Amor Bajo Cero

Capítulo 3 (Es un aburrido)

Veo como sigue limpiando mis manos hasta que reacciono y quito mis manos de las suyas, él se reincorpora y solo aclara la garganta.

—Chicos ¿Qué pasa? —menciona la señora Amelia.

—Eh, nada nada—dejo la servilleta en la barrita, opto por levantar las cosas del piso, ir al fregadero y lavarme las manos.

Ahi mismo en ese lavadero me recargo y solo tomo aire, de verdad el joven Axel me puso demasiado nerviosa como para no poder verlo a los ojos en días.

acomodo mi cabello largo y camino hacia mi abuela y la señora Amelia quienes me observan un poco raro.

Recién me siento para luego ver cómo el joven Axel se pone atrás de su abuelo para pedirle que se vayan.

—Axel no seas tan aburrido hijo—menciona la señora Amelia mientras se da la vuelta y lo ve.

—Abuela por favor solo vámonos—dice para luego salir de la casa.

veo eso a lo lejos y solo agacho la mirada.

—Mayte hermosa gracias por atendernos. Amiga gracias te aseguro que vendremos más seguido—se pone de pie.

—Fue un gusto señora Amelia—le sonrío.

La acompaño a la salida y ahí veo donde Axel espera a su abuela y enseguida de eso la ayuda a subir al vehículo.

Después de eso veo como el vehículo arranca y se va.

Luego de eso me regreso hacia dentro y veo a mi Tita la cual me ve con una risita en sus labios.

—¿Qué pasa Tita?—pregunto

—¿Él te gusta verdad?—pregunta observándome fijamente.

—No, Tita ¿Cómo Crees? —digo nerviosa.

—Si tú lo dices, pero es muy guapo—me da un pequeño empujón con el codo—Aunque mejor así, no te hagas ilusiones con quién no debes—reacciona mientras asiente con la cabeza.

—¿Y ahora por qué dices eso Tita?—pregunto viéndola fijamente.

—Pues pensado bien las cosas es mejor que no te hagas ilusiones, él es un chico adinerado y al parecer es muy egocéntrico guapo pero egocéntrico—frunce el ceño—Asi que mejor no te hagas ilusiones, está bien que te guste pero hasta ahí—me advierte.

—No te preocupes abuela yo sé cuál es mi lugar en fin vamos a dormir te ves muy agotada.

Luego de esa pequeña charla con mi abuela Tita, nos hemos ido a dormir claro no sin antes darle su medicamento y de fregar esos pocos trastes.

Al día siguiente...

son las siete de la mañana, recién le he dado la medicina a mi Tita la cual aún está acostada.

—Tita ¿Te pasa algo?—pregunto.

—Nada nena, ve a trabajar—suena agitada.

—Abuelita por favor solo dime si te sientes mal—frunzo el ceño.

—No nena ve a trabajar—se reincorpora y ahí es donde veo que está un poco pálida.

—Abuelita—la tomo de sus brazos y la veo a los ojos.

—No, tú no estás bien—la ayudo a bajar.

—Estoy bien solo es cuestión de que pase tiempo y me sienta mejor anda ve—me palmea mi brazo.

—No, tenemos que ir al médico—la levanto con cuidado para luego ayudarle a vestirse.

Minutos más tarde estamos paradas en la orilla de la banqueta esperando al Uber que pedí el cual enseguida llega.

Mi abuela enseguida se pone pálida y solo se queja por Dios algo no está bien digo hacia mis adentros mientras la recuesto en el Uber y la recargo en el asiento.

luego de eso opto por subir y pedirle al conductor que arranque.

enseguida llegamos al hospital más cercano, rayos este lugar es muy costoso pero no me importa todo sea por mi Tita no la dejaré sola y si tengo que vender más pasteles para pagar esto lo haré.

en fin pido camilleros en la entrada los cuales enseguida salen y se llevan a mi abuela.

la veo muy mal por Dios pero si ella anoche estaba bien.

mis ojos se humedecen mientras camino hacia adentro.

—Señorita necesitamos los datos de la paciente así como una tarjeta.

Rayos mis ahorros están en ese hospital de inseminación, quise dar todo por adelantado ya que no me gusta deber nada.

en fin tengo que hacer que atiendan a mi Tita.

Le doy mi tarjeta la cual solo tiene si acaso la mitad de mi sueldo.

—Aquí tiene—frunzo el ceño.

La recepcionista toma la tarjeta y en cuanto la pasa por la terminal hace una mueca.

—Señorita lo siento pero la tarjeta no cubre la cuota para ingresar a su familiar a atención de urgencias.

—Señorita por favor tome ese dinero y después solo déjeme conseguir lo demás—le suplico.

—Lo siento señorita pero no se puede —me niega con la cabeza.

De pronto veo como ella ve el gafete que llevo puesto en mi bolsa.

—¿Usted trabaja para la compañía la culpa esta en ese gafete?—me pregunta mientras me hace una seña de que se lo muestre.

Bajo la mirada, tomo ese gafete y se lo muestro.

—Si trabajo en esa compañía ¿Por qué lo pregunta?—pregunto un poco confundida.

—Porque... bueno aquí entre nos—dice discretamente—Si usted da como referencia a esa compañía tendremos la seguridad de que usted es una persona confiable.

—Si, soy asistente de la presidenta de esa compañía—digo algo nerviosa.

Realmente no sé si debería dar como referencia a la compañía pero no me importa ahora eso no me importa

ya que lo único que me importa es que mi abuela este bien.

—Entonces tomaré esta tarjeta y pondré como referencia a la compañía—dice mientras toma la tarjeta y la pasa.

trago saliva y solo espero a que haga la transferencia.

—Listo, daré la orden para que la ingresen—dice con amabilidad.

Asiento con la cabeza y solo espero.

Minutos más tarde...

Me entra una llamada de la señora Amelia.

—Querida ¿Dónde estás ya es tarde y no te vi en tu puesto?—pregunta preocupada—¿Estás bien?

—Si, lo que pasa es que mi abuela está mal—digo un poco preocupada.

—Nena ¿Dónde estás? Voy enseguida—dice también preocupada.