Capitulo 6

7409 Words
Estoy sorprendida de lo deliciosa que estaba la cena, la verdad tenía años que no comía un corte así,  ya hace poco mas de dos horas que Dominick y los demás se fueron, se que seria demasiado imprudente de mi parte llamarlo; me encuentro en la cama viendo las noticias, no hay gran cosa para entretenerse en la programación, aprovecho que Matt se llevó mi desastre te plato sucio y rebusco en mi maleta el pijama ridículo de ositos teddy, pero era eso o traerme la sudadera de la universidad que se me ve ridículamente grande, aunque la noche está especialmente fría hoy —Y en otras noticias, nos reportan de unos disturbios en la zona sur de la ciudad, un supuesto grupo de civiles se encuentran vandalizando la zona, hasta el momento no hay reporte de cuantos heridos hay en el lugar, pero una fuente confiable informa que están lanzando bombas de humo caseras y explosivos— —Y yo me chupo el dedo Suelto con algo de fastidio, obviamente se lo que esta ocurriendo, solo espero que todos estén bien, me encamino a lavarme los diente, siento un escalofrió pero trato de no prestar atención, regreso a la habitación recostándome en la cama, apago la televisión, me resulta molesto escuchar noticias en estos momentos, estoy nerviosa, de pronto un nuevo escalofrió me sacude, alcanzo a ver una neblina negra y un par de lo que creo son ojos centellando en color morado brillante —¡Mierda! — Grito un tanto asustada, salto de la cama, pero cuando estoy por salir de la habitación mis piernas flaquean, me siento débil, mi vista se nubla, tengo sueño, todo se vuelve obscuro —Dulces sueños, Annie— Escucho una voz extraña que suelta una carcajada y ya no sé de mí.       ******      ******       El lugar está sumamente obscuro, la noche perpetua sin luna deja el lugar sin tinieblas, justo a mi lado logro alcanzar un candelabro pequeño con una vela encendida, frente a mí un gran pasillo con grandes ventanales y paredes del color de la sangre me resultan un tanto familiares, aunque no precisamente de este color, pero la fachada me es perturbadoramente conocida, comienzo a caminar por el lugar, mis tacones hacen eco en el piso de madera, trago en seco, me siento nerviosa, este lugar pareciera antiguo, noto un espejo al fondo del pasillo justo al lado de una escalera que baja, miro mi reflejo, un pomposo vestido victoriano del color de las paredes, una corona adorna mi cabeza, mi cabello recogido en un moño perfectamente bien acomodado hacen que mire con sorpresa, parpadeo un par de veces, parezco una princesa, finas alhajas me cubren, las más bellas piedras preciosas y oro puro, de pronto escucho el sonido de un violín, las notas tristes del instrumento llenan el lugar, la melancólica melodía hace que sienta un hueco en mi pecho, como si me tratara de comunicar algo, comienzo a bajar las escaleras, veo a alguien de espaldas, lleva un traje de época con casaca y largas medias, su cabello n***o atado en una coleta me resulta inconfundible, esbozo una sonrisa; al fin llego a la primer planta, veo como sigue tocando sin aparentemente notar mi presencia, me acerco un poco más, veo como con gracia mística mueve sus dedos en el instrumento mientras agita el arco de este, se gira y nuestras miradas de cruzan —Dominick— Suelto dando una sonrisa que al instante desaparece al ver como frunce el ceño al verme, siento un dolor terrible en mi pecho, pareciera un dolor completamente físico más que emocional por su rechazo; en el gran salón donde nos encontramos en el cual al principio éramos solo él y yo comienzan a aparecer más y más personas, de pronto todo se ilumina, las velas de todos los candeleros se encienden al mismo tiempo, las parejas bailan, yo comienzo a sentirme fuera de lugar, Dominick me mira como si de una presa se tratara, siento un escalofrió al ver como sus ojos centellean de un color rojo intenso, él jamás me había visto así, se acerca un paso sin dejar de tocar el violín, yo retrocedo, de pronto la melodía se queda muda, Dominick se inclina dejando el instrumento en el suelo, camina pasándome de largo veo como se dirige a la escalera, los presentes comienzan a aplaudirle a la mujer que viene bajando, su figura voluptuosa y largos rizos pelirrojos me resultan intimidantes, me veo opacada por la belleza de sus ojos ambarinos, su vestido verde esmeralda hace que su piel blanca como el marfil se ilumina aun más, Dominick toma su mano y la besa, yo solo miro la escena mientras aprieto mi mandíbula, la mujer clava su mirada en mi y pone una sonrisa siniestra pero a la vez burlona, se acerca a Dominick, la ira comienza a invadirme, ella lo toma por las mejillas y lo besa  —¡Suelta a mi novio, zorra! — Grito, pero la mujer no se detiene, veo como él solo se deja llevar, la punzada en el pecho se hace más fuerte, una oleada de recuerdos choca en mi cabeza, sobre todo esos recuerdos del dolor por la perdida, trato de controlarme, pero mis rodillas flaquean haciéndome caer de rodillas, mis ojos se fijan en Dominick besando a la mujer, las lagrimas comienzan a resbalar por mis mejillas, cuando rompen el beso ambos se acercan a mí con sonrisas burlonas  —Pobre niña estúpida, ¿creíste que un demonio como yo se fijaría en tan poca cosa? — —Jamás me creí especial, pero si hay un imbécil en esta historia eres tú, ¡Tú me amas a mí! Querías que fuera tu jodida reina, me diste un anillo ¿ya no lo recuerdas? — — Y ¿quién te dijo que los demonios cumplíamos nuestras promesas?  pobre tonta, no cabe duda que los mortales son unos ingenuos — Mis lagrimas siguen cayendo, ellos sueltan la carcajada, estoy enfadada, estoy triste, realmente estoy con ganas de matarlos en este momento, intento levantarme, pero por alguna extraña razón no lo logro y todos los presenten comienzan a reírse a carcajadas —Que estúpida eres, él es mío— —Si realmente fuera tuyo no tuvieras necesidad de hacer este tipo de escenas— —¡Silencio, mortal! — —Al contrario de ti, yo si se lo que es amar, después de todo siempre seré algo que tu no serás jamás— —¿Y que se supone que eres? ¿una estúpida mortal? — —Una mortal con un alma capaz de atraer al mismo demonio— De pronto todo de vuelve oscuro, pareciera que todo a mi alrededor comienza a destruirse, las personas que están ahí revelan su identidad, sus rostros se desfiguran y grandes colmillos y ojos vacíos se revelan, mis ojos están como platos, solo puedo girar a todos lados mi cabeza para mirar, intento levantarme de nuevo, a duras penas lo logro, Dominick desaparece como si se tratara de humo, la mujer se acerca a mi —Hoy vas a morir niña tonta— —No, no esta noche ¡Dominick! — —No vendrá por ti, está bastante ocupado muriendo— —No es cierto, ¡Dominick! — Vuelvo a gritar, ella se me acerca y me toma por el cuello —¿Crees que podrá salvarte de mí?, es mío, soy su reina, y tanto él como el infierno me pertenecen —  —Jamás, ¡Dominick! — Pataleo, pero sus uñas se clavan con mas fuerza en mi cuello, tomo su mano con ambas mías, pero no logro zafarme ni un poco siento que voy a desfallecer, no puedo dejarme caer, Dominick si lees mi mente a distancia, trae tu bendito trasero aquí, ¡me van a matar! —Tu vas a desaparecer, tu alma será mía— —No, ¡Dominick! — Suelto en un hilo de voz, de pronto siento como algo invisible me toma por los hombros —Te salvaste esta vez, niña tonta, pero vendré pronto por tu alma— Desaparece ante mis ojos, siento un fuerte escalofrió, escucho gritos a lo lejos —Annie, Annie despierta, Annie por favor reacciona— La voz de Dominick me hace volver a la realidad, esto es un sueño, pero ¿cómo salgo de él? —¡Dominick! — Grito de nuevo, necesito saber que hacer, no puedo despertarme, estoy asustada, esto cada vez está más oscuro —ángel, por favor, despierta estoy aquí, solo abre tus ojos—  La desesperación de su voz me hace llorar, me llevo las manos al rostro, por favor ya quiero despertar, necesito despertar, esto es peor que una parálisis del sueño; se pronto siento como si me besará me dejo guiar —Por favor despierta, te necesito Annie— Susurra contra mis labios, abro los ojos poco a poco y al fin logro verlo, salí de esa pesadilla —¡Dominick! — Grito mientras me abalanzo sobre él sollozando, me acaricia mi espalda y besa mi cabeza —Tranquila ya estoy aquí, mi amor, te dije que siempre estaré a tu lado— —¡Oh Dominick fue espantoso!, esa mujer dijo que le pertenecías y tú estabas con ella y luego desapareciste, intentó ahorcarme y …— —¿Qué mujer? — Me pregunta en tono serio, su mandíbula se tensa —Era pelirroja de ojos ambarinos, creo saber quién es, pero necesito que tú me lo digas — Suelta una pesada respiración, su mano se acerca a mi mejilla limpiando mis lagrimas con su pulgar —Maldita Lilith, no dejaré que te haga daño de nuevo, Annie, yo solo soy tuyo ¿lo entiendes? En verdad quiero que me enseñes a ser mejor persona contigo — —¿Es verdad que los demonios rompen sus promesas? — —Los príncipes infernales no, creo que tu y yo debemos hablar de muchas cosas sobre lo que soy y hago, pero primero, mírame a los ojos y déjame ver tu sueño— Levanto mi mirada y me relajo al ver sus ojos con el destello azulino, suspiro, solo me siento cada vez más y más relajada, sus ojos son hermosos, aunque veo como frunce el ceño un par de veces, sus ojos dejan de centellar, sacudo mi cabeza, me siento un poco cansada, se pone de pie y me toma en brazos cargándome como bebé, se sienta y me acurruca besando mi frente —Annie, eso nunca pasará, tú eres mía y yo tuyo ¿confías en mí? — —Si no confiara no estaría aquí, por eso grite tu nombre, sabía que vendrías a salvarme, después de todo, ese no podías ser tú, tus ojos jamás brillan rojizo al verme— Sonríe, me acaricia la mejilla mientras nuestras miradas se cruzan, me siento protegida estando entre sus brazos —Recordaste el poder de la amatista— —Sí, aunque creo que solo fue una pesadilla, una muy real — —No nena, no solo fue eso, Lilith quiere atormentarte por medio de sueños, le pediré ayuda a Rodge para que ya no entre en tu mente de nuevo— Me da un suave beso, de pronto recuerdo lo que pasó antes del sueño —Dominick— —¿Si? — —No sé si tenga algo que ver, pero en mi casa vi un par de ojos con destellos morados violeta en mi habitación y antes de este sueño lo ultimo que recuerdo es una bruma con el mismo par de ojos— Se tensa, veo como la vena de su cuello salta, sus ojos reflejan temor, ¿Qué carajos pasa ahora? —Annie, esto es serio, ¿Estás completamente segura que centellaban morado? — —Si, de verdad es difícil confundir ese color, aunque la mirada era algo terrorifica— —¡Mierda!, necesito hablar con mis hermanos, no puedes quedarte sola, ese hijo de puta me las va a pagar— —¿Quién? — —Joe, verás, él es nuestro hermano y…— —Del que hablaban en la cena, él que quiere quedarse con el infierno— —Si— —Pero ¿no se supone que a ustedes los rige Lucifer— —Si hay una jerarquía infernal, pero a este hijo de puta le vale un reverendo carajo, Lucifer no sale del infierno, o por lo menos que nosotros sepamos se supondría que está encadenado en su circulo hasta el día del juicio— —¿Se supone? — —Es complicado, tiene sus trucos, el libre albedrío de la gente puede hacer que se haga presente en la tierra de vez en cuando por medio de invocaciones, pero ese es otro tema, aquí lo que nos importa es que este cabrón quiere destruirnos a todos y ser el amo y señor del infierno y joder aquí en la tierra— Se me hace un nudo en la garganta, ¿pueden matarse entre ellos? —Dominick, ¿Eres inmortal? — —Si y no, Si porque no puedes matarme con cosas comunes, resisto todo lo que los mortales no, además de que tengo bastantes habilidades de combate entre otras, pero él es un príncipe infernal, sabe nuestras debilidades, sabe de la magia obscura, no nos atacará nunca con algo celestial como lo haría un ángel que por cierto no pueden liquidarnos ni nosotros a ellos porque tenemos tratados, pero volviendo a Joe, él seguro está coludido con Lilith, sabe que la magia obscura nos contamina hasta debilitarnos y sabe que mi mayor debilidad eres tú— —Dominick, de verdad yo lo que menos quiero es causarte problemas — —No, ángel, aquí el que te ha provocado problemas a ti soy yo, te amo, pero debí acabar con ellos primero antes de ponerte en peligro— —¿No hay nada que pueda hacer para ayudar? — —No, Annie, esto queda fuera de tus manos— Suelto una pesada respiración, esto es una gran mierda, ¿Cómo me quedo de brazos cruzados ante esto? Aunque es como querer detener la lluvia con las manos, simplemente para mi es imposible —No quiero que mueras— —Prometo esforzarme para poder pasar la eternidad contigo— —Dominick, ya perdí a mi padre, luego a mamá, no puedo perderte a ti también— Suelto en un hilo de voz, las lagrimas de nuevo resbalan por mis mejillas, ¡maldita sea! Soy una llorona debilucha que ahora se siente insignificante ante la magnitud del problema —Annie, no me vas a perder, no es la primera vez que estoy en combate, ¿no has oído hablar de la primera rebelión de ángeles?, nena, soy más malo de lo que puedes imaginar, ya he matado y no hablo precisamente de seres supernaturales— —¿Mortales? — —Si, los últimos fueron los tipos del callejón que intentaron pasarse contigo— Parpadeo un par de veces intentando digerir la información —Yo vi cuando los dejaste huir— —Cuando te rescate algo en ti me atrajo como la luz a una polilla, fue inevitable, eres maravillosa en todo sentido, había tenido unos últimos días del carajo, soy un maldito monstruo, incluso esa tarde me había acostado con una mortal que Joe me ofreció— Me estremezco al oírlo, lo dice tan frio que la verdad me hace sentir un tanto incomoda, aunque un chispazo de celos hace que me sienta molesta —Dom, cariño, no tienes que… — —Tienes que saberlo todo, soy una mierda de tipo, Annie, la verdad es increíble que un ángel como tu esté conmigo, pero volviendo a los tipos, después de ver que llegaras a salvo a tu casa, porque, si, te seguí para asegurarme que llegaras bien, fui a hacer unas vueltas al bar del que soy dueño, la lluvia bajó, decidí caminar un poco, no podía dejar de pensar en ti, pero me dio ira recordar a esos tipos haciéndote daño, así que los rastreé y me deshice de ellos, quizás esta vez no lograron su cometido, pero no quería arriesgarme a que te hicieran daño en el futuro y no poder estar cerca, esos tipos merecían que yo les quitara su alma— —Entonces ¿Matas personas? — —Es muy extraño, lo sé, pero es la primera vez que mato por alguien, antes de que me encerraran en el infierno maté gente inocente, fue una especie de manifestación para mostrarle mi descontento a nuestro padre, pero eso solo hizo que me encadenara en mi circulo, hasta hace apenas unos años que volví a salir y no me había dado por lastimar así a alguien— —¿Tienes amantes ahora? — Arquea sus cejas sorprendido por mi pregunta, me acaricia mi mejilla —No, no las necesito, nunca más, tu me das lo que había buscado desde hace siglos, es por eso que quiero que lo nuestro vaya bien, quiero darte lo que te mereces, un príncipe en toda la extensión de la palabra— —Algún día yo voy a envejecer y morir— —Pero puedo asegurarte que tu alma renacerá, y te buscaré, pero en caso de que Dios quiera condenarte por estar conmigo te aseguro que te buscaré por todo el infierno y viviremos juntos en mi circulo, prometo que lo haremos un buen hogar para ambos— —Solo no quiero que te alejes de mi— —Nunca, te amo, Annie— Lo abrazo de nuevo hundiendo mi cabeza en la curva de su cuello, aspiro su aroma a menta —Mis hermanos se quedaron peleando contra unos vampiros— —¿Tienes que volver? — —No, les dije que estabas en peligro, y no me equivoqué, ya no volveré a dejarte sola— —¿Y si te necesitan? — —Tendrá que quedarse uno de ellos contigo, pero no te dejaré sola— —¿Peleaste contra esas cosas? — —Me deshice de unos cuantos, había arcángeles en el lugar, así que ellos combatieron contra algunos de ellos mientras nosotros fuimos tras Lilith, ¿Recuerdas la feria? — —Si— —Quedó deshecha, hicieron añicos el lugar, murieron muchos inocentes, pero fueron más los que tomaron para convertirlos en vampiros, tuvimos que condenar a un niño— —¡­ ¿Qué?! — —Suena horrible, lo sé, pero no podíamos dejarlo ir, te dije que no soy tan bueno como crees— Se pasa una mano tallándose el rostro, me pongo de pie, le extiendo la mano, él la toma y camino con él hasta el balcón, usa sus poderes para abrir el acceso a este, la luna llena se ve bastante brillante está noche —Dom, comprendo que eres un demonio y que hay muchas cosas horribles que quizás no me pueda imaginar, pero aquí estoy, quizás la enferma soy yo por querer estar a tu lado— —¿No me tienes miedo? — —No, después de todo antes de ser un demonio fuiste un ángel, un hermoso ángel de alas negras— Creo que he logrado sorprenderlo de nuevo, sus ojos están muy abiertos —¿Cómo sabes lo de mis alas? — —Tuve un sueño contigo, solo que no llevabas tu sexy barba y bigote, pero lucias bien— Me da una sonrisa, lleva sus manos a mi cintura, sus ojos brillan azulino, noto como mis pies dejan de tocar el suelo, estamos a unos cuantos centímetros de este —Eres todo un caso, quizás tengas razón y eres una demente por querer estar conmigo, pero quiero aprender a ser lo que siempre quise— —¿Y eso es? — Pregunto mientras mis manos se colocan en su nuca, él me acerca más a él —Sentir como lo hacen los mortales, quiero ser lo más humano posible, disfrutar de la vida, aunque el periodo que viven para nosotros sea como un suspiro, pero ahora que te tengo a ti, quiero aprovechar cada momento para hacerte feliz—  —Me harás llorar— —Mientras sea porque estás feliz creo que está bien, por cierto, me gusta tu pijama— —Es un poco ridícula, lo sé, pero es cómoda— —Me imagino, ya hace un poco de frio, pero si no quieres usarla yo feliz de verte desnuda caminando por la habitación — —¡Dominick! — —Solo digo la verdad, después de lo de esta tarde me costará mucho trabajo permanecer con las manos quietas, eres ardiente— Me sonrojo hasta la medula, él solo me da una sonrisa divertida —¿Crees que estén bien? — Pregunto al recordar a mis cuñados, comenzamos a descender, Dominick sube sus manos a mis mejillas —Si, son buenos guerreros, Zeth puede emocionarse con esto de las guerras, así que lo verás de mejor humor en estos días, el mas pacifico es Lucius, Rodge es algo sádico, George es algo táctico y yo soy algo mas practico, voy, pateo culos a diestra y siniestra y vivo para contarlo, por cierto, ¿terminaste tu cena? — —Si, puedes preguntarle a Matt, solo que preferí comer aquí que estar sola en el comedor ¿Matt también es un demonio? — Dominick suelta una carcajada, yo solo lo miro confundida cuando al fin se controla me responde —No nena, Matt tiene una larga historia, que quizás otro día te contaré, pero te aseguro que es cien por ciento mortal, bueno creo que debemos entrar, está helando aquí afuera, no quiero que enfermes y debo ducharme, estoy bastante sucio — —¡Agh! Me abrazaste cubierto de sangre de vampiro, ahora tendremos que ducharnos juntos solo espero portarme bien — Suelto juguetona, él solo me sonríe y de pronto me toma por las piernas cargándome como costal de papas —¡Stargees! — Le grito y me da un azote en el trasero, tiene la mano pesada, si dolió, aunque parece de nuevo meterse en mi cabeza porque me soba con mimo   —Vamos entonces, futura señora Stargees— Cuando entramos a la habitación noto la puerta de esta arrancada —Dominick, la habitación no tiene puerta y será algo bastante incomodo que Matt nos vea desnudos, bueno quizás tu estés acostumbrado a que te vea en pelotas, pero yo no— Me baja poniéndome sobre mis pies, veo como se frota las manos, se estira tronándose los dedos —Deja lo arreglo— Chasquea los dedos y la puerta queda como si nada hubiese sucedido —Te ahorras mucho en reparaciones ¿cierto? — —Algo así, cariño ahora deja desvestirme, en verdad creo que debemos relajarnos un poco, estos días han sido de locos — La americana queda tirada en el suelo veo como comienza a desabotonar la camisa, lo detengo —Yo quiero hacerlo — Poco a poco desabotono su camisa, paso mis manos por su pecho, entonces sus manos van inquietas hasta mi blusa, yo solo alzo los brazos y me la saca, mi cabello cae despeinado sobre mi cubriendo mis pechos, aunque ya me ha visto desnuda no puedo evitar sonrojarme. —Annie eres tan hermosa, soy tan afortunado de estar a tu lado— Me abraza, el contacto piel con piel es tan delicioso que me hace suspirar, mis manos acarician su espalda mientras el juega con el elástico de mi pantalón del pijama —Ya puedes quitármelo, me siento regalo de navidad— —Cariño eres el mejor regalo que puedo desempacar, me tienes ansioso— —Yo también quiero quitarte la ropa de encima— Se carcajea y se saca rápido los zapatos a patadas, cuando meno lo pienso, sus vaqueros salen volando junto a sus interiores y calcetines, sus agiles manos toman mi pijama y el elástico de mi tanga y me los baja juntos, me sonrojo al máximo —Deseo concedido, ¿algo más que quiera mi reina? — —Quiero aprender a complacerte— —Ya me complaces y mucho— Agacho mi cabeza y me sonrojo aun más, su mano se cuela bajo mi mentón haciendo que lo mire —No voy a meterme a tu cabeza, dime que pasa o tendré que hacerlo, estas más roja que la salsa de tomate, cariño— —Es solo que…— —¿Qué, cariño? La base de una buena relación es la confianza, anda dime ¿qué pasa? — —No tengo idea de cómo hacerte sexo oral— Suelto en voz baja mientras me miro las puntas de mis pies —¿En verdad quieres complacerme así? — —Si, pero no sé cómo— —Es como comer una paleta, solo que sin usar tus dientes cariño, no debes avergonzarte, es bueno ser tu primero en todo, podré decirte como me gusta — —¿No te molesta que no sepa hacerlo? — —Claro que no, no sabes lo bien que se siente saber que nadie a invadido de esa manera tu boca, solo promete que si te sientes incomoda me lo dirás— —Trato hecho— —¿Qué me has hecho, Annie? —  —¿Porqué lo preguntas? — —Me desarmas, no tienes idea de lo increíble que yo tenga la guardia baja, es la primera vez que alguien me importa, no sabes de que manera me has abierto los ojos a tal grado de que me avergüenzo de muchas cosas, eres esa luz que tanto necesitaba— —Me haces ver como la mejor persona de este mundo y me hace falta mucho para llegar a serlo— —Para mi lo eres, ángel, ahora que te parece si tu y yo vamos a la tina, me dejas sentir tu piel y puede que pase algo— Dice mientras sus manos acarician mi cintura desnuda, le sonrío mientras me pongo de puntas para besarlo —Es una completa locura, pero quiero ser tu esposa— —¿De verdad? — —Si— Me toma en volandas y ambos reímos, luego me besa y me lleva cargándome hasta la tina, acabo de aceptar ser su esposa, soy una maldita demente que se enamoró de un demonio.       *******           *******   Estamos juntos en la cama, escucho el latido de su corazón mientras estoy recostada en su pecho, si, volvimos a hacer el amor una vez más y fue maravilloso, sus dedos hacen círculos en mi espalda, mientras los míos juegan subiendo y bajando por todo su torso —¿Te gusto? — —Seria estúpido negar lo evidente, me encantas— —Como demonio puedo cambiar de forma— —Me gusta lo que veo— —Espero nunca te toque ver mi imagen real como demonio— —Seguro no es tan aterradora— —Lo es, pero cuando la saco por lo regular termino fuera de control, es la primera vez que me siento aterrado de mi poder, no quiero hacerte daño — —No lo harás, estoy segura de ello— —Annie, si llegas a sentirte insegura con lo nuestro, por favor, dímelo, si llegas a sentir miedo o cosas así, prometo que cuando tu me lo pidas me iré, jamás te haría daño, ni trataría de poseerte a la fuerza— —No quiero que te vayas, Dom— —A veces solo quisiera ser el humano que mereces— —Y yo la demonio que necesitas, pero somos lo que somos y punto, déjame disfrutarte, déjame sentirte cada vez que nos plazca, no hablo solo del plano s****l, que creo que eso de tener al demonio de la lujuria por prometido es de lo más genial, pero amo esa forma tuya de decirme las cosas, de mimarme, de protegerme— Hace que me siente sobre la cama mientras él se incorpora —De verdad, a pesar de mi pasado, ¿me amas? — —Te amo hoy y creo que eso basta, ahora que te parece si traes tu trasero acá, son las tres de la mañana, debemos dormir— Me sonríe y cuando está de nuevo por acostarse a mi lado su móvil comienza a sonar, se acerca al buró y responde —Stargees— Se sienta en la cama yo lo abrazo desde atrás y beso su cuello, su mano libre acaricia una de mis manos —Ya veo, dame un minuto y los veo en el living— Ya me imagino quien será, lo suelto y me pongo de pie, camino hacia el armario, noto como me sigue con la mirada aun está en la llamada, me contoneo llamando su atención, aún estoy desnuda, abro la puerta del armario y rebusco entre sus camisas algo que pueda usar, tomo una y salgo de vuelta a buscar mi ropa interior en mi maleta, necesito espacio para mis cosas —No, Rodge, no interrumpen nada, ella aun sigue despierta, pero está bien, de verdad solo necesito un minuto— Suelta, yo me pongo mi tanga y la camisa, cuelga la llamada mientras me mira de arriba abajo —¿Nueva pijama? — —Si— —No saldrás así al living ¿cierto? — —¿Celoso? — —Mucho, tus piernas son una tentación y ni se digan tus pechos que se alcanzan a ver detrás de la tela— —Me pondré el pantalón del otro pijama— —Ok, me conformo con eso, aunque puedes quedarte aquí y dormir— —Quiero ir contigo— Toma sus boxers, se los coloca y va a armario, sale casi de inmediato con un pantalón de chándal puesto, no lleva nada mas encima y ambos vamos descalzos —Ven, nos apareceré en el living— —Me harás una floja con eso de evitarme caminar— —Podemos competir si quieres, tu por la escalera y yo apareciendo— —Tramposo— —Soy el diablo, cariño, puedo hacer toda la trampa que quiera— Me da un guiño, yo solo sonrío negando con la cabeza, me acerco abrazándolo, noto la neblina que nos envuelve y cierro los ojos —Ese fue el minuto más largo de la historia, hermano — Suelta George, abro mis ojos y me separo de Dominick, me siento en el sofá, el me sigue acomodándose a mi lado —¿Qué tan grave es? — Pregunta en voz seria, las miradas pasan de George a los gemelos y luego a Zeth —Demasiado, la magia obscura se sale de control y cada día que pasa más almas se corrompen, a este paso el desequilibrio será inmenso en unas semanas— Se pasa ambas manos por el rostro, suelta una pesada respiración, me mira unos segundos —Solo yo puedo arreglar esto— Dice con una voz aun más seria y triste —¿A qué te refieres Dom? — Pregunta Lucius —Tengo que enfrentar esto solo, encontrar la forma de comunicarme con Lilith y llevármela al infierno, debe haber una forma de deshacerme de ella estando allá — —Hermano, pero si te vas con ella jamás regresarás — Interviene Lucius, mis ojos se ponen como platos al oír eso, creo que mi corazón acaba de acelerarse, él vuelve a mirarme a los ojos, estos centellean azulino no puede evitar poner una expresión de tristeza, aun no comprendo la gravedad del asunto como para que tenga que irse, mis manos tiemblan, él pone una mano sobre las mías tratando de calmarme inútilmente   —Si me voy podré destruir a Lilith en el infierno, lo que significa que acabaré con los vampiros y la magia obscura — —Pero sacrificarás tu redención, perderás a Annie para siempre— Trago en seco, no, no me pienso quedar callada —No hay otra salida, si no lo hago ella podría morir en manos de esa maldita— —¿Estás seguro Dom? — —Si, por el bien de ustedes y de mi Annie debo hacerlo— Siento como la sangre se me va a la cabeza, me pongo de pie y exploto en colera —¡No iras a ningún lado, Dominick Stargees! Asi tenga que patearte el culo de vuelta a casa lo haré, pero no te largas a ningún lado ¡entendiste! — Grito, todos se ponen de pie, Dominick arquea ambas cejas, viéndome sorprendido, las lágrimas recorren mis mejillas —Annie, si no lo hago te van a hacer daño — —Y si tu te vas así me voy a morir también, ¿Puedes dejar de pensar por mí un momento? — —Te dije que no era buena idea, hermano — —Callate George, creo que debemos dejarlos hablar solos — —¡Ustedes no van a ningún lado! — —Annie es mi deber, solo así podré protegerte, el mundo se irá a la mierda si no hago algo — —Hay otras maneras de hacer las cosas o eso quiero pensar — —Annie— —Me hiciste que me enamorara de ti, me trajiste a tu bendita casa, todo en menos de setenta y dos horas, y hace un rato acepté ser tu maldita esposa y ahora sales huyendo como cobarde según para salvarme, ya perdí todo Dominick, ¡Todo! A este paso prefiero que esa mujer me mate — Suelto rabiosa y sin conectar mi cerebro con mi boca, Dom me toma por los hombros   —No morirás en sus manos— —Tú no te irás— Suelta una pesada respiración, siento como su agarre se hace más firme y su mirada se ensombrece —Dom, cálmate hermano— Una sonrisa torcida se dibuja en su rostro, ¿acaso intenta asustarme? Me zafo de su agarre y retrocedo un paso, frunzo el ceño sin agachar la mirada, retándolo —¿qué me calme, Rodge?  Yo, el príncipe del segundo circulo del infierno ¿calmado?  — Suelta dando una siniestra carcajada y se aleja hasta uno de los muros dándonos la espalda, Lucius se acerca a mi —No creo que quieras ver esto Annie— —No le tengo miedo, Lucius— —Tú no eres así Dom ya basta— —Calla Zeth, entonces, ¿no me tienes miedo, ángel? — —No, no te tengo miedo, ¿quieres matarme? Hazlo de una vez a bien quien se termina sintiendo mierda después — Nuevamente mi boca habla más rápido de lo que pienso, Dominick gira su cabeza solo para verme —¡Ya estoy harto! — Grita mientras golpea tan fuerte el muro que termina por atravesarlo, me estremezco por el ruido —Dominick— Lo llamo, pero su cara se distorsiona, creo que a esto se refería con su forma de demonio, sus ojos se ponen completamente negros mientras veo como su piel palidece y unas garras comienzan a aparecer al igual que unas inscripciones en un n***o brillante en su cuerpo, se acerca y me toma por el cuello, trago en seco tratando de estar tranquila —Si quieres morir lo harás, pero en mis manos— Zeth se acerca y le da una fuerte patada en las piernas haciéndolo caer de rodillas al suelo junto a mí, no me suelta, solo afloja su agarre, se que el Dominick que conozco está ahí dentro, sé que debo ayudarlo a salir, llevo mis manos a su brazo —Dominick— Suelto con voz entrecortada  —Suéltala ya Dom, ¿que no se supone que la amas? — —No— Responde con voz como un rugido, trato de no ponerle atención a su respuesta —Dominick— —¡Cállate! — —Dominick— Su mirada se dirige a mi anillo, sus ojos se ponen como platos, me mira, veo como estos se tornan azulinos, se horroriza al verme en esta situación, me suelta —Annie, yo… — —Te veo después— Mis ojos se llenan de lágrimas, ¿podré con esto? ¿cada cuanto se pone así? Su demonio interior me dijo que no me amaba, ¿será verdad?, los demonios no mienten, no los príncipes, camino dándole la espalda —Maldita sea Dom reacciona— —¡Annie! — Escucho como me grita, giro mi cabeza y veo como sus ojos cambian de nuevo, creo que después de ver lo que es capaz de hacerme será prudente que huya de aquí —Annie corre— Dice Rodge y de inmediato lo obedezco corriendo escaleras arriba —Suéltenme traidores— Escucho el grito aterrador de Dominick —Dom ya basta, Lucius ¿qué esperas? Hazlo de una vez— No sé qué carajos este pasando, llego a la habitación y aunque no sirve de mucho me encierro con llave, me meto a la cama haciéndome bolita, ¿Qué tengo que hacer? Siento un escalofrió la temperatura de la casa baja, escucho un fuerte rugido —Por favor Dominick, vuelve— Suelto en un susurro —Dominick, por favor, vuelve a ser tu— Todo en la casa se empieza a sacudir, solo atino a llorar y de pronto todo está en calma, no hay ningún ruido —Dominick, no me dejes sola, por favor, no dejes que esa cosa te dominé— Rezo el mantra una y otra vez en mi cabeza, pongo las rodillas contra mi pecho, lloro, tanto como cuando perdí a mamá, siento una punzada en mi pecho, me siento sola, si estuviera Caroline aquí seguro me haría una de sus ocurrencias para hacerme sentir mejor —Siento entrar así a la habitación— Me sobresalto poniéndome de pie al instante, siento que el corazón se me saldrá del susto, hasta que veo a Lucius sonrojado, creo que se dio cuenta que me dio un susto de muerte, levanta sus manos hacia adelante —Tranquila, yo no te haré daño, debo hablar contigo Annie— —Lo siento por la sobrerreacción de verdad me asustaste, aunque ¿Cómo está Dom? — Suspira, su mirada denota preocupación —Annie, Dom no es así, él recibió un gran ataque con energía obscura, el de verdad te adora y…— —¿Energía obscura? — Interrumpo, escuche a mi peculiar novio nombrar eso en más de una ocasión, pero no me queda del todo claro que es lo que es —Si Annie verás, Lilith no solo trajo con ella el secreto de los vampiros, sino que también trajo la energía obscura a este mundo, es como una especie de paracito que en los humanos devora el alma por completo, pero en los demonios nos va debilitando al borde de hacer que saquemos nuestro lado demoniaco como autodefensa, cuando la situación es muy grave pueden controlarnos con eso, ella está infectando dagas con ella y Dominick ha recibido dos ataques, uno de ellos en la feria el día del primer ataque— —La herida de su hombro— Susurro mientras, recuerdo con las heridas que llegó a casa la otra noche —Si Annie y el segundo ataque fue el que recibió la noche de su cita, la energía obscura se acumuló en su cuerpo provocando alteraciones como el hecho de no poder sanar rápidamente, el que te atacara también puede ser parte de eso— —¿Qué tiene que ver eso con que me diga que no me ama? ¿Cree que no tengo sentimientos? Me lastimó, y no solo hablo de esto— Digo señalándole los rasguños en mi cuello, él solo me mira con preocupación, aunque tranquilo, señalo mi pecho del lado del corazón —Me lastimó más esto, él me dijo que me amaba, él prometió estar a mi lado, me dijo incluso que me arrastraría al infierno con él y tendríamos un hogar y ahora se irá al infierno con esa mujer, todos me dejan, ya se fue mi padre, mi madre y ahora él— Nuevamente lloro, bajo mi cabeza y mis mechones de cabello caen cubriendo una parte de mi rostro, apuño las manos a mis costados —Annie, mi hermano como ya lo sabes es Asmodeo, el príncipe del circulo de la lujuria, es un demonio completo, fuimos los que desencadenamos la primer rebelión de ángeles y puede ser un hijo de puta cuando se lo propone, pero llegaste tú y cambiaste su mundo como no tienes idea, lo fragmentaste, creaste un conflicto existencial entre el demonio y su conciencia de hombre patéticamente enamorado, jamás lo habíamos visto con la guardia baja, ¿sabes todas las cosas que él ha hecho a lo largo de la historia? Y llegas tú y destruyes esa imagen dejando a una oveja mansa — Alzo la mirada, por un momento me sorprendo, se que él ya me ha dicho que es de lo peor, pero el hecho de que alguien más se lo reconozca me parece aterrador, aunque ya no importa el desastre que haya provocado, en verdad tengo un conflicto existencial, lo amo, no quiero perderlo, pero tener que lidiar con esto es otra historia —Si Annie, mi hermano está enamorado de ti desde el primer día, incluso pensamos que no te había borrado la memoria intencionalmente, pero, tienes algo especial en ti que hace que no tenga poder sobre ti, pero, en fin, a lo que quiero llegar es a que la magia obscura intensificó más ese conflicto y provocó que su parte demoniaca saliera para atacarte, es la primera vez que noto a Dominick con tanto miedo, él quiere sacrificarse con tal de que tu estés bien, quiere irse porque en verdad te ama, eso es en extremo raro entre seres como nosotros — —Pero yo no soportaría estar sin él— —Sí, lo sé, por eso explotó como lo hizo, su parte demoniaca fluyó junto a la magia obscura y hace unos momentos George y yo pudimos extraer esa energía de su cuerpo— —Él dijo que no me ama, no estoy del todo convencida que haya dicho la verdad, pero duele, Lucius— —¡Annie! — Dom entra corriendo por la puerta de la habitación, me sobresalto y lo miro sin dejar de estar alerta, veo a los demás detrás de él, se acerca un paso e instintivamente retrocedo, no quiero que me ataque de nuevo —Annie, por favor, no me temas ángel— Retrocedo un par de pasos más y choco contra la pared de la habitación, me volteo hacia otro lado para no mirarlo y me froto el cuello, los rasguños arden un poco, escucho como se acerca y cierro los ojos —Annie, cariño, por favor—  Suelto una pesada respiración, una parte de mi quiere abrazarlo porque se encuentra bien y otra quiere reventarle las bolas de una patada por lo que me hizo, no sé que hacer, escucho un golpe en el suelo, abro los ojos y frente a mi lo veo de rodillas rendido —Perdóname, Annie, no quise hacerte daño, de verdad, ángel, eres lo único bueno en mi maldita existencia— Dice en un hilo de voz, se abraza de mis piernas, me sonrojo por un momento al tener las miradas de todos encima, pero mi sorpresa es mayor al escucharlo soltar un sollozo, esperen un momento ¿está llorando? ¡Oh por dios! No hagas eso, cariño, me rompes el corazón   —Dominick— Sueltan al unísono todos los hermanos, mis manos van a sus hombros, está temblando —Por favor Annie, yo te amo, solo quiero protegerte, no sé qué fue lo que me sucedió, lo siento, no quería lastimarte, córtame las manos, despedázame si eso te hace feliz, pero, por favor perdóname, tú eres todo lo que necesito, eres la única que ha sido capaz de quitarme este vacío que he cargado desde el inicio de los tiempos— Lo tomo de las manos para zafarme de su agarre, me pongo de rodillas, veo como una neblina negra aparece en la habitación y en un abrir y cerrar de ojos todos los hermanos desaparecen, mis manos van a sus mejillas, alza su mirada, sus ojos centellean azulino, limpio sus lagrimas con mis pulgares, lo miro a los  ojos atenta tratando de encontrar la respuesta que necesito para saber que estaremos bien, me acerco a su rostro, beso su mejilla para después susurrarle al oído —Levántate, los príncipes no se arrodillan — Me da una sonrisa triste, lo tomo de las manos y nos ponemos de pies, él solo me mira con tristeza, él no sabe como amar, él me pidió que le enseñara a ser gentil conmigo, él me pidió des su esposa, él solo busca protegerme a su peculiar modo, él no es malo, él dijo no amarme seguro para que me alejara de él y poder salvarme de la mujer que por poco me mata en sueños, mi mano va a su rostro, lo acaricio y el cierra los ojos al sentir mi contacto —Te amo Dominick Stargees — —¿De verdad? ¿Aunque sea un monstruo? — —Tengo que enseñarte muchas cosas para que aprendas a tratarme, pero tenemos una vida por delante ¿No? — —¡Oh Annie! — Me abalanzo sobre él y lo abrazo hundiendo mi rostro en su pecho, aspiro su aroma, es él con quien quiero estar, siento como besa mi cabeza mientras acaricia mi espalda, nuestros pies no tocan el suelo, nos está haciendo flotar, alzo la mirada y me cruzo con la suya, le sonrío —No tienes idea de lo mucho que te amo, Annie Marie Parker— Mi sonrisa se amplia al escuchar como me llama por mi nombre completo, se acerca a mis labios y me besa, le correspondo sin dudarlo, lo necesito, es mío y lo amo con todo mi corazón, una de sus manos roza mi cuello y me estremezco cuando toca uno de los rasguños, siento el piso bajo mis pies de nuevo y él rompe el beso, mira mi cuello y frunce el ceño —Annie en verdad jamás...— —No digas nada, tú no tuviste la culpa, Lucius me explicó lo que te sucedió— —Creo que le debo una a mi hermano— —Dominick, llévame al infierno contigo, vivamos allá, no me importa que no sea como este mundo, pero así estaré contigo siempre — Sus ojos se abren como platos, me toma por los hombros —¡¿Qué?!— —No quiero que me dejes nunca, te amo y si tengo que irme al infierno para poder estar a tu lado lo haré— —Annie, no te merezco, tienes un alma muy bella y pura— —No digas tonterías, si me amas créeme que eso es suficiente para merecerme— —No te llevaré al infierno— —Dominick...— Pone su índice sobre mis labios para silenciarme, me sonríe —Saldremos de este pronto y juntos, después de eso aceptaré mi redención, quiero vivir a tu lado Annie, ser un mortal y tener una vida, casarnos, tener hijos, envejecer— —¿De verdad? — —Si, ángel, quiero dejar todo, quiero ser él hombre que necesitas y vivir el tiempo que nos quede de vida amándote—  Soy la mujer mas llorona del mundo, mis manos van a mi rostro tratando de cubrirme mientras suelto un sollozo, él me abraza —Tú me hiciste cambiar y es lo mejor que me pudo haber pasado, te amo preciosa, te amo como jamás he amado a alguien— 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD