- "¿Melody? ¿Puedo hacerte una pregunta?" - seguía caminando junto a ella y no veía más que un alrededor blanco. Sinceramente, a dónde demonios íbamos? Si todo parecía igual y no llevaba a ninguna parte. Di un suspiro y ella solo me miró, sonrió y aceptó con la cabeza.
- "¿A dónde vamos?" - dejó de caminar y se giró hacia mi.
- "Es un poco complicado de explicar..." - suspiró.
- "Soy un fantasma, esa para mi era la parte complicada." - empecé a ponerme arrogante por que tenía cien mil preguntas, (bueno...tantas no, quizás 2 o 3) y ninguna respuesta.
- "Entiendo." - sonrió y luego cogió los ánimos suficientes para responderme.
- "Verás, yo no soy ningún fantasma ni nada de eso, solo estoy aquí para enseñarte a utilizar lo que tu puedes hacer al ser un fantasma. Y cuando lo entiendas, me iré." - empezó a explicar, con cuidado y con paciencia para que lograse entenderlo. Acepté con la cabeza y crucé los brazos esperando a que siguiese explicando.
- "También vendré si te saltas las normas." - sus ojos cambiaron de color y pasaron a ser rojos, tragué saliva y retrocedí un paso.
Empezaba a tenerle miedo.
- "¿Que normas?" - pregunté nerviosa y me mordí los labios.
- "Las que te conté antes." - respondió con más paciencia y el color rojo desapareció de sus ojos volviendo a tener el mismo color que antes.
- "Como dije antes, estamos en la Nada." - siguió explicando.
- "Por cierto, te he dicho que están buscando a tus padres?" - preguntó después de unos minutos de silencio Melody.
- "¿Quiénes?" - me quedé extrañada.
- "Tus amigos del mundo de los Vivos..." - dio un bostezo.
'Encima.' - pensé pero al ver que se había girado para mirarme dejé de pensar en cosas, por que supuse que Melody quizás también podía leerme los pensamientos.
- "Oye, Melody..." - empecé con cuidado con miedo, no quería enfadarla, no quería que estuviese muerta definitivamente...
- "¿Si?" - preguntó sin mirarme siguiendo adelante.
- "¿Por qué les están buscando?" - pregunté con curiosidad esperando respuestas claras.
Pero en vez de dármelas dio un suspiro.
- "Hemos llegado, Daphne te lo explicará." - dijo y se arregló un mechón de pelo que se le había caído en la cara.
'¡¿Quien demonios es Daphne?!' me di con la palma de la mano en la cara y luego bajé la mirada. 'Menuda forma de complicarse.'
- "Te está esperando..." - me interrumpió Melody de mis pensamientos, levanté la vista hacia ella y antes de poder preguntarle cualquier cosa delante de nosotras apareció una puerta de madera. Me quedé con la boca abierta, parpadee unas cuantas veces seguidas y tragué saliva. Intercambié la mirada con Melody la cual con la mano derecha me hizo un gesto para que entrase.
- "No puedo entrar contigo, pero te estaré esperando aquí, si hace falta, vale? No tengas miedo, todo saldrá bien." - me dio ánimos, cuando notó que estaba nerviosa y algo asustada.
Después de que pasasen unos segundos decidí abrir la puerta. De repente estaba en una habitación decorada al estilo japonés, lo cual era bastante tranquilizante. Al fondo ella había una chica de pie, con el pelo naranja, estaba vestida con un vestido azul fuerte y con una chaqueta negra. Se giró hacia mi y me miró con unos ojos marrón chocolate. Tragué saliva y en su rostro apareció una sonrisa.
- "Hola, yo soy Daphne." - me guiñó el ojo como si nos conociésemos toda la vida.
- "Puedo responderte a cualquier duda, o pregunta que tengas, tu sola pregunta sin miedo, vale?" - sonrió y me invitó con la mano izquierda a sentarme en el suelo encima de un pequeño cojín blanco con flores azules.
Me senté y la miré fijamente a los ojos.
- "Yo soy Juliet" - me presente.
- "Lo se, tranquila, no tienes por que estar nerviosa, te tiembla la voz." - comentó y me cogió de la mano. Quité mis dos manos de la mesa y la miré con desconfianza, después de un rato de silencio decidí preguntarle algunas cosas.
- "¿Por qué están buscando a mis padres?" - levanté la mirada hacia ella.
- " Ya veo que Melody te ha dado mas información de la que debía darte..." - suspiró y se quedó pensando en algo. Me mordí los labios, no quería que tuviese problemas por mi.
- "No fue ella... yo insistí en que me lo dijese." - la defendí para que no tuviese ningún problema.
- "No sabes mentir Juls, se te nota en los ojos."
Las dos nos quedamos en completo silencio.
- "Bueno... los están buscando por que quieren saber si era cierto lo te dijeron antes de que murieses. Y la verdad es algo increíble que funcione." - suspiró y me miró con una sonrisa en el rostro. Por una parte, me parecía bien que estuviese calmada, pero por otra me daba un poco de miedo.
- "¿Qué funcione que?" pregunté incomprendidamente.
- "Que funcione solo por que te hayan inyectado una mezcla de sangre de criaturas oscuras y criaturas de la sombra." - respondió y miró hacia la puerta que estaba detrás de mi.
'Estupendo, la hora de mi tema favorito a llegado.' pensé y di un suspiro.
- "Es extraño que odies y que le tengas tanta fobia a la sangre. Siendo tu misma una criatura que necesita sangre para sobrevivir y tener energía." - después de que dijese eso me quedé sin palabras.
'¿Entonces si soy un experimento?' seguí pensando.
- "¿Por qué no quisiste que te curasen?" - me preguntó Daphne.
- "Por que me sentía y mal... y sentía que era demasiado tarde... No quería ponerlos más en peligro..." - respondí después de pensar mi respuesta.
- "¿Por que consigo ver todo eso?" - Daphne se quedó extrañada, lo que me indico que no sabía a que me refería.
- "Es decir, los pensamientos, los colores esos, el tiempo...? Esas cosas, y todo después de desmayos?"
- "Por la sangre que te inyectaron. Y por que en ti misma, sin que te inyectasen nada, había algo, algo que te diferenciaba de las demás. La sangre sólo hizo que esos poderes, los tuvieses antes. Y los desmayos era un efecto secundario que tenía sobre ti después de que te la inyectasen. Por que aún eras demasiado humana, y si hubieses estado... como decirlo, 'despierta' podría ser mortal para ti." - respondió Daphne. Tragué saliva.
- "¡¿Entonces que demonios soy?!" pregunté y me levanté bruscamente.
- "Sinceramente... No lo se... Espero que lo puedas descubrir por ti misma Juliet..." - se levantó también pero no de forma tan brusca. Cuando se dio cuenta de que mis ojos se llenaban de lágrimas hizo unos pasos hacia mi y me dio un abrazo.
- "Lo siento..." - se disculpó, después de dudarlo un rato, le devolví el abrazo y me mordí los labios, intentando calmarme y intentando dejar de llorar...