más interesantes y divertidas— eso lo dicen dos chicos más, gemelos para ser exacta, saliendo animadamente de las sombras, y situandose junto a los demás. Y ya... ahora si que muero de un orgasmo visual. Ambos gemelos de tez pálida, ojos verdes esmeraldas con motivas grises, labios muy rojos, marcados y llenos, mandíbulas cuadradas, largas pestañas, cejas muy gruesas, altos, y entallados, espaldas y hombros anchos, brazos tonificados, piernas entalladas cubiertas por sus jeans azules prelavado, y una buena retaguardia. Perforaciones solo en sus orejas, narices perfiladas, y esa piel que luce como la de un bebé ¿sus diferencias? cabellos, un gemelo tiene el cabello n***o azabache y el otro castaño oscuro, de resto son idénticos, así que imagino que el de cabello n***o es teñido. — Ellos son, el primero en hablar Ethan Brown, y luego tenemos a los famosos gemelos Williams, Ashton y Asher, todos miembros elite de... ¿cómo decirlo? la fraternidad llena de testosterona y playboys de más alto rango del campus. Sonrío de medio lado porque capto el tono de repulsión en la voz de Emma. — Universidad cliché con los típicos clichés, no podría esperar más de mi vida universitaria— me burlo. — Y que lo digas— me sigue Emma, esta alza su bazo al aire— Brindemos por un año universitario cliché hermana. Sonrío y choco mi vaso con el de ella. — Por un año cliché. Los seis hombres en la tarima simplemente son un deleite para el ojo humano, y no pueden culparme por saber apreciar un buen arte delante de mi. — Te presento a los Gamma, los reyes del campus— sonríe ladeada Emma. — No puedo esperar a comenzar las clases ya— me burlo. — Un consejo, no caigas en el juego de ninguno. — No soy una chica fácil cariño, se mantener mis piernas cerradas, no voy abrirlas a el primer idiota con cuerpo de modelo de Calvin Kley que me sonría— bebo un poco más de mi bebida. — Que alivio, porque me agradas lo suficiente para querer sacarme los ojos y arrancarme los odios si te veo ser un charco como las tontas a mi alrededor y escucharte suspirar y babear sobre el piso donde caminan esos presumidos. — Nota, no ser un charco, entendido— me burlo. — Estas tan loca como yo, antes Gabrielle enloquecía con una como yo en la casa, con otra que tolera tanto el rosa como yo a mi tía Berta te juro que se arrancara el cabello— ríe abiertamente Emma, dejo de enfocar a los dioses, para reírme con mi amiga, así que no noto cuando todos bajan del escenario y desaparecen entre la multitud, mientras el micrófono lo toma otra fraternidad si es que no me equivoco. — Estas demente— me rio. — ¿Alguien dijo fiesta?— aparece de la nada Dian arrastrando a su hermana la cual ya parece un poco ebria. — No cariño, pero quizás la próxima— sonríe Emma. — Bah, que mal— bufa la castaña— bueno lo intente— se hinca de hombros. — Creo que alguien inicio la fiesta temprano— señalo a Diana. — Nah, mi hermana solo ha bebido tres cervezas y un par de chupitos de tequila, solo que es peso pluma— se ríe Dian. — Viva la jodida vida perras— canturrea muy alegre Diana, Emma y yo soltamos leves risitas, mientras Dian mira a su hermana como si quiera estrangularla justo ahora. — Bastarda hecha copia mía no grites que amas la vida y nos avergüences. — Te amu— canturrea la rubia muy alegre dejando un sonoro beso con algo de baba sobre la mejilla de su hermana. — Iu gérmenes de la gemela ebria, no deseo compartirlo todo contigo hermana— intenta apartar Dian a su hermana y sus manos muy descordinadas de ella. Intento reprimir vagamente mi sonrisa, y para ocultarla le doy un largo trago a mi cerveza. — Bueno amo el bromance gemelas, es tan entretenido— se rie Emma. — Cállate pelirroja— gruñe Dian alejando a su hermana, la cual mientras pasa un par de chicos sonríe y le arrebata a uno su vaso, Dian observa la escena y solo rueda los ojos mientras vuelve su atención a nosotras.— Escuche que Aaron estuvo preguntando por ti— le da una sonrisa cargada de picardía Dian a Emma, esta rueda sus ojos y bebe de su bebida, por un segundo me encuentro con el ceño fruncido, y a la vez con ganas de saber un poco más de ello. Ya que hace apenas unos segundos o minutos, Emma se encontraba despotricando "disimuladamente" de el tal Aaron. — Bien. — ¿Bien? es es todo lo que dirás— se ríe Dian, y noto que solo busca molestarla. — Si, así es. — Una lastima— se ríe Dian— Y dime Stella, alguna cosa que te haya gustado del campus en este primer vistazo— me mira esta de forma inquisidora mientras mueve sus cejas de arriba a bajo, sonrío divertida. — Mmmm creo que me gusto el pasto, y luego ver a los lindos arboles— sonrío porque se que ella esperaba algo del carácter interés personal, y no me decepciona al ver su expresión de frustración por mi respuesta. — Claro, porque en vez de estudiar Química amas la botánica— rueda esta sus ojos. — Pues encontraras en mi que amo la botanica.— hago énfasis en la palabra amo. — Me encanta esta zorra ¿ya lo mencione?— se ríe Emma. — Relaciones lesbias lejos de mi— se burla Dian. — Ahhh olvide que solo puedo ser tuya amorcito— se canturrea Emma. — Exacto solo mía— sigue el juego Dian. — ¡La mano arriba, cintura sola, la media vuelta y...! ¡Sacude duro!— grite de la nada una Diana reapareciendo. Las tres la miramos algo desconcertadas al ver a la rubia reír fuertemente, y tambalearse de lado a lado, ademas de parecer estar bailando una canción Latina. — Hoy no es mi hermana— la mira con horror Dian. — Ella mañana odiara esto— se burla Emma. — ¿No deberíamos ayudarla?— inquiero algo preocupada y desconcertada por la situación de ebriedad d ella chica, no la conozco, pero aun así es una chica y esta ebria. — Nah, estará bien, más porque "su hombre" esta cerca— hace comillas Dian. — Vale— alargo aun con desconfianza. — Creí que lo había dejado el año pasado lo que sea que tuviera ella con Dexter— frunce el ceño Emma. — Yo también— rueda los ojos Dian— Pero al llegar al campus lo primero que hicieron fue reencontrares y quitarse la ropa. — Perturbador— comento. — Si, como sea— da un trago a su bebida Dian, mientras aun las tres observamos a la rubia reír y parlotear estando en su propia burbuja de éxtasis. — Los Gamma darán una increíble fiesta esta noche como su iniciación para los novatos— comenta ahora algo emocionada Dian dandose la vuelta y mirándonos nuevamente. No me pasa desapercibido como Emma rueda los ojos. »Tenemos que ir— sentencia Dian. — No lo creo compañera— bufa Emma. — Vamos Em, Stella esta de llegada, no puede perderse la mejor fiesta del campus, por tu odio a Los Gamma. — Pues que vaya con ustedes, yo no iré— sentencia la pelirroja haciendo que Dian la mire con un puchero algo tierno. Medito en eso de fiestas, y me tomo los segundos para pensármelo, universitarios, alcohol, seguramente sexo por todas partes, y todo siendo un completo descontrol. También sobrepaso esto de que justo ahora estoy en mi limite estando rodeada de lo que en un par de minutos u horas se pondrá peor, y que la verdad nada de esto es mi ambiente, ni es algo que me agrade, ademas sin repasar que no es mi misión, y debo estar concentrada. No, de ninguna manera yo iré a esa fiesta, antes dejo que me pinten el pelo de rosa y usaría una minifalda con la que se me vería el alma, paso. — Yo estoy algo cansada, ni siquiera se como estoy aquí, viaje mucho desde New York hasta aquí hoy, y la verdad decidí venir a esto de el campus por no ser una antisocial, pero solo quiero estar en mi cama e invernar como un puto oso.— gesticulo todo apegando a mi personaje, ya que la verdad si estoy muy cansada, pero no tanto como para desfallecer, ya que podría caminar un mínimo de tres días en el desierto con tan solo unos pedazos de pan y una botella de agua y sobrevivir, y que tome un vuelo pero de Washington y no de New York. Dian me mira un poco mal, con su ceño fruncido y una trompita, pero asiente pareciendo entender mi punto. — Vale, otra ocasión para nuestra nueva hermana. Le doy un intento de sonrisa amigable, y la verdad espero que salga como intento, porque la verdad yo no suelo ser ni amigable, ni amable, ni una mierda. Maldita misión de mierda, alguien recuerde estrangular al donador de e*****a que se hace llame padre cuando salga de aquí. Bueno, si es que salgo.
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