Daniel McGregor Entré a la casa sin querer llamar demasiado la atención. Cuando crucé por la sala vi a Juliette sentada sobre el sofá con millones de papeles al su alrededor. Eran bocetos y muestras de telas por lo que deducía que se debía a que pronto sacaría su nueva colección. Quizás la más importante de su carrera, bueno, eso mencionaban en las revistas. Ella al verme se quitó las gafas y me sonrió. -Emilio no me dijo que venías- Exclamó-. ¿Te quedas a cenar?. Me acerqué y le dejé un beso en la mejilla. -No, solo estaba de pasada. Vine a comentarle algo a mi padre. Vi cierta desilusión en su rostro y me sentí culpable por no haber aceptado la oferta. Según lo que Emilio me había comentado últimamente, Juliette estaba desanimada por la ausencia de Rachel. No había podido