Capítulo 4. ¿Dónde estoy?

1090 Words
Me desperté en una cama, blanca, parpadee varias veces seguidas. Esperaba ver una habitación, pero estaba en un lugar donde todo era blanco, y en medio de ese lugar blanco estaba mi cama. Vamos, algo MUY corriente. Llevaba pantalones cortos vaqueros, una camisa blanca y botas negras. - "¿Hay alguien?" - pregunté al vacío. - "Vaya, Juliet, por fin te has despertado." - dijo una voz femenina. Me quedé paralizada. - 'Hay alguien, y sabe mi nombre.' - tragué saliva y empecé a dar vueltas en circulo sin moverme del sitio, buscando al que dijo eso. - "¿Estás en mi cabeza?" pregunté al no encontrar a nadie. Oí una risa de una chica joven. - "Claro que no, estoy detrás de ti." - respondió, me giré y la vi. Era una chica rubia, más o menos de la misma edad que yo, sus ojos eran de color castaño y tenía una sonrisa en el rostro. - "Soy Melody." - se presentó de forma amistosa. - "Yo soy... bueno, sabes quién soy." - me corté con mi presentación, lo cual la hizo sonreír. - "Si, lo se, eres Juliet." - reaccionó orgullosa de saberlo. - "¿Cómo te sientes?" me preguntó. - "Creo que bien. No había dormido tan bien desde hace mucho tiempo." - respondí. - "¿Y tu?" intenté ser amable. - "Yo estoy bien, por mi no te preocupes." - me guiñó el ojo. - "Tú eres la nueva en esto." añadió. - "¿En que?" - pregunté confundida y con curiosidad. - "No lo oíste en los sueños?" - preguntó extrañada. - "Emm... creo que no recuerdo ni el que he soñado algo. Por cierto, dónde estoy? ¿Y dónde está Alex?" - pregunté, me acababa de acordar de que no veía a nadie de los chicos del grupo, ni a Katia. - "¿Dónde están los demás?" - seguí preguntando de forma confundida. - "Juls, cálmate y deja que te explique lo que ha pasado..." - me acarició por el hombro Melody. La miré preocupada de lo que iba a decirme, me mordí el labio, intentando así calmarme un poco. Pero no sirvió de mucho. - "¿Dónde están?" volví a preguntar de nuevo después unos segundos de silencio. - "Veras, estás muerta. Te mataron, no lo recuerdas?" - empezó a explicar cuando ella mismo ordeno sus ideas en la mente. Me quedé paralizada. - "Estoy muerta..." - repetí lo que me había dicho y en ese mismo momento se me vino a la mente la imagen de como había muerto. - "Ya lo recuerdo..." - añadí más tarde triste y bajé la mirada. Quería volver a ver a mis amigos... a Ann, Matt, Bianca y Natasha... también quería ver, aunque me costaba admitirlo, quería ver al grupo que me ayudo tanto. Los echaba de menos, a Max y sus provocaciones, a la amabilidad de Scott, a mi hermano Dante que acababa de encontrar, que desde entonces era mas cariñoso conmigo... y a Alex, del que estaba enamorada, con quien me sentía protegida. Quería verlos, encontrar a mis padres, volver a sentirme feliz. Por el rostro se me deslizaban las lágrimas de tristeza. - "Tranquila, todo saldrá bien." - sonrió Melody para animarme un poco y me dio un abrazo. - "¿Quieres que siga explicando?" - preguntó. Acepté con la cabeza y le dediqué toda mi atención. - "¿Estoy en el cielo?" - Pregunté al ver que ella no sabía por donde empezar. Negó con la cabeza. - "No, no estás en el cielo." - respondió empezando a reírse. - "Ni tampoco en el infierno." - añadió como si me hubiese leído la mente. - "¿Entonces dónde estoy? ¿Y quién eres tu?" - pregunté confundida. - "Estás en la Nada." - Respondió. - "¿Donde?" - "Verás, no puedes ir ni al cielo ni al infierno. No eres un demonio, ni tampoco un ángel. Y en tu corazón, hay mas cosas buenas que malas, pero al haber esas cosas malas, estás en la Nada. " - explicó. - "En otras palabras, eres un fantasma." - resumió al ver que no me enteraba de nada. - "Soy un fantasma..." - suspiré sorprendida y algo decepcionada. - "Si, pero no te deprimas por ello, es bueno que lo seas, por que puedes moverte por el mundo de los 'vivos' al ser uno." - siguió explicando y sonrió para animarme. - "¿Puedo ir?" - pregunté con esperanzas en mi corazón. - "Si, no te verán, pero tú puedes verles, mover cosas, dejarles mensajes, hacer cosas para que noten tu presencia..." - me guiñó el ojo Melody al ver, que oír lo que me decía me alegraba. - "¿Puedo ver lo que hacen los demás?" pregunté con curiosidad. - "Claro, ¿Quieres que vayamos a verles? Te digo como funciona, el que los veas y luego puedes ir sola." - me ofreció Melody. - "¿ Cómo funciona?" - pregunté con curiosidad. - "Verás, no puedes verlos las 24 horas diarias, por que el que los veas, te quitará energía. Tienes que descansar lo suficiente y recuperar la energía que uses." - "Entiendo." - acepté con la cabeza. - "Es algo bastante peligroso." - bajó la mirada por que ella misma estaba nerviosa. - "¿Por que?" - pregunté. - "Por que si te pasas, si te fuerzas, puedes acabar, sonará raro, pero puedes estar muerta definitivamente." - respondió y me miró a los ojos, para así hacerme saber que iba en serio lo que me decía. Tragué saliva. - "¿Ahora no estoy muerta definitivamente?" - seguí preguntando. - "No, ahora si tus amigos encuentran la forma de revivirte, puedes volver a la vida." - dijo Melody. - "¿En serio?" - pregunté sorprendida y con alegría. - "Si... Pero hay un pequeño problema." -dio un bostezo. - "¿Cuál?" - la miré poniéndome seria. - "Si no lo hacen antes de 18 días, no pondrán revivirte nunca." - suspiró, se sentía mal por ser ella la que me dijese esa mala noticia. - "Y no puedes contárselo, porque si no, te acabaras desvaneciendo, hasta volver a morir definitivamente." - añadió. - "Es un circulo." - suspiramos las dos a la vez. - "Bueno, ven, te enseñaré este sitio, vale?" - preguntó cambiando de tema, para animarnos las dos. - "Esta bien." - sonreí y juntas nos fuimos del sitio blanco a otra parte.
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