Agatha, sonríe releyendo el mensaje que le envió Ignacio, preguntándose, cómo es posible, que exista un hombre tan maravilloso, que se inspire de tal manera, que pueda escribir, poemas tan hermosos y que se los dedique a ella, precisamente a ella, que no se imaginó jamás, que algo así le sucedería en su vida. Estaba tan contenta, con ese encuentro que se imaginaba sensaciones y emociones que podría llegar a tener, mientras tuviera comunicación con él y, por ende, el tiempo que podría compartir, como, salidas a sitios diferentes para conocerse mejor, hablar de sus gustos, de sus virtudes, fracasos y por qué no, hasta de sus dones. Sentía que había una conexión en particular, tal y como se lo había dicho el Hada Reina:
- ¿Será que realmente, existe un hilo que une nuestras almas y fue por eso que coincidimos, la otra noche en el bar-café?
Se pregunta, mientras retorna hacia la habitación de consulta, la cual, seguía impregnada del aroma de las flores e irradiaba tanta luz que se imaginó en una plazoleta, iluminada con focos en todo el borde, acompañada de “El Caballero de Los Versos”, recitándole poemas en su oído. Como si sus pies, quisieran moverse por sí solos, comenzó a bailar una melodía que tarareaba en su mente, le gustaba todo tipo de música, pero ésta balada de “Sin Bandera”, “Amor Real”, daba justo en el clavo, por lo que comenzó a cantarla, y, como si los ángeles, estuvieran felices de lo que le ocurría, comenzó a sonar, en las cornetitas del estéreo, donde hubo colocado anteriormente, el bolero que el Señor Francisco, le dedicó a su esposa, durante la sesión espiritual:
- “Un día más
Se llena de color
Y tú vendrás
Llenándolo de amor
Ya no me preocupo al caminar
Porque tú estás aquí (porque tú estás aquí)
Y pierdo todo el miedo que me da
Porque tú crees en mí” ...
Mientras continúa bailando y soñando, con el amor, que puede llegar a sentir por Ignacio, suena una vez más, su móvil, sacándola de sus pensamientos.
- ¿Y ahora quién será?
- Señorita Agatha, voy en camino, me retrasé un poco en los asuntos que estaba realizando, pero ya casi llego. Le escribe, Diana, su asistente y encargada de la tienda.
Agatha, le envía una nota de voz:
- Está bien, Diana, no te preocupes, en una media hora aproximadamente, debería llegar la próxima clienta, si para ese entonces estás aquí, perfecto. Le contesta, Agatha, de muy buen humor.
- Sí, señorita Agatha, ya debería estar allá. ¿Desea que le lleve algo?
- Preferiblemente, un Latuccino Canela con un topping de chocolate amargo y un paquete de galletas de mantequilla, ¿podrás?
- Claro que sí, paso a por ello y en unos minutos, lo tendrá entre sus manos.
- Okey, quedamos así.
Mientras sigue escuchando la música y sus pies se mueven por toda la tienda, bailando, se dispone a ver el resto de los 200 mensajes que hubo recibido, durante el tiempo que tuvo el móvil, apagado o en modo avión.
Se da cuenta que, Regina, Caridad, Constanza y Denisse, le han dejado sopotocientos de mensajes, uno más de Ignacio, tres de su madre, cinco voicenotes de su hermana y los demás, de las clientas que tenía citadas para el resto de lo que quedaba de día, algunas cancelando y las otras, confirmando su asistencia para que le adivinara el futuro a través de la cartomancia, la quiromancia y el péndulo.
- La mañana ha pasado muy lenta, todavía faltan muchas clientas por atender y ya quiero que sean las cinco, para poder ver, nuevamente a “Mi poeta”. Piensa, Agatha.
Un nuevo mensaje, vuelve a sacarla de sus pensamientos, es Constanza:
- Amiga de mi alma, ¿dónde te has metido?, ya no sé de qué manera comunicarme contigo, sabes que la telepatía no funciona conmigo, pues te he llamado, enviado mil mensajes y notas de voz, casi que te hago señales de humo, prendiéndole fuego a las pelucas de éstas modelos, tan desabridas, como, las hot cakes que preparaba en la hermandad. Contéstameeeeeeee, necesito hablar contigo, urgente no, urgentísimo.
Luego ve el mensaje de Caridad:
- Agatha, irás ésta tarde al encuentro en el Támesis, hoy me ha pasado algo horrible y otra cosa, no tan horrible, necesito hablar contigo. Llámame, cuando puedas. Me urge, entenderlo. Posdata: Sé que te va a parecer extraño mi mensaje, pero, de verdad eres mi única salvación.
Se queda, pensativa, preguntándose, qué le habrá pasado a Caridad, por lo general, ellas, aun siendo muy buenas amigas, no concordaban en ciertas creencias. Por lo que decide, llamarla, antes de continuar leyendo todo lo demás que le han dejado en el buzón de entrada.
Ring, Ring, Ring, Ring, Ring, Ring
- Caridad, no contesta la llamada, volveré a intentar.
Ring, Ring, Ring, Ring
- Aló, ¿Agatha eres tú?
- Aló, sí Caridad, parece que no tuvieras mi número grabado, que me preguntas si soy yo.
- ¡Ay, es que he tenido un día un poco raro!, desde que desperté hasta que salí de casa y luego, en la calle con el tipo que me estaba acosando, después, creo que querían llevarme en ambulancia, pero como no llegó, estuve en la policía y ahora aquí en la Fundación, no he parado de...
- Espera, Cari, espera. ¿Cómo es eso, que te agredieron y que crees que ibas a la ambulancia y estuviste en la policía?, Por Dios, ¿Qué te ha pasado?
- Es un cuento largo, Agatha, pero después de mucho pensarlo, la única que puede ayudarme, eres tú. No quería contarle a nadie, porque ya sabes, como soy de reservada con mis asuntos.
- Está bien, siempre hay que compartir las cargas, para que éstas se aligeren un poco. Y bien sabes, que cuentas conmigo, para todo lo que necesites.
- Okey, sí, sí, lo sé. Entonces, ¿nos veremos hoy, en la reunión con las chicas? O ¿te parece si nos vemos un poco antes, te cuento y, nos vamos juntas al Támesis?
- Bien, podríamos hacerlo así, pero, debe ser mucho antes de las 5 de la tarde, porque quedé en pasar por Regina, para irnos juntas y al final de la tarde, también me voy a encontrar con Ignacio.
- Sí, tranquila, ¿Está bien a eso de las dos y media?, ¿Crees que ya estarás desocupada a esa hora?, así te invito a comer y conversamos bien, una colaboradora de la Fundación, me comentó de un nuevo restaurant latino, que abrió sus puertas en la feria del “Center New”.
- De acuerdo, mi Cari, Cari. Sí, afortunadamente, varias clientas aplazaron sus citas y a esa hora, ya debería estar totalmente desocupada, si se presenta algo más, lo suspendo para poder atenderte. Entonces, quedamos así, te aviso, dónde nos veremos.
- Okey, okey, así quedamos. Te dejo porque tengo conferencia en dos minutos y estoy algo ajetreada, aquí el trabajo, no cesa.
Amabas cuelgan la llamada y Agatha, la más solicitada, sigue viendo los mensajes recibidos,
- Okey, a ver a quién más le urge verme o hablar conmigo.
Va pasando los mensajes, uno por uno, los va leyendo en modo rapidito, a ver cuál es el más relevante. Se da cuenta que tiene, unas notas de voz, de su hermana, decide escucharlas:
- Agathica, ¿Cómo estás?, te cuento, que estaré por allá en un par de semanas, debo ir a hacer unos papeleos de la universidad. Te avisaré, cuando voy. Mi mamá te manda a decir, que te mandará, esos dulces que tanto te gustan y que recuerdes comprar con anticipación, el libro de recetas colombianas, que te pidió hace meses. Está a punto de emprender, para montar un restaurantito y necesita ir conociendo de lleno las recetas, sobre todo la de la bandeja paisa. Bueno, hablamos después, te quiero.
Agatha, sonríe, pensando en lo loca que está su hermana por irse a vivir a Londres, con ella, tanto así, que estudiará ahí. Se alegra de las cosas buenas, que le están llegando a su familia, más que todo a su mamá, quien siempre ha sido una mujer, de esas que no se duermen en los laureles, de manera que le contesta:
- Hola, Perla, todo está bien por aquí, con bastante trabajo. Está bien, avísame cuando estés por salir de allá, ojo, cuando estés por salir, no, cuando ya estés en la estación de trenes y tenga que salir volando a buscarte, mira que no tengo la escoba de Harry Potter, que es última generación (Risas). Dile a mi madre, que la amo con toda mi alma y que no se preocupe, que ya le compré el libro y, de hecho, mañana se lo enviaré, no lo he hecho, por la cantidad de cosas por hacer; para que vaya adelantando en la práctica de las recetas, de aquí a cuando tu vengas y te vuelvas a ir, ya el restaurantito habrá abierto sus puertas. Las amo mucho, estamos en contacto.
Continúa viendo los mensajes y, encuentra el de Denisse, el cual, lee en voz alta:
- Agatha, no me lo vas a creer, ¡¿viste que yo no tenía un tornillo suelto, como pensaba?! Necesito contarles todo a las chicas y a ti, debemos estar más unidas que nunca, Don Álvaro, me reveló un gran secreto y tiene que ver con nosotras cinco, las cinco luces. Llámame, al recibir, éste mensaje.
Sorprendida porque Denisse, tiene conocimiento de todo lo que está pasando, y, de la boca de Don Álvaro, piensa, que las cosas están tomando rumbo y que, a su vez, el tiempo, se va acortando.
- Necesito hablar con Denisse, debemos encontrar un mejor momento para hablar de esto, pero no esta noche, no es el momento idóneo, para hacerlo. Tal vez, podría ser mañana, que estemos relativamente más tranquilas, hoy el día ha estado lleno de muchas sorpresas, una más, y creo que enloquecería, la llamaré:
Ring, Ring, Ring, Ring, Ring
- Pero ¿por qué no contestará?, espero que no haya hablado de esto con ninguna de las muchachas, bueno, ya sé que, con Caridad, no ha hablado, pues, me lo habría dicho cuando la llamé. Seguiré intentando:
Ring, Ring, Ri...
- Agatha, hola, ¿cómo estás?
- Denisse, bien, un poco full, pero bien, y ¿tú?
- Volviéndome loca con este señor, ¡no lo soporto!
- ¿A quién no soportas, Deni?
- A Don Argimiro, mi jefe, ¡¡No lo aguanto más!!, desde que llegué me ha hecho la mañana un mantel de picnic; de cuadritos.
- Bueno, chica, pero relájate, tú bien sabes, cómo es ese Señor de fastidioso e intenso, termina de entregarle la pauta o lo que te haya pedido y listo.
- No es tan fácil, amiga, éste Don no entiende que, no tengo aún el tema para el reportaje, y cada vez que me recuerda lo de mi ascenso, me da la piquiña detrás de la oreja.
- ¿Cómo puedo ayudarte?
- No sé, ummm, ahhh, ya, ¿tienes algún ritual o un hechizo para apaciguarlo, mientras consigo el tema y lo medio desarrollo, para mostrárselo, a ver si me deja en paz, por unos días?
- Ummm, sí, bueno, hay ciertas cositas de magia blanca, que puedes hacer para mantenerlo a raya. Pero, hay que dedicarle tiempo al ritual, mientras tanto, puedes usar la metafísica, envolviéndolo, en la llama violeta transmutadora, primero y luego en la llama rosa del Amor Divino de Dios.
- ¿Cómo es eso? Explícame- Le dice Denisse, muy interesada.
- Okey, al verlo, repetirás tres veces, sólo tres veces, en tu mente:
“Fulanito de tal (aquí dices el nombre y el apellido del Don en cuestión), te envuelvo, te envuelvo, te envuelvo en la llama violeta transmutadora”. Estas palabras las repites tres veces.
- Okey, okey, nada más, ¿así, se va a calmar el esquizofrénico?
- (Risas), no seas mala, no le digas así, solo está tan incrustado en sus labores, que imagino que, querrá que todos en el periódico, haga lo mismo.
- Sí, como no, es un esquizofrénico, estresante. ¿Sólo hago eso? Y ya, ¿se aquieta?
- Luego que lo envuelvas tres veces, en la llama violeta transmutadora, lo vas a envolver en la llama rosa del Amor Divino de Dios, para de ésta manera, se tranquilice y te deje al menos, trabajar, tranquila.
- Ajá y eso ¿Cómo es?
- “Fulanito de tal (vuelves a decir su nombre y apellido), te envuelvo, te envuelvo, te envuelvo, en la llama rosa del Amor Divino de Dios. Igual tres veces y con mucha fe.
- ¿Eso es todo?
- Sí, listo, solo eso, por los momentos, si ves que sigue como una fiera, le rezas esta oración de San Marcos de León, para que se tranquilice y así lo amanses, escucha bien, para amansarlo, porque también te puedo dar la oración para que lo domines, ¿cuál de las dos, quieres?
- Ummm, y ¿si me das las dos?
- Conociéndote te daré con la que lo amansarás, si no funciona, optamos por otras opciones, ¿de acuerdo?
- Okey, dime la oración y lo que debo decir luego que la haga.
- Vas a repetirla, durante tres días consecutivos, la acompañarás de tres Credos, un Padrenuestro y un Gloria. Con mucha fe, para que salga todo bien.
“¡Oh santo justo y protector! ¡bendito San Marcos de León!, tú que evitaste la desgracia del dragón, tú que a pesar de tus propias flaquezas y confiando en la alegría y fortaleza del Señor, con humildad y firmeza sometiste fieras y contrincantes, te ruego confiadamente: amansa los corazones, los pésimos sentimientos y los pésimos pensamientos de todo el que contra mí esté, de todo aquel que mi mal y ruina quiera, piense o desee Paz, paz, Cristo, Cristo, Dominum Paz, paz, Cristo, Cristo, Dominum Nostrum Con tu fuerza y poder y con el acompañamiento de san Juan y del Espíritu Santo si ojos tienen, no me miren, si manos tienen, no me toquen, si lenguas tienen, no me hablen, que con los hierros que tengan, a mí no me hieran, ayúdame con tu mediación a: (pedir lo que se quiere conseguir) Paz, paz, Cristo, Cristo, Cristo, Cristo Dominum Nostrum San Juan si tus amigos vienen, déjalos llegar San Marcos si los justos llegan, déjalos arrimar Paz, Paz, Cristo, Cristo, Cristo Dominum Nostrum San Marcos de León, así como calmaste la sed del león y a tus pies gobernado se quedó, calma a mis adversarios y a todo el que busque mi mal, véncelos para que no logren dañarme, amánsalos, que no acerquen a mí, domínalos, para que no lleguen hasta mí Paz, paz, Cristo, Cristo, Cristo Dominum Nostrum Mis contrincantes son bravos como el león, pero amansados, rendidos y dominados serán por San Juan y el poder de San Marcos de León Paz, paz, Cristo, Cristo Dominum Nostrum Amen”.
- Listo, está bien, como tú digas, Agatha. Espero que funcione.
- Si lo haces con fe, por supuesto que te va a funcionar y todo al pie de la letra, no se te ocurra cambiar nada.
- Okey, gracias amiga linda. Lo haré tal cual. Oye, por cierto, te escribí para comentarte que Don Álvaro, me reveló un gran secreto.
- Sí, lo sé, pero no es el mejor momento para hablar de eso, con las demás hoy.
- Pero, ¿por qué?, no tenemos mucho tiempo, Agatha.
- Estoy al tanto, pero, confía en mí, mejor será decirlo, otro día. Caridad, tuvo un percance ésta mañana, al igual que Constanza, Regina y yo, y, me imagino que tú también, pues de otra manera, no habrías llegado tarde al periódico y de paso, Don Álvaro, no habría tenido que contarte lo que está pasando.
- ¿Qué les pasó a ustedes, hoy?
- No es el momento de hablarlo, nos contaremos lo sucedido, en la cita de hoy, pero eso sí, ni una palabra del secreto de las hadas, la fuente, los Guerreros de Luz y las cinco luces, ¿de acuerdo?
- Debí imaginarme que lo sabías todo.
- Sí, lo sé, por eso, te digo que hoy no es el mejor momento.
- Ummm, está bien, prometo no decir una sola palabra, hasta que sea conveniente.
- Perfecto, bueno, hablamos más tarde, ya me llegó otra clienta y aún no he hablado con Constanza, que también me estaba buscando como palito de romero.
- Vale, vale, nos vemos ahora entonces. Y, como decía mi querido “Gustavo Ceratti”, Gracias totales.
- (Risas), ¡Tonta!, para eso estamos. ¡¡Éxito!!
Cuelgan la llamada al mismo tiempo, y, enseguida entra a la tienda, Diana, con el pedido de Agatha.
- Jefa, buenos días, aquí su pedido.
- Buenos días Diana, colócalo allí, gracias. Haré una llamada más, me tomo el café y atendemos a la Señora Blanca, viene por una sesión con el Tarot.
- Descuide señorita Agatha, haga lo que tenga que hacer, yo, iré preparando todo, descargaré de energías los naipes y el espacio de consulta y atenderé a Doña Blanca, mientras usted, se desocupa.
- Gracias, Diana, llegaste justo a tiempo, para ayudarme a aligerar tanto peso que llevo a cuestas, en lo que va de día. Le contesta, Agatha, mientras le sonríe.
Enseguida, ésta, se dispone a llamar a Constanza, para saber cómo iba su mañana, luego de la última vez que hablaron y si iría al mediodía a la tienda a consultarse; al fin y al cabo, ella quería saber más de aquellos amores pasados y Agatha, quería tantear el terreno, para cuando llegara el momento de contarle acerca de lo que se venía y, por ende, revelarle quién está detrás de todo esto.
- Ahora sí, Constanza, espero que me atiendas:
- Agatha, por fin te comunicas, pensé que te habías ido a Júpiter esta mañana a consultar extraterrestres, ¿por qué no contestaste ningún mensaje, w******p, llamadas, video-llamadas y notas de voz? Se puede saber, ¿dónde estabas tú metida hoy?
- Cálmate, Constanza, vas a tener que tomarte un litro de infusión para los nervios. O ¿es que estás paranoica?, estaba trabajando y todo el mundo sabe, que cuando estoy en mis sesiones, apago el móvil o lo pongo en Modo Avión, para que no me molesten. Recuerda que trabajo con energías, y, esto, aunque no lo parezca, es delicado, por lo que, no se deben pausar, bajo ningún concepto.
- Sí, bueno, eso lo sé, es que estaba desesperada, luego que hablamos y me tranquilicé, me vine a lidiar con las modelos desabridas para el comercial y éstas son las horas y nada que sale la pauta. Si no es una cosa, es otra.
- Con eso quieres decir, ¿que no vendrás a mediodía para hacer la consulta? O ¿me equivoco?
- No, amiga mía, no te equivocas, justo, te llamaba para eso. No creo poder ir, sigo enrollada con todo el proyecto y esto debe estar listo, a más tardar para mañana por la tarde.
- Está bien, de ser así, me desahoga también un poco el día. Hoy he estado, extremadamente full, con decirte, que ni siquiera he desayunado, apenas Diana, llegó hace un momento con un café y unas galletas para medio llenar el estómago.
- ¿Medio llenarlo?, eso se llama, engañarlo. Debiste haberle pedido un croissant de queso crema, espinacas y jamón de pavo, con un yogurt natural acompañado de frutos rojos y un juguito de zanahoria.
- (Risas), tú lo que quieres es engordarme, (Risas), no, en serio, tendrás rezón amiga, pero, qué le vamos a hacer, un café y unas galletitas, es más rápido de comer que todo el menú anterior.
- Tú, sabrás. A todas éstas, va hoy el encuentro ¿no?, mira que ya hice las reservaciones, así que no se pueden echar para atrás.
- Sí, amiga, ya todas confirmaron.
- De acuerdo, en ese caso, nos vemos ahora, les estaré avisando cuál será el lugar específico de encuentro, okey.
- Está bien, Constanza. Te dejo entonces, tengo clientes por atender.
Al colgar la llamada y antes de volver a sus labores, Agatha, trae a su mente de nuevo la melodía que la hizo danzar, minutos antes, mientras pensaba en su Poeta, “Caballero de Versos”, que la tiene muy embelesada, y, olvidando todo lo demás, comenzó a cantarla, sonriendo, una vez más:
- “Es un amor real
siempre tan natural
Lleno de libertad
Lleno de dar
Eres tú quien sabe bien lo que es amar
Un día más
De mi pasión por ti
Y tú vendrás
Para hacerme sentir
Que el límite de la felicidad
No llegará jamás, no
Que cada nuevo amanecer traerá
Una sorpresa más"...
De pronto, llega Diana, y le corta la inspiración a Agatha, por segunda vez, consecutiva:
- Señorita Agatha, ya todo está listo para la sesión del Tarot con la Señora Blanca, sólo esperamos por usted.
Agatha, se sobresalta, suspira y le responde:
- Está bien, Diana, enseguida voy.