Busqué con mis ojos los de Jesse, pero la adorable Ester lo tiene absorbido, quería salir del camión por la ventana, pero el chófer ya había comenzado a manejar.
—Señorita Lacosku—Me giré al escuchar la voz de la señorita García. — ¿Puede sentarse?
Asentí con la cabeza y me di cuenta de que Nick aún tiene sus ojos en mí.
¿Cómo demonios no lo vi cuando estábamos afuera?
—Hola Emma. —El tono frío en el que habló me tomó por sorpresa.
— ¿¡Qué demonios sucedió contigo?! —Caracoles, ni siquiera yo me esperaría tal reacción. Él se quedó estupefacto después de alzar una ceja confundido.
— ¿Disculpa? —Preguntó en un tono hostil.
—Me escuchaste, despareciste por meses. —Él sonrió sin sinceridad de nuevo, le dio palmaditas al asiento que está a su lado indicándome que me siente.
Miré de nuev
