El tratado de las flores.

2018 Words

Gyda no paraba de llorar, se sentía culpable por esconder la verdad, pero era cierto que desconocía la verdad de su don, solo había escondido ciertos aspectos que no era capaz de conocer. Keelan corría por los pasillos del palacio, a esa hora solo se quedaban los guardias reales, los cuales seguían de pie, pero su cara era notablemente pálida como enferma, las flores ya no era que comenzaran a perder algunos pétalos, ahora si comenzaban a pudrirse de manera acelerada. - ¿Pero qué demonios? – Cuando Keelan se encontró en la puerta de la habitación, se frenó. Durante un mínimo instante razono las cosas, no quería que ella continuara pensando que era un monstruo, reflexionando un poco, cualquiera hubiera temido por su vida después de que el simple roce de una mano tiene la capacidad para q

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD