{JONATHAN} Saco las sardinas de la fogata y me dirijo al lugar donde se reúnen mis compañeros, en el interior de una pequeña cabaña de madera construida por nuestras propias manos. - Vamos, Jonathan, que tenemos hambre- insiste Miranda, una mujer rubia y cuarentona. - Encima que os ha hecho él la cena no os quejéis- me defiende Sergi, mi mejor amigo desde que llegamos a este sitio. - Gracias- le sonrío agradecido y reparto la comida. Me siento alrededor de ellos, en total somos dieciseis personas. Al principio sólo eramos siete pero fueron llegando más con el paso del tiempo. - Esto está muy callado hoy- murmura Platina, una mujer veinteañera con el pelo plateado, de cuyo nombre verdadero desconocemos-. ¡Cuéntanos de tu vida anterior, Jonathan, que nunca nos hablas de ella! - No est