Daniel McGregor Rachel estaba profundamente dormida, a penas había podido quitarle los zapatos y el vestido para que no estuviera incómoda. Le había puesto una de mis remeras y la arrope. Ya pasó dos horas desde que llegamos y no consigo olvidar. Estaba sobre el sillón, sintiendo que la habitación quedaba reducida por las imágenes que proyectaba mi mente de esta noche. Intentaba no recordarlas pero me era imposible esa tarea, volvían y me atemorizaba porqué no sabia como encabezar la charla que tendríamos cuando ella abriera sus ojos. Mi mirada se fue hasta sus brazos, no había nada en ellos pero aún así se me hacía ver las marcas rojas en ellos. Me sentía frustrado y temeroso. El año pasado no pude darme cuenta que poco a poco Rachel estaba llegando a su límite hasta que me lo c
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books