Los Portadores

Angel guardian

-No lo puedo creer.

-Ya está en edad para conocer el secreto familiar. Tu madre lo sabía pero no quiso que te metieras en algo tan peligroso, pero yo estoy segura de que estás lista y confió en que puedas cumplir con el legado familiar. 

-Nosotras pensamos que tu madre sería la de los poderes, pero resulto que no y cuando te tuvo, te identifique de inmediato. 

-¿De qué legado hablan? 

-Nunca has sido una humana normal, has sido elegida para mantener el orden en el universo. Tu deber es mantener el equilibrio entre el mundo espiritual y el mundo físico. 

-¿Me estás hablando enserio?

-¿Te parece que estamos mintiendo?-pregunto Alice. 

-No pero, ¿Cómo creen que lo voy a hacer?, soy solo una humana y no pueden darme ese tipo de responsabilidad. 

-Por mi edad, ya no puedo encargarme de eso, me queda poco tiempo y por eso no  quiero que lo hagas tú.

-El tiempo de tu abuela termino pero ahora es el tuyo. 

-¿Me han ocultado esto toda mi vida y ahora van a presionarme a cumplir con este supuesto legado familiar?

-Lo hicimos para protegerte, si los demonios se enteraban de que naciste, te iban a capturar para matarte.

-¿Demonios?,¿también debo enfrentar demonios?

-Es parte de tu misión.

-No quiero esa misión. 

-Me da mucha pena cariño pero no puedes rehusarte. 

-Pero no pueden obligarme, tiene que haber una manera.

-La habían, había un portador que llego a renunciar pero eso se prohibió.

-No es tan malo como parece, a mi también me sorprendió pero me vida se volvió más interesante.  

-Esta noche, vendrá Dios para darte el sello sagrado, con eso quedaras marcada y te reasignaran a tu ángel guardián.

-¿También tendré un ángel?

-Sí, todos los portadores tienen uno que les ayuda en su misión. 

-Haber si entendí esto, ¿me están diciendo que ahora puedo ver espíritus y por el simple hecho de verlos, eso me hace responsable de controlarlos?

-Así es. 

-Y, ¿ese Dios el mismo Dios que todos conocen?

-El mismo.

-Y, ¿se supone que solo vendrá y se hará presente frente a mí?

-Te dejara la marca sin que te des cuenta. No sabría decirte en que momento vendrá pero lo hará. 

-No puedo creerlo. SI viene tendrá que ser otro día porque debo inscribirme en la facultad. 

-No puedes hasta que tengas tu marca Caroline.

-¿Por qué?

-Desde el momento en que te pusiste el collar, los demonios ya saben que eres la nueva portadora y sin tu protector, estas expuesta a ellos. 

-No te preocupes, no va a tardar.

-Grandioso. 

-Otra cosa-dijo mi abuela escondiendo el collar dentro de mi blusa.-Cuida bien el collar y no dejes que nadie lo vea.

-¿Por qué?

-Te identificarían y no duraran en quitártelo, es muy importante que lo mantengas oculto, ¿está claro?

-Está bien. Ya que no puedo librarme de esto, ¿hay algo más que deba saber?

-Por el momento, eso es todo-dijo Alice.

-Y la muisca que escuche en mi casa, ¿tiene algo que ver con esto?

-¿De qué música hablas?

-La noche antes de venir, escuche música dentro de la casa y luego alguien canto.

-Esa es la razón por la cual no debes dejar que nadie vea el collar.

-¿Quién era la persona que cantaba?

-¿Pudiste entender su letra?

-Cantaba algo relacionado con un templo.

-Cariño, si vuelves a escucharlo, hagas lo que hagas, no vayas a seguirla.

-¿Por qué?, ¿Qué espíritu es?

-Lo que escuchaste no fue un espíritu Caroline, fue un demonio y era tu padre.

-¿Qué?, ¿Cómo que era mi padre?

-Era él. 

-No, él se fue del país hace mucho tiempo.

-No lo hizo. Él nunca fue humano Caroline.

-Tu padre es un demonio que se metió con tu madre porque sabía que serias una portadora. Su idea era llevarte al infierno para que el rey de los demonios decidiera tu destino. Pero él se encariño contigo y madre, por eso nunca te hizo daño. La secta era un lugar donde el aprovechaba para comprar el alma de los fieles.

-¿Por qué me está buscando?

-Quiere usarte para abrir todos los portales de la tierra y de esa forma atraer a más seguidores.  Si los hombres les entrega su alma, la humanidad se verá sumergida en oscuridad, y ano serán personas, solo zombis que vagan por la tierra sin ningún tipo de ambición. Solo vivirán para servirlo a él. 

-¿Están diciéndome que he vivido con un demonio y ni cuenta me había dado?

En ese momento, un espiral de luz salió del techo y se dirigió a mí. Quedé cegada hasta que la luz desapareció y justo frente a mí, pude ver a un hombre alado.

-Saludos Caroline, me llamo Arthur y seré tu ángel guardián a partir de ahora. 

Me desmaye del asombro y cuando desperté, lo vi recostado sobre mí y  lo golpee para apartarlo.

-¿No has escuchado hablar del espacio personal?

-Me alegra que ya despertaras, estaba preocupado por ti. 

-Creo que no empezamos bien. 

-Escucha, agradezco que vengas a cuidarme pero no necesito que lo hagas. No seré una portadora, así que, ya te puedes ir por donde viniste. 

-A muchos nos gustaría cambiar nuestro destino, pero no funciona así. 

-Y, ¿tendré que verte todos los días a partir de ahora?

-Es mi trabajo custodiarte y por eso debo seguirte a todas partes sin importar le incómodo que eso te pueda parecer. 

-Solo promete que no estorbaras mi día a día.

-Como ordenes, no notaras que estoy aquí. 

Mire la hora en mi celular y me apresure en dirigirme a la universidad. El ángel me siguió a una distancia un poco alejada, me detuve cuando vi que estaba flotando en el aire como si fuera lo mas normal del mundo.

-¿Porque tienes tan prisa?

-Quiero inscribirme antes que se llenen los salones. No hagas eso-tome su brazo para que dejara de flotar.-te pueden ver.

-Mira a tu alrededor.

Observe a las personas y ninguna parecía percatarse de la presencia de Arthur. 

-¿Ellos no te ven?

-Los únicos que pueden verme son los portadores, animales y niños. No tienes que preocuparte por eso.

-De todas formas no flotes, me hace sentir incomoda.

-Entonces caminare. 

Deje que caminara a mi misma velocidad porque me prometió que se quedaría callado. llegamos a la facultad y formamos fila para la inscripción, el no se despegaba de mi y no le importaba que las personas atravesaran su cuerpo. Me dio curiosidad saber como se sentía y atravesé mi mano por su cuerpo.  

-¿Esto no te hace daño?

-No, siento un pequeño cosquilleó pero nada mas. 

Complete mi inscripción y regresamos a casa de mi abuela.

-¿Como les fue?

-Bien abuela, ya estoy inscripta.

-Me alegra cariño.

-Ya estoy ansiosa por comenzar las clases, también me falta buscar trabajo.

-¿No quieres esperar a que te recibas?

-No, quiero dinero propio y debo pagar mi facultad.

-Sabes que puedo ayudarte con eso.

-Gracias, pero quiero hacerlo sola. 

-Por aquí cerca hay un local de comida que están buscando mesera, no se si te interese porque no va relacionado con tu carrera.

-Me interesa, iré a pedir el trabajo mañana mismo. Me ayudara hasta que consiga un trabajo de mi profesión. 

Fui a mi habitación y encendí mi computadora para crear un curriculum, Arthur observaba lo que hacia y cerré la tapa de la notebook para que no pudiera ver lo que estaba haciendo.

-Arthur, ¿recuerdas lo que hablamos del espacio personal?

-Losiento, solo intento cuidarte.

-Eso lo entiendo, pero no es necesario que controles todo lo que hago. 

-Losiento, no quería incomodarte.

-Pero lo estas haciendo, ¿serias tan amable de darte la vuelta hasta que termine?, me estas poniendo nerviosa.

-Esta bien, si eso quieres-se giro y se quedo dándome la espalda.

Termine mi curriculum y le dije que ya podía mirarme. Imprimí el documento y lo archive en una carpeta, me acosté en la cama y me quede dormida mientras era vigilada por Arthur.