Pude haber decidido no volver y seguir adelante con mi vida tranquila en Canadá,pedirle a mamá que me excusara con el resto de la familia como siempre lo hacía cada navidad o año nuevo pero mi abuelo había muerto,el único ser que me trató con cariño y respeto como un m*****o de la familia Bennett aunque no lo fuí biológicamente.
Así que ese día después de escuchar la lamentable noticia de los propios labios de mi madre detrás del teléfono,empaque lo que pude y no pensé mucho en la verdadera razón que me inquietaba para no volver,esa noche tomé el primer vuelo de regreso a Seattle.
No pensé que mi regreso tras la muerte de mi abuelo traería una tensión entre Alek (mi hermano) y yo, pensé que la discusión de hace cuatro años que tuvimos sobre mi decisión de irme a vivir sola y estudiar en el extranjero había sido olvidada,que me había perdonado pero no fué así.
Tampoco espere que me recibiera con una hostilidad y palabras hirientes, descubrir que mi hermano de toda la vida,aquel que era cariñoso,comprensivo y divertido conmigo se había vuelto en un hombre serio,frío y carente de humor que sólo le importaba mantener el control de todo.
Sin embargo el beso que me robó en su oficina aquella tarde lo cambio todo,las discusiones e indirectas incómodas que me lanzaba y me confundieron por meses se desvanecieron,la atracción que creí no debía sentir por él se confirmó con la sensación de plenitud que ese beso me dio.
—Mia...yo te...
—No digas nada—lo interrumpí poniendo una mano sobre su boca ya me sentía lo suficientemente culpable por desear más.
—Por que?...Acaso temes lo que pueda decirte o lo que estás sintiendo?—me pregunto subiendo una de sus manos de mi cintura hacia mi rostro,justo sobre mi barbilla que acaricia con sus dedos.
—Tengo miedo por los dos...—exclamé en un susurro que lo hizo mirarme confundido pero yo lo estaba más.
Estar en sus brazos aunque era incorrecto y prohibido,se sentía bien.
No supe en qué momento Alek se volvió más de lo que nunca esperé que fuera,en qué momento mi corazón comenzo a saltar por él y anhelar estar siempre a su lado,en qué momento lo nuestro se volvió más que una atracción prohibida?